4. ¿Qué significa un beso?

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La luz del sol se coló por la ventana hasta alcanzar mi rostro. Maldije aún entre sueños por haber olvidado cerrar las cortinas y me di la vuelta para quedar boca abajo en esa suave y cómoda superficie sobre la que me hallaba.


Unos segundos después, me percaté de que esa superficie era peculiarmente diferente a la de mi cama. Aún con los ojos cerrados y las cejas juntas a causa del desconcierto, pasé mi mano por esa suave área que me rodeaba y entonces me di cuenta de que se trataba de la alfombra de mi sala.


Abrí los ojos y me senté con rapidez.


"¿Cómo demonios llegué hasta aquí?"


Las imágenes de la noche anterior estaban difusas en mi cabeza, pero una apareció de golpe... un rostro muy hermoso y unos orbes avellana.


-¡Jimin!


Miré alrededor.


No había nadie a la vista. Miré el sillón donde había dejado sus ropas, pero tampoco estaban. Desconcertado, me levanté y comencé a buscar con la mirada algún indicio de que de verdad había traído a un tal Jimin a mi apartamento después de haberlo resucitado milagrosamente.


Pero nada.


-Entonces todo fue un sueño... -murmuré.


Me percaté de mi tono un poco decepcionado. Fue inevitable. Había sido tan hermoso y real, Jimin había sido tan hermoso y tan real. Llevé las yemas de mis dedos hasta mis labios. Era como si pudiera recordar el tacto de sus labios sobre los míos. Sin duda, había sido el sueño más extraño, emocionante y vívido que hubiera tenido nunca.


Pero sólo había sido eso, un sueño, y ya era tiempo de despertar. Al mismo tiempo, debía agradecer que lo fuera, ya que eso significaba que mi vida era tan tranquila como siempre y que no estaba teniendo ningún tipo de sentimiento inapropiado como los que siempre he odiado.


Mi reloj marcaba las diez. No era costumbre mía levantarme tan tarde y aún no me explicaba el porqué de haber amanecido en la alfombra, cuando tocaron a la puerta.


"Creo que conseguí algo de cocaína después de todo..." pensé dirigiéndome hacia la puerta para abrir "Eso explicaría cómo acabé donde amanecí y el magnífico sueño..."


Oh, claro... creo que olvidé mencionarlo. Yo, Jeon Jungkook, prestigioso médico forense, con un lindo coche, apartamento, y un inquietante gusto por la muerte... soy un alcohólico y drogadicto.


Teniendo una juventud como la que yo tuve, y esa forma de pensar tan diferente, quizás hasta preocupante, uno se desespera fácilmente. Ya he dicho lo poco que me importaba estar vivo o muerto, y por eso tantas veces estuve a punto de cometer una estupidez. Pero Nam siempre se había hallado cerca, por lo que el hecho de que llevara un año sin verlo había hecho más frecuente mi uso del alcohol y pastillas antidepresivas. Casi en exceso.


Es difícil y doloroso seguir viviendo cuando uno ya no lo desea, pero tengo un hermano y una madre en algún lugar de Seúl, que al igual que Nam, se han preocupado mucho por mí, y a pesar del sufrimiento que me causaba seguir intentando, yo no podía remediar las cosas con una pistola o una cuerda, sería mandar todas las atenciones de los tres mencionados, al demonio.

Seducción Homicida °Kookmin°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora