-¿Bella puedes venir un momento a mi despacho?
La voz de James, mi nuevo jefe, se escucha a través de la otra línea del teléfono.
-Ahora mismo voy.
Hoy es una mañana fría y lluviosa en Londres. Bueno en verdad casi todos los días son así. Aún no me he acostumbrado a este clima gris y húmedo de la ciudad. Llevo en la capital británica hace más de un mes. Desde que he comenzado a trabajar como secretaría en esta empresa en el corazón de la ciudad, mi vida está cambiando poco a poco.
Aunque sea un poco rutinario todo lo que hago, por lo menos siento que no estoy tan perdida ahora como cuando llegué. Me ha costado al principio adaptarme al ritmo frenético de la vida en Londres. He conocido a muchas personas gracias a donde trabajo, he recorrido las calles de la ciudad y he descubierto rincones ocultos que ahora se han convertido en mis lugares favoritos.
A pesar de la distancia, sigo mantenido el contacto con mis amigos. Todos los días hago video llamadas con ellos asique en ese aspecto no siento tanta distancia. Pero es imposible evitar cierta nostalgia al no tenerlos presentes. Sin embargo, sé que he tomado la decisión correcta al mudarme a este lugar.
Toco a la puerta de su despacho.
James desde que he llegado me ha tratado muy amablemente. Es agradable trabajar para él. No como cuando estaba...
No.
Me niego a recordar.
-Bella necesito que prepares unos informes para la reunión de mañana.
-Claro, sin problema. ¿Hay que añadir alguna información específica que necesites?
-Sí, necesito que incluyas los datos de ventas del último trimestre y las proyecciones para el próximo.
-Entendido, estarán listos para mañana.
-Gracias Bella. Eres una gran ayuda para mí -responde con una ligera sonrisa.
Le devuelvo una sonrisa mientras contemplo como vuelve a ponerse a trabajar antes de dar paso a marcharme. No puedo negar su belleza. Tiene un porte impecable, viste de un traje a medida que resalta su esbelto y atlético físico. Su cabello castaño-rubio está perfectamente peinado y le da un toque de distinción. Sus ojos verdes posados en un informe brillan con inteligencia y confianza, agregando un encanto adicional a su atractivo aspecto.
Al llegar de nuevo a mi despacho, comienzo a preparar los informes. Reviso detenidamente los datos de ventas del último trimestre, analizando cada cifra y tendencia para asegurarme que sean precisos. Luego, me sumerjo en las proyecciones para el próximo trimestre, calculando posibles escenarios y estrategias para maximizar los ingresos.
El tiempo vuela mientras trabajo concentrada en los informes. De repente, alguien toca a mi puerta.
De nuevo James.
-¿No vas a comer?
Miro el reloj y no me he dado cuenta de que la mañana ha pasado tan rápido que es medio día.
-Sí, ahora iré a comer.
-¿Comemos juntos?
Me quedo unos segundos pensativa.
¿Comer con el jefe?
No sé si realmente es una buena idea. O puede que tal vez mi cabeza esté intentando comparar con el pasado. Niego ese pensamiento.
Para. Me digo a mi misma.
Tengo que tratar de dejar el pasado a un lado. Esto es distinto. James no es él. Solo me ha ofrecido comer juntos como compañeros de trabajo.
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Sr. Magnate
Roman d'amourBella Harvins, una hermosa joven de 22 años que está a punto de acabar la carrera en la universidad consigue una beca para realizar unas prácticas en una de las empresas más importantes de Atlanta. Rogers Coorporation. Lo que no espera es que el her...