Acaba de pasar media hora. Treinta minutos en los cuales me he sentido completamente destrozada. Intento volver a mantenerme en pie para dar unos cuantos pasos hacia atrás alejándome de la escena que acaba de romper mi corazón. Persisto en avanzar a pesar de que las lágrimas aun empañan mis ojos y la angustia sigue apretando mi estómago.
Camino, intentando procesar lo que acabo de presenciar, mientras mis pies parecen cobrar vida propia y me arrastran por la calle con un andar lento y desorientado. Observo a mi alrededor, pero todo parece difuminarse. Mis sentidos están abrumados por una intensa tristeza al mismo tiempo que una profunda confusión.
Bajo la mirada, notando como mis manos tiemblan y una sensación debilidad me embarga. Me siento engañada y decepcionada en estos momentos. Poco a poco las lágrimas se secan en mis mejillas. Inhalo profundamente, tratando de buscar algo de tranquilidad en medio de este caos emocional.
Recuerdo lo que me escribió.
Una comida de negocios.
Una mentira.
¿Cuántas más me habrá dicho en este tiempo?
Descubrir esta mentira me hace poner en duda todo lo demás. Sobre lo que me ha dicho Sasha, incluso lo de Alex. Me advirtió sobre su hermano, pero lamentablemente no le quise hacer caso. En ese momento, pensé que solo eran celos porque estaba con su hermano. Ahora me doy cuenta de que pude haber pasado por alto una crucial advertencia.
Miro atrás y repaso todos los momentos que compartí con Liam. Cada palabra, cada gesto y cada acto se cuestiona en mi mente. Me atormenta la incertidumbre y la sensación de haber sido engañada.
La duda se extiende y siento la necesidad de descubrir la verdad, de saber si esa noche fue él quien organizó todo, y solo tengo una manera de hacerlo. Yendo de nuevo aquel lugar para encontrarme con Lara.
El camino se extiende interminable frente a mí, pero finalmente llego. Mi corazón late acelerado mientras avanzo hacia la puerta. Al abrirla, percibo que todo sigue igual que la última vez, nada ha cambiado. Paso a paso, atravieso el vestíbulo. A estas horas tempranas, casi no hay gente. Probablemente están preparando todo para la noche. Me dirijo decidido hacia el despacho de Lara, seguramente estará allí. Sin dudarlo, llamo a su puerta y, al entrar, me la encuentro sentada frente al ordenador. Su rostro refleja sorpresa y confusión al verme.
-Bella, que sorpresa. ¿Qué te trae por aquí?
-He venido porque necesito hablar contigo.
Ella me invita amablemente a tomar asiento frente a su escritorio. Siento un nudo de nervios en el estómago, preocupada por lo pueda descubrir. Aunque en el fondo, siento que mi mente ya espera lo que ya sabe.
-Si vienes por trabajo me temo que no voy a poder ayudarte.
-No he venido por eso -Ella frunce el ceño, claramente desconcertada -Quiero que me digas la verdad sobre lo que pasó aquella noche.
-No sé a qué te refieres Bella.
-Sí lo sabes -afirmo -Dime la verdad Lara.
Baja la mirada pensativa mientras juega con el bolígrafo en su mano.
-¿Cuál verdad?
-Fue Liam Rogers quien te pago por mí aquella noche.
Lara se queda en silencio por un momento.
-Lo siento Bella, pero no puedo darte ninguna información sobre aquella noche.
-Te pagó también por cerrar la boca, ¿no? Ósea que es cierto. Lo que me ha dicho Sasha es cierto.
-¿Has visto a Sasha?
- Bella...
-No, Lara. Tan solo necesito que me digas la verdad, por favor. Si he venido hasta aquí es para confirmar lo que ya sé. Todo ha salido a luz asique no pienso irme hasta tener esa confirmación.
Lara suspira con fuerza, sintiendo cómo la presión de las circunstancias se abate sobre ella. En este momento, lo único que deseo es que me diga la verdad. Recupera la compostura, enderezándose en el sillón donde se encuentra, y luego sus ojos se fijan intensamente en mí.
-Esa noche ese magnate fue el único que estuvo interesado en ti. Es cierto, me pagó una buena cantidad de dinero. Siento habértelo ocultado, pero también me pago por ello.
A pesar de que ya conocía la verdad, la confesión de Lara despierta en mí un impulso irrefrenable de abofetear a este hombre en este preciso instante. ¿Por qué demonios tuvo que hacer lo que hizo? Desde aquel fatídico día, mi vida se fue desmoronando lentamente. Sin trabajo, tuve que buscar un nuevo hogar y, para empeorar las cosas, mis ahorros se evaporaron. La búsqueda de un nuevo trabajo casi me cuesta la vida. Y todo ello por cometer su semejante acto.
El peso de la desilusión se vuelve insoportable y me resulta difícil lidiar con esta mezcla de emociones que me embargan al salir del local. Me siento engañada y manipulada, como si hubiera sido un simple juguete en manos de esta persona. Es increíble, no puedo creerlo. Sin embargo, no me voy a dejar vencer por esta situación. Ahora que conozco la verdad, no voy a permitir que vuelva a jugar conmigo.
Me prometo a mí misma que nunca más permitiré que alguien juegue con mis sentimientos de esta manera.
Cuando piso por fin el umbral de mi casa, me encuentro a Logan y Aaron sentados en el salón. Instantáneamente, sus miradas se dirigen hacia mí y percibo que captan enseguida que algo anda mal.
-¿Qué ocurre? -se atreve a decir Logan nada más termino de cerrar la puerta.
Me acerco lentamente hacia ellos, intentando pensar en cómo contarle todo. Logan me observa con una expresión preocupada en su rostro.
-¿Qué te ha hecho ese tío? -suelta de repente Aaron antes de que pueda decir ni media palabra de lo ocurrido. Me quedo sorprendida por su reacción. Le miro sin saber qué decir, mis pensamientos se agolpan en mi cabeza mientras intento encontrar las palabras adecuadas para explicarles desde el principio.
Decido respirar hondo y contarles todo en detalle mientras nos sentamos en el sofá.
Después de un largo tiempo y tras terminar mi última frase. Aaron se levanta, apretando los puños, y camina de un lado a otro de la habitación. Logan por su parte, me toma de la mano con delicadeza, pero también muestra enojo por lo que acaba de escuchar. Luego de unos minutos en silencio, Aaron rompe la tensión en el ambiente.
-No permitiré que vuelvas a ver a ese hombre -dice con voz firme.
-Si vuelve por aquí pienso partirle la cara -continua Logan diciendo.
-Nadie va a partirle la cara a nadie. ¿De acuerdo? No quiero eso ni mucho menos que os metáis en problemas. Él es un hombre con poder.
-Me da igual.
-Y a mí también -prosigue Aaron -Que tenga poder no le da derecho hacer lo que te ha hecho.
-Aún no he hablado con él.
-Ni falta que hace -dice Logan -¿O es que piensas que todo se trata de un error? Porque no veo que pueda haber alguno.
En este momento me siento tan abrumada por la situación que necesito estar a solas. Me retiro a mi habitación después de decirles que necesito tiempo para procesar todo lo que descubrí. Durante el resto del día, mi teléfono no ha dejado de vibrar con llamadas y mensajes de Liam a los cuales no he respondido.
Me siento en la cama, rodeada de silencio, y un torrente de emociones comienzan a aflorar de nuevo. Mi mente vuelve a llenarse de recuerdos, palabras y acciones y una imagen de que no logro quitar de mi cabeza.
Mi corazón se encuentra en un conflicto, balanceándose en si hablar con él o no ahora mismo. Aunque siento en este instante que no soy capaz de hacerlo, que no estoy preparada para ello. Pero nada parece conspirar a mi favor cuando escucho desde la otra puerta el sonido del timbre y posteriormente su voz.
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Sr. Magnate
RomansBella Harvins, una hermosa joven de 22 años que está a punto de acabar la carrera en la universidad consigue una beca para realizar unas prácticas en una de las empresas más importantes de Atlanta. Rogers Coorporation. Lo que no espera es que el her...