Sr. Magnate

Capítulo 10

Con el alma en vilo me encuentro en el coche de Alex camino hacia Milton. Mis lágrimas no han parado de caer deslizándose por mis mejillas todo el rato. Estoy tan asustada que no quiero pensar más de la cuenta porque sé que si lo hago voy a martirizarme y voy a ponerme peor de lo que ya estoy. Ahora lo que quiero es pensar que mi abuela es una persona fuerte y que se pondrá bien.

Ella ha sido quién me ha estado cuidando todo este tiempo desde los cinco años. No ha sido fácil ya que en ese momento perdió a su hija también, a mi madre y eso es demasiado doloroso y difícil de superar. Pese a esa dura tragedia ella ha continuado hacia adelante y jamás la he visto venirse abajo delante de mía.

Si le llega a pasar algo no creo que pueda yo no creo que pueda superarlo. Tengo miedo. Mucho miedo en estos momentos.

El trayecto se ha hecho algo largo que hasta casi ya se ha oscurecido. A lo lejos de la calle puedo ver las luces rojas resplandecientes del hospital.

<<Ya estoy llegando abuela, ya estoy contigo>>

Alex se adentra en el gran parking aparcando el coche en uno de los aparcamientos. Al segundo de detener el motor me desabrocho el cinturón con rapidez y salgo a toda prisa hacia el interior del hospital escuchando los pasos del pelinegro atrás mía.

Al entrar por la puerta siento su mano agarrar la mía lo que hace detenerme para fijar mi vista en él.

-Tranquila, todo va a estar bien.

Después de sus palabras llegamos al mostrador de recepción y Alex ha sido quién le ha dado los datos a la mujer puesto que yo estoy tan de los nervios que no puedo articular ni una palabra.

-Bella, ven por aquí –la voz de Alex me dirige hacia la habitación tras subir unos cuantos pisos en el ascensor.

Al llegar a la puerta sin demora la abro encontrándome con la imagen de mi abuela tumbada encima de la cama. Un cable conecta a uno de sus brazos lo que supongo que será algún tipo de medicación. Mis pasos se aproximan hacia ella y siento como sus ojos azulados cambian la expresión al verme.

-¡Cielo!

-Abuela me has dado un susto de muerte –digo mientras la abrazo con fuerza.

-Lo siento, la gente de aquí es algo exagerada.

-No lo son –respondo dejando de abrazarla para observarla mientras me siento en uno de los huecos del filo de la cama –Te ha dado un infarto, eso es algo muy grave.

-¿Usted es Bella? –una voz masculina interrumpe en medio del ambiente de la habitación.

Es el doctor.

-Sí.

-¿Puedes acompañarme? Me gustaría hablar contigo.

-Sí claro –me limito a contestar.

Ladeo mi cabeza para observar a Alex.

-Me quedaré aquí con tu abuela.

-¿Quién es este apuesto hombre? ¿Es tu novio? –salta mi abuela creándome cierta vergüenza al oírle preguntar esto último.

-No, no es mi novio abuela –respondo sonrojándome.

-Soy un compañero de la empresa.

-¿Bella? –me llama la atención el doctor desde la puerta.

-Perdón, ya voy –contesto dándole un último vistazo a estos dos que parece que han congeniado muy bien puesto que ya se encuentran charlando.

Me dirijo tras el hombre hacia el fondo del pasillo y me hace adentrarme en una puerta situada hacia la izquierda. Es un amplio despacho bastante luminoso.