13: 5 Preguntas

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Abrió los ojos, encontrándose en completa oscuridad. Sentía su cabeza palpitar, al igual que un dolor agudo recorriendo el costado de esta.

¿Cuánto tiempo había estado inconsciente? Se preguntó, buscando alrededor. Juzgando por la humedad de la habitación y la falta de aire acondicionado o ventanas, dedujo que se encontraba en el sótano del edificio. ¿Lo iban a matar?

— ¿Estás despierto?

La luz del lugar se encendió, cegándolo por unos momentos.

— ¿Quién eres?

Preguntó, intentando abrir sus ojos.

— Soy Asa, mucho gusto, Sasaki Taku. Lamento que nos debamos conocer de esta forma.

— ¿Eres el que me golpeó?

Por fin pudo ver con claridad, reconociendo el rostro del chico. Aparentaba tener 20 años, aunque podía ser más joven. Tenía el cuerpo de un deportista, lo cual podría explicar cómo logró noquearlo de un golpe.

El chico-Asa- miró hacia el suelo, nervioso.

— Lo siento mucho, no quería hacerlo. Era eso o matarte.

— ¿Azumaya Junta te hizo hacerlo?

No contestó, aunque el pequeño salto que dió al escuchar la pregunta lo delató.

— ¿Por qué lo ayudas?

Volvió a guardar silencio, jugando con sus manos.

Sasaki suspiró, frustrado.
Entonces el chico abrió su boca, murmurando torpemente:

— No quiero, pero él... yo... yo estaba aquí cuando Saijo Takato...

— ¿Qué pasó con Takato?

— Estaba borracho, y el elevador estaba fuera de servicio. Ha estado así desde hace años, o eso dijo el anterior portero. No les presté atención porque no me interesan las celebridades, de hecho no sabía ni quienes eran. Juro que no lo sabía, entonces quise ayudar, pero, yo... y él...

— ¿Qué pasó?

— Saijo no quería subir. Creí que era normal, muchos borrachos se aparecen por aquí buscando pelear, pero Azumaya sólo lo tiró de las escaleras. Luego le dijo a Takato que fue un accidente porque no dejaba de moverse, pero mintió, vi cuando lo empujó. Su pierna se hinchó como una pelota de fútbol, estoy seguro de que se quebró. Luego quise llamar a una ambulancia, pero Azumaya me miró de una forma que... supe que no estaría a salvo si me involucraba. Saijo gritaba tanto, me siento tan culpable.

Sasaki pensó en sus palabras, sintiendo como la sangre le hervía de ira.

— ¿No llamaste a la policía? ¿Y las cámaras de seguridad?

— ¡Por supuesto que llamé! Reporté lo que sucedió, pero los policías me pidieron evidencia. Entonces chequé las cámaras de seguridad, ¿y adivina qué? todo estaba eliminado. Sólo había registros de semanas anteriores. El jefe dice que suele suceder y que no me preocupe por ello, pero, ¿cómo no me voy a preocupar? Es obvio que Azumaya alteró los registros. No sé cómo lo hizo, claro, pero algo hizo, ¿no es una coincidencia? Entonces pensé en hablar con Azumaya, sólo para saber lo que sucedía y si Saijo estaba bien. ¿Sabes lo que hizo? ¡Me dio toda mi información! ¡Toda! Un paquete lleno de fotos del lugar donde vivo, donde estudio, fotos de mi perro, mamá, mis tías y mi hermano mayor. Incluso me dió el nombre y la dirección de mi papá, si quiera conozco al tipo. ¿Cómo sabe eso, y por qué? Dijo que si me involucraba mataría a todos los de las fotos.

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