De Sombra a Luz 2. De vuelta a la obscuridad.

Revivir

***Para mayores de 18***

Yisab

-Shuri!- escuché la voz angustiada de James.

-Estoy bien- le dije con los ojos cerrados -Solo estoy muy cansada- mis recuerdos volvieron a golpearme y giré el cuerpo para volver a vomitar, abrí los ojos volviendo a sentir fuerza en las manos, sentí la mano de Buck en mi espalda subiendo y bajando. -Lo siento mucho- dije mientras me ponía de pie despacio, sentí el brazo de Buck darme apoyo por la cintura.

-Necesitas comer o tal vez quieras primero una ducha- me dijo Shuri llevando la vista a mi blusa.

-Perdóname- le dije angustiada.

-No te preocupes, anda ve a ducharte y a comer, pronto la inyección hará efecto, después puedes regresar- la miré angustiada, sabía que esa no sería la única sesión que tendría pero repetirlo tan pronto me parecía imposible, ella notó mi mirada y levantó las manos sonriendo -Para ayudarte con el tema de tu sangre y tu dulce problema- me dijo tranquilizándome - Vayan- me ordenó.

Salimos caminando hacia las habitaciones, mis pies me obedecían mucho mejor y empezaba a sentirme con un poco de energía de nuevo, Buck se detuvo y levantó mi rostro con su mano.

-¿Cual es la tuya muñeca?- me preguntó con media sonrisa, me apreté a él y lo abracé con fuerza rápidamente, respiré su aroma que parecía me daba mas fuerza con cada respiración, tomé su mano y comencé a caminar guiándolo -Lo que sea que te haya dado funciona muy bien- me dijo cuando me detuve frente a la puerta de mi habitación y negaba con mi cabeza.

-Siempre has sido tu mi mejor medicina- le dije mientras entraba a la habitación -Ponte cómodo- le pedí y me dirigí rápidamente al baño, lancé mi ropa al cesto y lavé con fuerza mis dientes, no me importo el ligero ardor de mi herida, podía sentir como todos esos horribles recuerdos habían escapado a través de mi vomito, incluso yo misma me asqueaba de lo que había sido, entré a la ducha y lavé mi cabello y mi piel con fuerza, quería limpiarme de manera profunda, era como si mi piel estuviera sucia, había suprimido todas esas cosas en mi mente y ahora debía traerlas de nuevo para aceptarlas, tallé mi rostro que tenía las marcas de todas mis lágrimas, "Cuanto has llorado hoy" me reclamé, "Debemos ser más fuertes" me dijo mi mente, terminé la ducha y me envolví en una toalla, me di cuenta que no había llevado mi ropa, sentí mis mejillas encenderse, puse mi cabello de lado para cubrir mi rostro y salí para caminar al armario.

-¿Que te pasó?- me dijo Buck mirándome y acercándose a mi preocupado -¿Decidiste bañarte con agua hirviendo?- siguió mientras tomaba mi brazo que estaba rojo, miré mi piernas y tenían el mismo tono, negué con la cabeza sonriéndole tímida -El agua no siempre quita todo cariño- me dijo pegando su frente a la mía, sabía exactamente lo que estaba sintiendo cerré lo ojos disfrutando su aroma, y el calor que su cuerpo me regalaba, sentí su mano fría tocar el borde de la toalla que se sujetaba sobre mi pecho, me reí sin abrir los ojos.

-Creo que tengo que comer sargento- le dije recordando la instrucción de Shuri.

-Yo también- me dijo con voz llena de pasión, pegó sus labios a los míos con fuerza pero con el cuidado de no lastimarme a la vez que abría el pequeño amarre de mi toalla dejándola caer a mis pies, llevé mis manos a su cuello y lo acerqué a mi, sentía su deseo latente en cada beso, bajó sus labios a mi cuello regando besos y pequeños mordiscos en todas partes, siguió su camino hasta llegar a mis pechos, los atrapó en sus manos y los besó con pasión, sentía su lengua jugando con mis pezones mientras sus manos aplicaban una deliciosa fuerza, subió de nuevo a mi boca pero antes de sentir sus labios en los míos me puse de rodillas y busqué con ansias el botón de su pantalón, lo bajé con prisa para poder liberar su maravillosa erección, alcé la vista para observarlo a la vez que ponía su pene dentro de mi boca, cerró sus ojos y empujó con suavidad mi cabeza hacia él, Buck era delicioso en todos los aspectos, podía sentir como se exitaba cada vez más mientras movía mi lengua a su alrededor y metía y sacaba su pene de mi boca, jaló mis manos que tenía sobre su trasero y me levantó de un movimiento, me besó con fuerza mientras daba pequeños pasos empujándome a la cama, puse mis manos en su cuello a la vez que sentía como liberaba sus pies del pantalón, lo giré con fuerza y lo hice caer sobre la cama sonriéndome, me puse sobre él y jalé su camisa, señal que él entendía perfectamente para quitársela, lo hizo de inmediato pero lo tomé por sorpresa cuando me senté sobre su erección gritando su nombre con placer.