Lo que sea por ti

3

Si sigo siendote sincero, en lo económico nada salvo que quieras un beneficio monetario lo cual te daré obviamente aun asi no quieras y públicamente... envidia...- ruedo los ojos y giré mi cuerpo ya que le estaba dando la espalda.

No seas arrogante...- me mira entre asombrado y ofendido, por mi parte hago un esfuerzo descomunal por no reírme de su cara.

No seas malo Bastian, déjame aunque sea mi ego intacto...

Claro, porque venir hasta aquí fue un esfuerzo enorme ¿no?...- me bajo de la silla para ayudarlo a levantar la mesa al ver que comenzó a lavar los platos.

No...- lo miro aunque el no me mire.

Vez el enorme lavavajillas a tu lado no?...- asiente.

Bastian, antes de hacerme famoso y de que mi padre consiga un buen trabajo como para poder arreglar la casa y estudiar y convertirse en quien es hoy, la pileta donde lavamanos las cosas cada vez que visitabamos a sus padres estaba en el patio trasero, por lo que lavar a mano no es un problema para mi, aparte de que no me gustan esas cosas...- lo mire con sorpresa y el sonríe.

No tienes uno en tu casa?...- confirma y lo mire sin entender.

Lo uso en muy pocas ocasiones pero solo para vasos, copas y jarras o cuando hay gente...

- y tu?....

Yo que?...- cierre la heladera y lo mire.

No lavas a mano?...- asiento.

Si, pero no creí que tu fueras alguien que lava a mano...- sonríe.

Terminamos de juntar todo, el limpia la mesada y la isla mientras yo preparaba té ya que estaba por prepararme uno y el me preguntó si le hacía uno a el también adelantándose a mi pregunta, se sorprendió al ver mi cajón de té pero ya estoy acostumbrado, a todos les pasa lo mismo, una vez listo ahí sí nos fuimos al living.

Volviendo a lo nuestro, no se que ofrecerte para que aceptes, pienso y pienso y en estos días solo me e quemado la cabeza pensando que puedo ofrecerte y no encuentro nada, si fueras otro podría ofrecerte todo lo que tengo en el banco pero se que no eres interesado, podría ofrecerte mi casa hasta mi auto pero se que no eres materialista, por lo único que me queda es esto...- señala su cuerpo, levanto una ceja.

- y al verdadero yo, a la mejor versión de mi, a la que no te dejaría mal jamás...

A que te refería con esto?...- copio su seña, el rie.

Es una forma de decirte que puedes hacer conmigo lo que te venga en ganas... menos prohibirme los tatuajes, eso no es negociable....

Mientras no te toques la cara, conmigo no hay problema...- sonríe.

Eso es un sí?....- niego.

Eso es un lo voy a pensar....- me sonríe.

Me conformo con eso...- no digo nada y termino de tomar mi té.

Sabes...- rompe el silencio antes de ponerse de pie y caminar hacia la puerta que da a la parte trasera de mi casa.

- si bien es la primera vez que tengo la oportunidad de no solo verte en persona sino hablarte, siento como si no fuera la primera vez que estoy aquí, con tu casa me pasa lo mismo que con la mía, no se si será la decoración o porque está alejada de la ciudad y eso la vuelve tranquila, solo se que se siente familiar y eso me da la sensación de comodidad...

A mi me pasa igual...- nos quedamos en silencio, ambos mirando hacia afuera pero desde nuestros lugares, hasta que su teléfono vibra.

Debo irme, no he traído la medicación y ya es hora...- camina hacia mí y toma ambas tazas.