Miró a su reloj, sonriendo conforme se despedía de los miembros del staff. Su cabeza estaba inundada de pensamientos, ninguno entendible o coherente. Había estado así todo el día, navegando de pensamiento en pensamiento sin mantener la mente en uno solo.
Salió del edificio y entró a su vehículo, dudando por un momento en lo que estaría a punto de hacer. Era estúpido, peligroso y totalmente fuera de su rango, pero valía la pena intentar.Condujo por alrededor de 10 minutos, estacionando el vehículo unas cuadras lejos del apartamento. Revisó ansiosamente su reloj, entrando al edificio. Azumaya no llegaría hasta dos horas después, o eso es lo que había aprendido tras observar su horario por una semana. Tenía suficiente tiempo para entrar, escanear el lugar, y salir. Si encontraba a Takato (o rastros de Takato) llamaría a la policía, y si no sólo dejaría el asunto en paz, aún si dejaba un sabor amargo en su boca.
Volvió a observar su reloj una vez estuvo adentro, pensando en sus opciones. Azumaya normalmente salía a las 6 de la tarde, aunque otros días salía más temprano, y otros más tarde. Era difícil deducir lo que pasaría. Al inicio temió equivocarse (lo cual fue el principal motivo por el que no buscó a Takato antes) pero no tenía otra opción. Era hacerlo ya o no hacerlo nunca.
— Buenos días.
Saludó al empleado tras el mostrador, quien asintió tímidamente. Sabía que Azumaya vivía en el tercer piso, habitación 22. Había logrado sacar aquella información de un director con el que había trabajado años atrás. También lo había visto conducir ahí en los días pasados.
Para su desgracia el elevador estaba fuera de servicio, así que optó por subir las escaleras. Solo su suerte. Lo único que le reconfortó fue pensar en encontrar a Takato y sacarlo de ahí, sano y salvo.
Una vez frente a la habitación sacó un gancho de su bolsa, manejándolo para que entrara con mayor facilidad por la puerta. Comenzó a moverlo lentamente, escuchando por señales de vida tras la puerta. No creía que el gancho fuera a funcionar, ya que anteriormente solo lo había hecho con candados y puertas antiguas. Además, no solo la perilla parecía nueva, si no que también la puerta. Estaba hecha de metal (algo extraño, puesto que el resto de las puertas en el lugar parecían estar hechas de madera), y era dura y gruesa. Esto también invalidaba su segunda opción, una llave especial que había conseguido para abrir puertas antiguas.
Pensó en rendirse y volver otro día. Fue entonces que escuchó algo al otro lado de la puerta.
Guardó silencio para escuchar con mayor detenimiento, volviendo a escuchar algo-o a alguien-oponiendo fuerza contra el metal. Alguien intentaba hacerle saber que estaba dentro.
Comenzó a golpear la puerta con todo su peso, ignorando el dolor que recorría desde sus hombros hasta su pecho con cada golpe. Igual movía la perilla desesperado, en caso de que aflojara y pudiera entrar. La persona al otro lado (quien ahora estaba convencido se trataba de Takato) daba el mismo nivel de pelea que él, si no más.
Vas a estar bien, gritó por encima del ruido, aunque no estaba seguro de que Takato pudiera oírlo. Tampoco estaba seguro de que golpear la puerta estuviera logrando resultados. Debía conseguir ayuda.
— ¡Espera aquí, Takato!
Gritó, corriendo por los escalones hacia el primer piso. Debía darse prisa, entre más tiempo esperara más cerca debía estar Azumaya de regresar.
Llegó a donde estaba el empleado de antes, apenas tomando tiempo para respirar antes de pedirle ayuda.
— Dejé a mi hijo encerrado en la habitación, ayúdeme por favor.
Aquella mentira salió fácil y naturalmente de su interior, como si la hubiera estado practicando en el camino abajo. Tal vez la desesperación revelaba ciertas características desconocidas en las personas.
![](https://img.wattpad.com/cover/304077592-288-k95532.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Carnal Instinct
FanfikceTakato Saijo, el hombre más deseado número 2, despierta en medio de un apartamento que no reconoce, desnudo, esposado, y con una pierna rota. El monstruo que lo retiene como su prisionero no lo dejará escapar, sometiéndolo a distintos tipos de tortu...