Demonios Ocultos

Capítulo 9: El profesor

∆Charlotte∆
La semana siguiente transcurría normal para mí, logré arreglar la moto y las clases iban geniales.

∆Aaron∆

Fueron incansables las veces que leí el documento que me había entregado el comisario, pero aún así mis dudas no se desvanecían. Creí necesario visitar la comisaría otra vez, se que Fred conoce más acerca de todo lo que estaba pasando, y podría proporcionarme información necesaria.
Una vez estando allí, interactúe con el comisario:

  —De hecho sí, hace dos años existió el extraño caso del asesino de Telluride —Decía mientras que se levantaba de su mesa y buscaba en los casilleros documentos sobre los distintos casos.

  —¿El asesino de Telluride? —preguntó Aaron con gran curiosidad.

  —Sí, se trataba de un asesino que mataba a sus víctimas mediante la garganta, al igual que ahora.

  —¿Pudiera tratarse de la misma persona?

  —No lo sabemos, esta vez no conocemos mucho de los hechos.

  —¿El asesino fue liberado? —el comisario lo miró con una cara realmente preocupante a lo que respondió:

  —Aún peor, nunca fue capturado. No se sabe nada acerca de su identidad, no dejó pista, nunca lo encontramos.

  —¿Entonces que ocurrió luego con el caso?

  —Durante un año no sucedió nada más, por lo que decidimos cerrar y archivar el caso —y le entregó los archivos que hablaban sobre este —. Puedes buscar respuestas ahí, seguro las encontrarás.

  Luego de eso me fui a casa. Allí en la noche decidí revisar dichos documentos, descubriendo lo peor de esos años.

  En la escuela secundaria de Telluride comenzaron a desaparecer chicos del salón B, algunos aparecían muertos y muchos simplemente no fueron encontrados. Fue a esto a lo que denominaron como “La maldición del salón B”. No solamente ahí, sino que, en el centro de Telluride también solían desaparecer o morir misteriosamente las personas.

  Encontré los nombres de los estudiantes que conformaban el grupo entre los que nuevamente encontró a Charlotte y Alice su amiga.

  Solo me restaba investigar sobre el director de la escuela y el profesor de dicho salón.

  ∆∆∆

La información proporcionada en esos archivos no me era suficiente, nesetiba a alguien que hubiera vivido las masacres con sus propios ojos. A la mañana siguiente me desperté bien temprano, no desayuné para no demorar el trabajo y realicé otra visita a Fred:

—La maldición del salón B, incluso en día de hoy es como una leyenda urbana para los estudiantes de secundaria —contestó Fred ante el resumen hecho por mí.

—Sea quién sea está persona, no solo asesinó estudiantes, sino personas del mismo pueblo.

—Es que hay algo que te parecerá más extraño.

—¿Qué es?

—Las personas que habitaban en el pueblo desaparecieron sin dejar rastros, sin poder saber más nunca de ellos… eso es lo que diferencia los dos casos.

—¿Cómo?

—Que sin embargo, los estudiantes asesinados por dicho sujeto si aparecieron. Los mataba y se encargaba de que la policía encontrara los cuerpos —. Quedé realmente atónito. La pregunta ahora era ¿Por qué desaparecían personas y los estudiantes aprecian muertos? ¿Qué había de diferencia? ¿Por qué hacía esto?