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El de la imagen es Bastian...

Al abrir la puerta y tenerlo ahí casi me da un infarto, me miró de arriba abajo sin disimulo y me puse nervioso al sentirme observado, al llegar a mi mirada me pongo más nervioso de lo que estaba.

Puedo pasar?...- pestañeo varias veces antes de hacerme a un lado para dejarlo pasar.

- molesto?...- sigo su mirada y niego cerrando la puerta.

Sígueme...- hace lo que le pido y trato de fingir que no me está escaneando la espalda.

Interrumpo algo?...- preguntó una vez en la cocina.

Ya dije que no, puedes estar tranquilo, solo estaba pensando que comer...- mira las cosas sobre la mesa.

Como que son muchas verduras no?...- lo mire con una ceja alzada mientras se sienta frente a mi relajado.

Antes de criticar mi cena porque no me dices que tan importante es lo que necesitas de mí para tener el lujo de que estés en mi casa...- me mira con una ceja alzada, camino hacia el otro lado de la isla para ponerme frente a el.

No sabia que era un lujo mi presencia...- me mira con una ceja alzada.

Es una forma de decir, ahora contesta lo otro...

Amo el pollo a la mostaza....- lo mire y se alzó de hombros.

- solo decia, como vi pollo y no sabes que comer...- lo mire nuevamente pero con sorpresa.

Osea que tienes pensado quedarte?...

A dormir no, tranquilo...- me guiña un ojo sonriendo mientras se mete algo en la boca.

Qué es eso?...- me señala la mesa.

Vi nueces y no me pude resistir, son mi perdición...- ruedo los ojos antes de cerrar el pote en el que venían y las guarde, nose ni porque las saqué.

Nada antes de la cena...- sonríe.

- dime de una vez que quieres Max....- comienzo a pelar las cebollas porque mi maldito cuerpo ya se programó para hacerle el maldito pollo a la mostaza.

Max?...- me miró con una ceja alzada.

Es mi casa, por lo que puedo llamarte como quiera...- levanta sus manos en señal de rendición mirándome divertido.

Solo pregunté....- su sonrisa se borró y quiero saber porque pero no preguntaré.

- hace tiempo que nadie me llamaba así, mi abuela Toto era la única que me llamaba así...- al escuchar eso automáticamente solté el cuchillo.

Perdón Max... en verdad...- niega.

No te sientas mal, solo lo comenté para que lo supieras...- asentí antes de volver a lo mío.

Después de eso comenzamos a hablar de otras cosas porque mi objetivo era que se distraiga y no que se ponga mal en recordar a esa querida abuela que seguramente perdió, no voy a mentir, me encantaria ser su consuelo, pero eso seria mucho para un solo dia, cuando me di cuenta la comida ya estaba lista y ambos estábamos sentados en la punta de la isla ya que al ser solo dos no vi necesario preparar la mesa.

Ya te cociné, ahora me dirás a qué se debe tu visita... - termine el poco vino que quedaba en mi copa y lo miré dejándola frente a mi.

Te seré sincero Bastian...

OK....- cruzo mis piernas, coloque uno de mis codos sobre esta y mire.

Puedes no mirarme así...- sonrio, cambiando de posición, dejo mis piernas cruzadas pero tiro mi cuerpo hacia atrás.

Lo que sea por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora