Capítulo 29

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-¡Por fin sábado! -alza la voz Logan tras levantarse y dirigirse hacia la cocina. Aaron y yo nos estamos dedicando a preparar el desayuno al levantarnos media hora antes que él

-No parecen muy contentos vosotros dos.

-¿Es un día especial o algo así? -pregunto al no tener idea de por qué está tan contento. 

-¿No te acuerdas?

-¿Acordarme de qué?

-Porque hoy hemos quedado con tus amigos para salir. Por eso está tan feliz -me recuerda Aaron.

Es cierto, se me había olvidado por completo. Logan se une a nosotros para terminar el desayuno. Nos dividimos las tareas para agilizar el proceso. Aaron se encarga de preparar las tortitas al darse mejor la cocina, yo me encargo de hacer el café y Logan se ofrece a preparar la mesa y cortar alguna fruta fresca. Al mismo tiempo charlamos sobre la noche que nos espera. Es la primera vez que salimos todos juntos a pasarlo bien y también hace mucho tiempo que no he salido entre la universidad y el trabajo.

Mi perspectiva sobre esta noche es buena o el menos eso quiero pensar.

Una vez que todo está listo, nos sentamos alrededor de la mesa para disfrutar del delicioso desayuno. El resto del día lo pasamos en casa hasta que cayó la media tarde. Decidimos quedar sobre las nueve en la puerta de la discoteca.

Al llegar, vemos una fila de personas esperando para entrar. Decidimos unirnos a ella y esperar a que lleguen los demás. La emoción de Logan por esta noche se puede sentir en el ambiente. Hasta diría que se lo ha contagiado a Aaron.

De repente una voz se escucha detrás de nosotros.

-¡Aquí estamos!

Es Bruno y a su lado se encuentran mis dos amigas.

-Perdón por llegar por tarde, pero alguien necesita dos horas para arreglarse -dice Ana mirando de reojo a Bruno -Es peor que una chica.

-No he tardado dos horas.

-Que va, solo una hora y cincuenta y nueve minutos.

-No os preocupéis aquí hay cola para un rato -intervengo porque veo que quieren seguir peleando.

Conforme vamos avanzando para que llegue nuestro turno, el sonido se hace más fuerte a medida que nos acercamos a la puerta. Cuando entramos por el umbral, somos recibidos por el portero del local que nos abre la puerta y en ese momento una explosión de luces, colores y ritmos vibrantes se percibe en el ambiente. El lugar está lleno de personas animadas que bailan y disfrutan de la música a la vez que sus copas están cargadas hasta arriba de alcohol.

-Primero vamos a por las bebidas -grita Bruno para que podamos oírlo por el ruido del jaleo.

Nos dirigimos hacia la barra. El lugar está abarrotado, pero con paciencia logramos abrirnos paso entre la multitud. Los camareros están ocupados asique esperamos que pueda atendernos.

Ya con nuestras copas en la mano, que sinceramente no sé ni de que es la mía puesto que ha sido Bruno quien las ha elegido, nos abrimos de nuevo paso hacia un hueco en la pista. Después de darles unos tragos Ana, Bruno y Logan se van hacia donde está todo el mundo bailando. Vemos como la euforia y la diversión se apoderan de ellos.

-¿Tú no te animas? -me pregunta Aaron.

-Necesitaré más de una copa para unirme a ellos -contesto para después darle un trago a mi copa.

-¿Y tú cuál es tu excusa? -se dirige a Lydia.

-Yo... el baile no es lo mío. Prefiero quedarme aquí disfrutando de la música y observando. Además, estoy segura de que ellos se encargarán de dar un buen espectáculo asique es mejor observarlo desde la distancia -responde Lydia con una sonrisa- ¿Te acuerdas de la última vez?

Oh vaya si me acuerdo. Fue en la fiesta de fin de exámenes de la universidad. La verdad que fue todo un momentazo lo de aquel día. No pude parar de reír.

-Como se disfruta de la música es bailando. Asique... -Aaron agarra la mano de Lydia y tira de ella -Vamos a bailar.

-¿Qué? ¡No! ¡Espera! ¿Y ella?

-Ahora vendré a por ella.

Veo como la arrastra hasta donde están los demás bailando y dejándome algo perpleja por la situación. No esperaba que Aaron fuera capaz de tal cosa. Me rio ante lo que está pasando, se ven graciosos. Doy otro trago y me doy cuenta de que se está acabando.

Necesito otra, sobre todo si Aaron decide a volver a por mí.

Me dirijo nuevamente a la barra y me sorprende ver a una de las camareras, una chica que trabajaba para Lara, mi antigua jefa. Su nombre es Sasha. Al girarse para atenderme, noto que me reconoce.

-Hola Bella, cuanto tiempo.

-Hola Sasha. ¿Trabajas ahora aquí?

-Ya ves, ¿qué quieres tomar?

-Ponme lo que sea. ¿Cómo es que has dejado el Secret?

-Me cansé de toda la mierda que había allí adentro. Así que me fui y ha sido la mejor decisión que pude haber tomado. No gano tanto como allí, pero me basta. Tú tuviste suerte en que aquel magnate pagara por ti.

-Sasha, ayúdame -grita otro de los camareros.

-Lo siento, debo seguir -se despide entregándome mi copa.

Le doy un sorbo, observando como Sasha se vuelve hacia los otros clientes.

Suerte.

Podría decirse que si la tuve al ser salvada por Liam.

-Sabes, creo que no necesitas más de una copa para divertirte -aparece Aaron y me quita la copa de la mano para luego llevarme hacia la pista de baile.

A regañadientes, pero intrigada por lo que Aaron ha planeado, decido seguirlo. La música retumba en mis oídos, dejándome llevar por el ritmo una vez que estamos con los demás. Aaron toma mi mano suavemente para guiarme, enseñándome a dejarme llevar por el compás.

Al mirar a mi alrededor, veo cómo Lydia baila junto Ana, Bruno y Logan. No puedo creer que haya logrado que ella baile. Las veces que hemos salido casi nunca lo ha hecho.

-¿Cómo has conseguido...?

-Tengo mis trucos -dice con una sonrisa pícara.

-Por fin te unes a la fiesta -llega Logan hasta nosotros.

La noche avanza y el ambiente se llena de risas, movimientos y luces. No solo estoy disfrutando de la música y el baile, sino también de la compañía de mis amigos. Los observo, y me siento afortunada de tenerlos a mi lado.

Hace tiempo que no compartíamos momentos como estos, y estoy disfrutando especialmente de la compañía de mis nuevos dos amigos. Se llevan bien entre todos y me alegro mucho de que sea así. 

Deberíamos repetir más momentos como estos más a menudo.

Deberíamos tener más noches como esta. 

Sr. MagnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora