Los acontecimientos de los meses pasados parecían demasiado lejanos ahora. Mi respiración entrecortada y mi corazón acelerado eran lo único que escuchaba.
El pánico se apoderaba de mi cuerpo, así como la esperanza de volver a ver la luz del día se había esfumado.
No era capaz de moverme y no me atrevía a hacerlo de todas formas, estaba consciente de que "él" no había bajado el revólver color negro en ningún momento.
Traté de fijar mi vista únicamente en Jimin. Yacía tendido en el suelo sin moverse, sobre ese charco de sangre que se continuaba extendiendo por todo el húmedo lugar. Estaba tumbado de lado, dándome la espalda, por lo que no podía asegurar si se hallaba muy mal... rogaba con todas mis fuerzas que siguiera vivo, aunque la escena no resultaba muy alentadora.
"Él" caminó hacia mí con una cínica sonrisa en el rostro. Yo no permití que mis ojos se apartaran de Jimin hasta que ya tenía al sujeto justo enfrente. Miró a Jimin, luego a mí y chasqueó la lengua con fingida tristeza.
-Las cosas no parecieron salir bien ¿verdad? –me dijo con voz ronca. Pegó la punta del arma a mi frente y yo sólo pude tragar grueso.
-No le hagas daño... por favor –dije en un tembloroso susurro, mentalizando mis palabras como las últimas.
- ¿Me pides eso después de que él tratara de asesinarte? –se exasperó.
-No importa lo que haya hecho... sólo promételo...
-Y ahí está de nuevo –dijo riendo abiertamente-. Esa cosa patética que llamas amor te trajo hasta aquí... ¡de no ser por él tu estarías en tu casa tranquilamente! Y ahora sin embargo... –bufó dejando la frase al aire. Yo no hablé-. En fin... te mandaré al infierno junto con él, así que no lo extrañes demasiado.
-Ahí nos veremos entonces... –murmuré con valentía... o quizás testaruda estupidez, observándolo desafiante.
Él soltó un gruñido de inconformidad. Escuché el chasquido que hizo el arma cuando hizo el percutor fue jalado hacia atrás de forma amenazante, listo para soltarlo y terminar con mi patética vida con ese sencillo movimiento.
Cerré los ojos despacio, sintiendo que la valentía de hacía unos momentos desaparecía por completo.
Cientos de veces imaginé mi muerte, y nunca le temí, pero era horrible pensar que todo acabaría así: Un revólver en mi frente, de rodillas y sin poder acercarme a Jimin para cerciorarme si aún respiraba, si aún estaba vivo. Más miedo acometió contra mi pecho y el aire pareció solidificarse. Apreté los ojos con más fuerza y derramé un par de lágrimas sin poder evitar el temblor de mis manos que cerraba con fuerza, esperando el ultimo sonido que escucharía... el de un disparo...
Me sorprendía el hecho de que morir me asustara tanto. Hacía unos meses estaría resignado, pero ahora no. No quería morir, no quería dejar el mundo de los vivos, porque ahora tenía un verdadero motivo para estar vivo... y ese motivo estaba en el suelo, sangrando abundantemente, y quizás... muerto.
-Discúlpame –susurré dirigiendo mis palabras exclusivamente a mi adorado Jiminie... que, aunque estuviera vivo o muerto, de todas formas, no podría escucharme-. Discúlpame Jimin... –otra lágrima salió de mis párpados fuertemente apretados-. Te fallé... –musité.
El asesino estiró una sonrisa al escuchar mis palabras, pareciendo entretenido de oír mi herido lamento, que no se encargó de suavizar su mirada sedienta de muerte... más bien, la avivó...
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La primera vez que leí esta historia me encantó y buscando por wattpad me di cuenta de que no había una versión Kookmin, creo, y dije "Realmente es necesario" :3 . Espero que si alguien lee esto disfrute y se sumerja en esta historia llena de misterio y amor.
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Seducción Homicida °Kookmin°
FanfictionUna noche como las demás, en la Morgue. Jeon Jungkook solo tiene que encargarse de un último cadáver, lo trajo la policía, nadie lo ha identificado aún. Corre el cierre de la bolsa y examina el cuerpo. Sin embargo...está respirando. Jungkook lo rean...