Llevo desde las 6 de la mañana despierta con un estrés y cansancio encima intentando que todo esté listo y que no se me olvide nada en el piso. Mis compañeros se han ofrecido a venir a ayudarme con las cosas y la verdad que es un gesto que agradezco y además es bonito de su parte. También otro punto a favor ha sido que ambos tengan coche porque de esa manera me he ahorrado tener que alquilar el transporte de desplazamiento de la mudanza.
El pisoteo de nuestras zapatillas de deporte es lo único que se ha escuchado en todo el edificio esta mañana, entre subiendo y luego bajando las cajas.
Ya por fin está todo listo. Todo listo para marcharme.
Ahora la casa está recogida, se encuentra vacía como la primera vez que la vi. Observo por última vez cada rincón de ella echando el vistazo final y me está dando mucha tristeza.
-Bella, ¿ya está todo? –el eco de la voz de Logan, uno de mis compañeros, se escucha desde afuera.
-Sí –afirmo mientras se me escapa una lágrima.
-Eyy, ¿estás bien?
Asiento mientras que los recuerdos de estos años aquí se me van pasando por la mente.
-Estoy bien solo que me da pena después de todo este tiempo...
Veo como el chico da pasos hacia mí. Logan es bastante alto y cuando queda a centímetros de mí a su lado parezco algo diminuta. Sus ojos son azulados y su cabello castaño se encuentra algo revuelto. Supongo que ha sido una de las consecuencias de tener que levantarse tan temprano para ayudar a una semidesconocida. Pero aun así se ve lindo.
-Es normal no te preocupes –dice mientras que una sonrisa se desliza por su boca –a ver sé que no va a ser lo mismo a partir de ahora, pero te prometo que no somos malos tíos.
Esta vez una sonrisa se me marca a mí.
-Eso espero.
Decido que ya va siendo hora de irme definitivamente y lo hago junto a Logan. Cierro la puerta dando por finalizada esta etapa.
Recorremos unos cuantos kilómetros en coche hasta llegar al nuevo barrio. Son solo unos 15 minutos de diferencia con respecto a donde vivía antes. Aparcamos en uno de los huecos que hay libres en el parking de nuestro edificio y volvemos de vuelta al trabajo. Subir todas mis pertenencias.
-Chicos, muchas gracias por todo. Enserio –les digo cuando soltamos al suelo las últimas cajas que quedaban por subir. Me sabe mal por ellos.
-No es nada Bella –Aaron me responde. Este se ve más tímido que en comparación con Logan que es más extrovertido. Los dos estudian juntos en la misma carrera por lo que me han contado -Por cierto, nosotros tenemos que irnos ahora que tenemos partido. ¿Necesitas alguna cosa?
-No, no tranquilos podéis iros. Tan solo es ordenar todo y ya está.
Me paso casi toda la mañana recorriendo de un lado a otro colocando y decorando mi nueva habitación a mi gusto. Algo bueno es que es amplia, no tan grande como la que tenía antes, pero está bastante bien. Lo suficiente para que coja una cama grande, una mesita de noche, el escritorio y un buen armario para toda mi ropa. Después de unas horas el cansancio puede conmigo por completo y me rindo a tomar un largo descanso. Creo que estos días continuaré poco a poco porque ya hoy no puedo más. Termino por sentarme en el sofá del salón principal y enciendo la televisión para entretenerme un rato cuando el sonido de un mensaje en mi móvil se escucha.
Bella, comeremos con los del equipo. No nos esperes. Luego nos vemos.
De acuerdo, pasáoslo bien.
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Sr. Magnate
RomansaBella Harvins, una hermosa joven de 22 años que está a punto de acabar la carrera en la universidad consigue una beca para realizar unas prácticas en una de las empresas más importantes de Atlanta. Rogers Coorporation. Lo que no espera es que el her...