Capítulo 19: Dos años atrás

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   Habían pasado dos meses desde que Álex y yo comenzamos a salir. Todo iba totalmente normal, hasta llegué a creer que era mi ángel de la guarda, solía aparecer en los momentos que más lo necesitaba y siempre estaba ahí para ayudarme. Eso hasta que poco a poco su máscara iba cayendo.
 
   Era dos de septiembre, noche de mi cumpleaños, y me había invitado a un lugar, dicho lugar era secreto. Aunque era de esperarse que había una fiesta sorpresa:

  —¿Cómo? —Pegué un grito por la fiesta, pero esta no fue la que más me impactó. Allí se encontraban las personas que habían hecho mi vida un asco total: Amber, Jenny, Ana, Diego y no faltaba por mencionar a Edi.

  Por suerte para mi también se encontraba una de las personas más preciadas de mi vida, Alice, su sonrisa entre todos acariciaba mi existencia. Pero en esos momentos la pregunta era ¿Que hacían ellos allí? Realmente me asustaba el hecho de las apariciones de todos, eso hasta que habló Amber:

  —Charlotte, en nombre de todos te pido una disculpa, aunque se que eso no basta para todo lo que hemos hecho, pero queremos que sepas que estamos aquí para arreglar las cosas entre todos —Luego de lo dicho por Amber me quede hundida en mis pensamientos al menos durante un minuto.

   Hasta que una sonrisa discreta y con maldad resaltó en Ana. Pensé que algo se traían entre manos, pero esa era mi noche, la más especial y no quería que se arruinara —Aunque en realidad esa sería la peor noche de todas más tarde —.

  —Acepto las disculpas y quedan perdonados —. Dije sin más rodeos.

  —Eres diferente a cualquier otra que yo haya conocido antes. —Me dijo Alex en el oído, me viré hacía él y lo besé, sus besos eran como magia. Sus labios eran carnosos, y sabían cómo jugar con otra boca, dejando marcado el recuerdo de un beso suyo en cualquier otra persona.

   Estuvimos bailando y bebiendo como jóvenes locos por un buen rato. No quise escuchar la música que solía gustarme por respeto a los demás. El lugar donde nos encontrábamos era la casa de Alex, sus padres se encontraban de viaje —era típico hacer fiestas en esos momentos —.

  Me recordaba sentada hablando con Alice y Alex cuando de un momento a otro estaba en una habitación a solas con el chico que me gustaba. Yo sabía por que estábamos allí pero no sabría como reaccionar. En esos tiempos aún mantenía mi virginidad intacta, como un cristal pulcro, un tesoro para cualquier chico.

  Comenzó a tocarme, mis piernas estaban temblorosas, ¿Podía sentir placer? Sí y mucho, pero la falta de experimentación hacia que mi corazón palpitara muy fuerte solo por los nervios que sentía cuando se acercaba a mí.

  —¿Puedo? —me preguntó al oído mientras que semi levantaba la sudadera azul que llevaba conmigo esa noche.

  Mientras tanto yo no decía ni una palabra, me quedé quieta como una estatua, sin saber tan siquiera como comenzar yo.

  —Lo tomaré como un sí —se había decidido y comenzó a desnudarme, luego se quitó su propia ropa.

   En los momentos en los que nos encontramos en las sábanas, no sabía que hacer, sentía pena, miedo y mucha inseguridad. Así pasó la noche, luego me llevó a casa.

  Tirada en mi cama no dejaba de pensar que lo había hecho mal y que no le habría gustado para nada. El hecho de que fuera mi novio me daba un poco de seguridad, llámame ingenua pero a todos nos gusta creer que somos especiales para alguien en la vida. Yo en dos meses me sentía el centro de su vida por toda la atención que él mismo me daba, así que decidí dormir tranquila, pues con él estaría a salvo.

   Al día siguiente me dirigí como siempre al Instituto, esta vez iba un poco retrasada por lo que Alice se fue delante. Al llegar allí noté las mirada y las risas de los demás estudiantes, corrí hacia el salón de clases. Todos miraban su celular, y luego se reían. Todos me miraban, asi que con curiosidad hablé delante de todos:

—¿Qué les parece gracioso trozo de imbéciles? —Era normal que yo hablase así en mi colegio, igual todos allí se traban entre ellos mismo como nada, sin respeto u honor alguno.

  Alice me agarró del brazo y fuimos hasta el baño, allí me enseñó la razón por la cual todos estaban así:

  —¿Por qué algunas personas se empeñan en arruinar mis momentos más felices? —partí a llorar tras ver lo que el celular mostraba.

∆∆∆

Notas

Creo que suponen en su cabecita que es lo que pasó. Perra Amber jajaja con disculpas más falsas que el “no te voy a pegar de mi mamá”
🦝Dio mio como es posible que yo este suceso XD... Faltan tan solo pocos capítulos para que este fin del pueblo se impacte ante las noticias 🤓

Demonios OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora