Capítulo 7

2.3K 148 12
                                    


Las clases en la universidad comienzan al entrar el profesor por la puerta. Todo el mundo se queda callado sentándose en sus correspondientes asientos. Yo me encuentro sentada al lado de Bruno. Lydia y Ana llegaron más temprano que nosotros dos y como no quedaban asientos libres a sus lados no tuvimos más opción que sentarnos unas filas más atrás de ellas.

El profesor explica como si alguno de los presentes en clase se fueran a enterar de algo de lo que dice o eso creo porque no estoy entendiendo nada. Bueno creo que a decir verdad no estoy prestando mucha atención ni estoy centrada puesto que me paso todo el tiempo pensando en el estúpido magnate. No puedo quitarme de la cabeza lo que pasó anoche, el por qué no quiso que vaya hablar con mi jefa, su acercamiento, el tono que usó en su voz que hizo erizar mi piel y sobre todo cuando noté su mano posarse en mi cintura. No puedo negar que algo sentí cuando lo tuve tan cerca de mí.

-Pensando en lo que hiciste anoche? –la voz de Bruno me saca de esos pensamientos trayéndome de vuelta. Ladeo mi cabeza y veo que una sonrisa pícara muestra su boca.

-¿Qué? Deja de inventarte películas –digo volviendo mi vista enfrente porque noto como mis mejillas se sonrojan.

-Ya... ¿con quién estuviste?

-Con nadie –miento en cierto modo. Sí que estuve con alguien, con mi jefe, pero eso no voy a decírselo –No hay nadie en mi vida, ¿vale? –vuelvo a confirmarle y esperando a que deje el tema ya a un lado. Es verdad no hay ningún chico y es lo que menos quiero en estos momentos ¿Más complicaciones? No gracias.

-Ummm... está bien –responde no muy convencido dando por zanjado el asunto.

Después de varias horas más dando clase por fin se acabó la jornada de hoy y decidimos ir a comer juntos al bar que hay aquí en la universidad. Luego cada uno tomamos rumbo a nuestras prácticas y como tenía tiempo de sobra decidí irme caminando hacia la empresa para así despejarme y tomar el aire.

Cuando ya estaba visualizando el edificio acristalado vi una cafetería al otro lado de la acera y crucé para ir a comprarme un café. Como había algo de cola me puse en mi sitio a esperar y saqué mi celular del bolso para distraerme mientras llegara mi turno.

-¿Bella? –una voz atrás mía dice mi nombre. No puede ser... mi cuerpo se queda rígido porque creo reconocer esa voz. Me giro para confirmar mis sospechas y exactamente es él.

-¿Marco? ¿Qué haces aquí?

-Pues creo que lo mismo que tú, comprar un café –responde un poco sarcástico. Un silencio incómodo se presenta pero de momento este vuelve hablar -¿Qué tal estás?

-Bien, estoy bien, ¿y tú? –respondo un poco seca.

-También bien –dice igual de seco que yo y creo que esto se está volviendo algo desagradable por la incomodidad que hay entre ambos. Encontrarte con tu ex no es algo fácil. Nos quedamos unos segundos de nuevo callados observándonos –Bella... -comienza con un tono el cual ya me veo venir lo que va a decir –Siento lo que pasó...

-Marco no –intervengo de inmediato -Déjalo ya. Ya me pediste perdón en su momento.

-Bella... joder... he intentado contactar contigo, pero me tienes bloqueado de todo. No he sabido nada de ti en este tiempo y estaba preocupado.

-¿Preocupado por mí? –imposible evitar soltar una carcajada ante eso –¿Te preocupaste por mí cuando te estabas acostando con otra? -esto es ridículo. Me marcho saliendo de la fila a toda prisa. Oigo como este alza su voz diciendo mi nombre pero no hago caso y sigo caminando. De repente noto como su brazo se posa encima del mío agarrándome y haciéndome detener mi paso.

Sr. MagnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora