-¿Qué me estas queriendo decir con eso? -pregunta con una expresión confusa, aunque sabe claramente a lo que me refiero.
-Ya lo has oído.
-No estoy dispuesto aceptar esto que me pides.
-Debes hacerlo. Es lo que quiero. Acabas de decir qué harías lo que te pidiese.
-¡Cualquier cosa menos eso!
-No podemos estar juntos, Liam.
-¿Por qué no?
Puedo ver como su frustración es cada vez mayor.
-Porque ahora mismo no funcionaría. Es mejor darnos un espacio.
-¿Un espacio? ¡Llevo muchos meses esperando! ¡Ni siquiera me dejaste hablar aquel día! -grita lleno de rabia e ira. Me sobresalto al escucharlo y se da cuenta de ello, por lo que cambia el tono de voz a uno más calmado -Haré lo que sea necesario para que funcione.
-Por favor, no me lo pongas más difícil -le suplico porque nada de esto es fácil. Al menos para mí. Primero necesito procesar todo, quiero tiempo para estar sola y poder sanar todas las cicatrices que tengo abiertas. Sé que si vuelvo con él nada va a ser igual que antes. Tampoco confió en él. En si volverá a mentirme. A engañarme. A manipular las cosas y a mí. -Por ahora, necesito espacio. Tienes que entenderlo.
Está alterado. Puedo notarlo por la forma en que su cuerpo se mueve. Sus manos están apretadas y su mirada refleja una mezcla de enojo y preocupación a la vez. Entiendo su postura, pero él debe de entender la mía. Aún me siento engañada e utilizada. Puedo perdonarlo y aunque mis sentimientos hacia él estén presentes no puedo dejarme llevar por ellos. Primero quiero curar todo lo que está dañado. Lo que estoy pidiendo es necesario para mi propio bienestar.
-Necesito tiempo para mí misma -insisto, tratando de mantener la tranquilidad a pesar de la tensión que hay en el aire.
Él me mira fijamente, como si estuviera encontrando las palabras adecuadas para responder y no volver a sobresaltarse. Finalmente, suspira y sus pasos se aproximan a mí. Queda a pocos centímetros.
-¿Cuánto tiempo vas a necesitar?
-Eso no lo sé.
Cómo voy a darle una respuesta cuando el tiempo es algo relativo.
-Está bien... pero antes contéstame a una pregunta. -su mano agarra mi rostro inclinándolo hacia atrás. Entiendo que es para que ver mejor mi cara y sobre todo para que cuando le responda mis ojos le digan la verdad. Entonces fórmula la gran pregunta. -¿Tú me amas?
Su pregunta me toma por sorpresa. Un nudo presiona mi garganta al escuchar la pregunta. Noto su presencia tan cerca que su aliento cálido roza mi piel. El corazón me bombea con latidos fuertes mientras siento sus ojos fijos en mí esperando a que le responda. Sin embargo, el brillo de mis ojos creo que me delata. Le dicen la respuesta.
-Creo que ya sabes lo que siento por ti.
-Quiero oírlo de tu boca.
Trago saliva y me obligo a contestar.
-Sí, pero debes respetar mi decisión.
Cierra los ojos por un momento para luego soltar un suspiro.
-Tu decisión no la comparto, pero si eso es lo que quieres... -hace una breve pausa porque no quiere decirlo, pero lo hace. -Me iré. -responde aceptando mi decisión, aunque puedo ver como no va a dejarlo así. -Pero no creas que pienso rendirme. Volveré. No te haces la idea de lo persistente que puedo llegar a ser. -me advierte.

ESTÁS LEYENDO
Sr. Magnate
RomanceBella Harvins, una hermosa joven de 22 años que está a punto de acabar la carrera en la universidad consigue una beca para realizar unas prácticas en una de las empresas más importantes de Atlanta. Rogers Coorporation. Lo que no espera es que el her...