Varios días después de estar metida en casa haciendo reposo han pasado porque nadie ha querido que me mueva en estos días por precaución hasta que vaya de nuevo al médico. Y por fin ha llegado ese momento.
Hoy es la revisión.
Durante estos días me lo he pasado algo aburrida por las mañanas puesto que al no ir a la universidad no sabía qué hacer. En verdad llevo ya bastante sin pisar un pie en ella, pero como es el último curso solo tengo que terminar las prácticas y examinarme de varias asignaturas.
Está muy mal por mi parte no asistir, soy consciente de ello. Sin embargo, lo he tenido muy complicado. En cuanto me recupere prometo volver a ser responsable y no meterme más en problemas.
Una de las cosas buenas que he podido disfrutar en este tiempo ha sido la compañía de Logan y Aaron. He podido conocerlos mejor y son de lo más divertidos, bueno Aaron es digamos más serio, pero tiene su punto de gracia. El otro día decidimos cocinar los tres juntos.
Y no se le ocurrió nada mejor a Logan que hacer un concurso para ver quien cocinaba el mejor plato.
Obviamente ya sabemos quién fue el ganador. Yo no soy ninguna experta en la cocina, casi siempre he sobrevivido gracias a las comidas preparadas que pido a domicilio. No obstante, he de decir que no me salió tan mal como esperaba.
-¿Bella estás lista?
Logan se ha ofrecido para acompañarme al hospital ya que Liam está trabajando en la empresa y no quería que se ausentara por esto.
-Sí, estoy lista.
Cuando llegamos después de estar unos quince minutos conduciendo, una enfermera nos recibe amablemente y nos indica que nos sentemos en la sala de espera hasta que llegue mi turno. No tardaron mucho en llamarme para la consulta y cuando lo hicieron Logan se quedó esperando afuera.
-¿Te has sentido mareada estos días?
-No. He estado bien la verdad.
-Bien. Las pruebas indican que todo está orden asique no debes preocuparte.
-¿Puedo dejar ya de estar en reposo?
-Si, pero aun no esfuerces demasiado estos primeros días. ¿De acuerdo?
-Vale.
Al salir de la consulta me siento aliviada de no tener ninguna secuela del golpe. Mientras caminamos hacia la salida del edificio del hospital le cuento lo que me ha dicho el doctor. Después Logan me avisa cuando estamos yendo en dirección de nuevo a su coche que tiene que irse a la universidad. Que me dejará primero en casa y luego se marcha, pero yo no quiero ser más molestia para él por lo que le he dicho que iré caminando a casa. Él al principio se ha negado rotundamente pero más tarde he podido convencerlo a medias diciéndole que así aprovecho para ir hacer unos recados.
Ahora me encuentro andando siguiendo una extensa calle que parece que no tiene fin. El sol cálido de la mañana junto con el viento que sopla suavemente se siente en mi rostro.
En este tiempo de paseo he decidido que hoy prepararé yo la comida para cuando vengan de la universidad los dos a modo de agradecimiento. Le estoy dando vueltas a la cabeza sobre qué hacer, pero no se me ocurre nada. Agarro mi móvil en busca de recetas. Cada vez que miro una para ver su elaboración me resulta de lo más complejo.
¿Unas hamburguesas con patatas no están mal? ¿Verdad?
Decidido voy en busca de los ingredientes que necesito en un mercado que encuentro cerca de esta zona y cuando ya lo tengo todo me dirijo hacia casa.
Ya al medio día comencé con todos los preparativos para hacer las hamburguesas. Logan y Aaron llegaron justo a tiempo de que terminara de hacerse la carne. Ambos quedaron encantados, aunque tampoco haya sido un plato del otro mundo, pero el caso es que estaba bueno.
ESTÁS LEYENDO
Sr. Magnate
RomanceBella Harvins, una hermosa joven de 22 años que está a punto de acabar la carrera en la universidad consigue una beca para realizar unas prácticas en una de las empresas más importantes de Atlanta. Rogers Coorporation. Lo que no espera es que el her...