Las batallas de Maikel#4

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Los antepasados de los hombres contaban que cuando se marchó el Dios Maikel de su hogar, cansado de la lucha de sus hermanos llegó a un inmenso volcán en medio del universo.

Ninguno de los 7 dioses originales conocía ese lugar, por eso cuando Maikel lo diviso a lo lejos se quedo exhausto, se le paralizo el cuerpo al completo cuando pudo ver esa guarida infernal y desconocida.

No podia pensar en quien o qué se escondía ahí, sin pensarlo 2 veces alzó sus alas y se desplazó hacía aquel descomunal y tenebroso volcán.

Al llegar tuvo una calurosas bienvenida pues ni más ni menos sin darse cuenta acabó aterrizando en medio de las maniobras de entrenamiento de un grupo de dragones.

Uno de aquellos monstruos igneos y rabioso se le lanzó al instante, Maikel lo esquivo sin tener que esforzarse y de solo un puñetazo lo partió por la mitad.

Con sarcasmo y una sonrisa pícara les  preguntó a los otros ¿Eso es todo ?.

Otros 5 dragones se le echaron encima y los repelió con un fuerte movimiento de sus plateadas alas.

Desenvainó una pequeña daga y solo con esa minúscula arma giró su muñeca, en varios movimientos rápidos corto en cien pedazos a 2 dragones.

Los otros tres cayendo al ardiente suelo con cara de asombro. Cuando  se dieron cuenta Maikel ya estaba parado encima de ellos observandolos con expresión de diversión y limpiando la sangre azabache de la hoja de su daga.

Cuando por fin pensaron en reaccionar Maikel ya habia aplastado a uno de los 3 con una gran patada, una patada tan fuerte que dejó un cráter en el suelo. Los otros dos acabaron en la otra punta a causa de la onda expansiva.

Un dragón se cayó por un precipicio, el otro antes de caer al suelo ya había sido descuartizado por las centelleantes manos del alado guerrero celestial.

Maikel les venció sin esforzarse pero seguía reflexionando porque aquellos dragones eran distintos a los creados por  su macabro hermano Nerón.

Unos pocos metros más adelante se encontró con otro pequeño grupo y la escena se repitió esta vez el suelo se volvió azabache por la sangre de los dragones. Maikel con la intención de ser más rápido en terminar, los decapito a los 6 de una sola estocada.

El joven Dios, siguió pensando y decidió llegar al fondo de aquel misterio. Pasó una hora desde que empezó a explorar ese paisaje Apocaliptico y se encontró con un grupo de 125 dragones antes de que lo descubrieran cojió una gran roca y con ella aplasto a 10 enemigos.

Usando sus plateadas alas produjo un destello grisáceo que dejó aturdidos a la mayoría del aquel mini ejército, en medio del desconcierto apareció él soltando pequeños puñetazos a todo el que se le cruzaba.

Cuando se aburrió del cuerpo a cuerpo desenvaino otra vez la daga y así masacro a 25 dragones en 2 escasos minutos .

Cuando volvieron en si los otros 100 y Maikel se preparaba para masacrarlos llegaron otros 200 malditos dragones que empezaron a acribillarle con gigantescas llamaradas de fuego.

Despues de un rato de estar recibiendo ataques igneos entre las llamas de aquel infierno surgió una gran sombra pero enseguida volvió a desaparecer entre las llamas.

Cuando los dragones dejaron de atacar se quedaron quietos mirando a aquella hermosa escena infernal.

Cuando menos se lo esperaban ubo un terremoto que agrieto el suelo.

Entre ellos apareció Maikel pero esta vez iba vestido con una brillante armadura Blanca  y portando una larga lanza. A primera vista no sufría ningún daño pero su cuerpo tenia alguna que otra leve quemadura.

Maikel levantó su lanza apuntando a hacia arriba, la volvió a bajar y cuando la afilada punta choco con el suelo  un pequeño grupo de dragones que estaba en esa misma dirección acabó saliendo volando por los aires como si un tornado los absorbiera.

El resto del ejército salió corriendo hacia maikel que repitió la jugada de la lanza para deshacerse de los primeros 50, con la punta de la lanza ensalto a otros 50.

Volvieron a quedar 100 dragones, la extraordinaria armadura desapareció dejando a la vista  el torso desnudo del dios. Maikel les dijó que los que quedaban no iban a tener la suerte de morir tan rápido.

El grupo de los 100 se dividió en 2 partes, la primera para atacar y la segunda orda de 50 se pusieron a un lado  meditando.

Maikel quedo confuso ante la estrategia, de su mano empezó a emanar una pequeña esfera de color rojido que lanzó en medio del campo de batalla.

La esfera se quedo flotando y cuando el primer grupo comenzó el ataque ubo una pequeña explosión que acabó desintegrando a los 20 primeros.

Al sitio donde estaba Meikel consiguieron llegar 10 dragones que acabaron esparcidos por el terreno a recibir  una rafaja a bocajarro de puñetazos envueltos en electricidad cortante.

Maikel se desplazó a la retaguardia de los 20 últimos golpeando con sus palmas al suelo provocando otro terremoto.

Cuando el terremoto terminó del suelo surgieron dos gigantescas manos de piedra que aplastaron a los enemigos.

Maikel terminó con el primer grupo y se fijó en el segundo se dió cuenta de que de los dragones  emanaba una agresiva y oscura energía.


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Nota del autor: Estoy editando la historia y por ahora solo lo voy a hacer hasta este capítulo.

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