9. Sorpresa, no existes

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Nos hallábamos sentados en la sala, yo me sentía muy molesto porque Namjoon se había puesto a "conocer" a Seokjin y a Taehyung y ahora ellos le platicaban lo ocurrido en la Morgue el día de hoy.

- ¿El hombre le preguntó...? –Namjoon parecía contrariado.

-Jinx –asintió Tae-. O eso escuchó Jimin.

-Eso es "mala suerte". ¿A qué se referirá? –preguntó Tae pensativo.

-No sabemos. Y según mis compañeros no había nadie sospechoso cerca –dijo Jin-. El sujeto simplemente se esfumó.

-Sí, bueno –interrumpí-. Namjoon Hyung, tenías algo muy importante que decirnos, ¿no podrías...?

-Calma Jungkookie, todo a su tiempo –me dijo Nam apacible y sacándome de mis casillas como solo él sabía.

-Ahm... aquí hay algo de refresco si quieren –ofreció Jimin que venía de la cocina con una bandejita llena de vasos con refresco.

- ¡Gracias Jimin! –exclamó Namjoon-. Ya estaba sediento.

Jin y Tae respondieron afirmativamente y todos tomaron un vaso. Yo tomé el mío lentamente.

-Gracias Jimin –murmuré.

Él sonrió y fue hacia la cocina de nuevo con la bandeja vacía.

-Toda un ama de casa ¿eh? –musitó Nam antes de llevarse el vaso a los labios.

- ¿¡Qué dijiste!? –grité de repente enojado.

Namjoon continuó bebiendo hasta dejar el vaso a la mitad, lo dejó en la mesita y me miró ladeando la cabeza.

- ¿Quién? ¿Yo?

Bufé y me recargué en el respaldo con los brazos cruzados. Jimin volvió unos segundos después y se sentó en el reposabrazos que yo tenía a un lado.

-Entonces, ¿qué es lo que averiguaste, Namjoon? –preguntó educadamente.

Nam se estiró un poco y se acomodó en el sillón. Lo miré ceñudo cuando se rasco la nuca con pereza.

-No sé cómo se lo tomarán, pero...

-Hyung, dinos ya –exigí sin mucha paciencia.

-Bueno –suspiró con resignación-. Busqué en la base de datos del departamento de personas perdidas si alguien había reportado a Jimin, pero como supuse, nadie lo hizo.

Jimin torció el gesto y miró sus tenis.

-Entonces tuve que irme un poco más a los extremos –lo miramos sin entender-. Quiero que sepan que no es... muy legal hacer lo que hice, pero...

-Nam –advertí.

-Bueno, entré a la base de datos del gobierno donde tienen basta información sobre toda persona que vive en Corea del Sur, desde nativos del país como extranjeros que se mudan acá.

- ¿Entraste a la...? –Jin boqueaba incrédulo-. ¡Eso es...! Tú... ¡Podrías ir a prisión por haber hecho algo así! ¡Esa información es confidencial!

-Jin –Tae alzó las cejas.

Jin quitó su cara de sorpresa y se aclaró la garganta.

-Perdón...

-Conocía las consecuencias –admitió Nam-. Pero los únicos que sabemos que yo hice eso estamos en este apartamento. Así que espero no decidan delatarme.

-Convénceme –dije un poco retador a causa de tanto misterio, porque Nam sabía lo mucho que odiaba que hiciera eso.

-Siempre tan adorable, Jungkookie.

Seducción Homicida °Kookmin°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora