Leyendas de fuego y oscuridad

Posesión #20

Erá un dia normal para Nanashi el hijo del dios Hiro. Que se dedicaba a custodiar la entrada al mundo Panteón. En esa entrada habitaban algunos demonios, dragones de bajo nivel y las almas atormentadas de algunos fieros guerreros.

Nanashi tenia un aspecto diabólico pero erá un alma bondadosa debido a eso tenia los ojos azules como su querido tio Uriel.

Un dragón intentó atacarlo y Nanashi lo estranguló con facilidad y fiereza. Nanashi erá un dios de segunda generación pero con las habilidades de uno de primera. En aquel lugar casi ningún enemigo le podia hacer frente.

Marius le había avisado por telepatía que un grupo de guerreros atormentados preparaban una pequeña rebelión.

Nanashi normalmente luchaba con sus propias manos pero erá capaz general una espada de energía en su mano. Su cuerpo lo revestia una apretada armadura negra.

Nanashi subió a una montaña y se escondió para atacar por sorpresa a los guerreros que ya divisaba en el horizonte.

Cuando llegaron a su posición les tiró una gran roca y seguido saltó sobre ellos dando comienzo a la que sería su última y más duradera batalla.....

Los guerreros atormentados solian ser más agresivos por sus recuerdos de las antiguas batallas y por la impotencia que sintieron al morir en combate.

Nanashi chocó sus palmas produciendo una onda expansiva que separó al grupo enemigo en 2 partes.
Nanashi empezó a sentir una extraña energía a su alrededor seguramente serian imaginaciónes suyas.

Sin mucho esfuerzo venció a el grupo más cercano en el segundo grupo pudo distingir dos enemigos que erán distintos vestidos con túnicas negras.

-¿Será de ellos esa extraña energía que siento?- Se preguntó Nanashi

Los guerreros intentaron hacer frente a Nanashi pero pese a que fueran tan agresivos Nanashi erá mucho más poderoso. Nanashi concentró su energía en su mano formando con ella una especie de espada naranja con la que doblegó a los guerreros.
Pero seguian estando aquellos dos extraños de pie observando la habilidades de Nanashi.

Uno de los extraños el más alto se quitó la túnica su cuerpo erá una especie de sarcófago. Un sarcófago con vida propia y variada movilidad. El más pequeño que tenia la estatura de alguien de unos 15 años se dió la vuelta y antes de irse dijo.

-Seth no atrases los planes. Yo iré al castillo de Hiro-

Nanashi atacó con su espada de energía a su extraño enemigo pero Seth lo paró con una mano y le retorció la muñeca haciendo que la espada desapareciera. Parecía que aquel ser igualaba su fuerza.

-Mmm ¿eso es todo?- dijo Seth

Nanashi le respondió con una patada en la cabeza. Seth soltó su muñeca y su mano metálica atravesó a velocidad el hombro de la bestia. Nanashi aguantó el ataque como si nada dandole un cabezazo a Seth en lo que parecía su cara.

Seth se tambaleo y Nanashi le propinó varios puñetazos por el cuerpo y un rodillazo en el pecho. El cuerpo de Nanashi se envolvió en una energía roja que aumentaba su fuerza. Seth seguía tambaleante y Nanashi a pesar de su herida en el hombro no cesaba en su empeño de aniquilar a aquel ser metálico con forma de sarcófago.

Nanashi se desplazó hasta la espalda de su macabro enemigo atravesandolo completamente con su puño. Seth quedó de pie arqueado hacia delante y el sarcófago que formaba su cuerpo se abrió dejando ver una extraña espada que flotaba en el aire y estaba rodeada por una energía morada.

Entonces Seth se dió la vuelta mirando fijamente a Nanashi agarrandolo de los hombros y de sus ahora ojos rojos salió esa misma energía morada que se metió agresivamente en el cuerpo de Nanashi. Los dos contrincantes acabaron tirados en el suelo y el silencio invadió aquel lugar.