De Sombra a Luz 2. De vuelta a la obscuridad.

Impotencia

Bucky

Desperté abrazando a Yisab que descansaba su cuerpo desnudo en mi pecho, estar con ella era el mejor regalo de todos, el sol entraba por la ventana iluminando su rostro de manera angelical tomé su mano y la llevé hasta mis labios, amaba ver ese anillo en su dedo, de no haber sido por qué Stark la mataría nos habríamos casado ese mismo día, recordé la conversación que había tenido con él que ahora parecía muy lejana.

-Claro- me respondió Yis subiendo su mano cuando le pedí su brazalete, busqué el pequeño broche y lo quité de su muñeca, ella me miró extrañada, esperaba que hablara desde ahí pero tenía que resolver esto y no quería involúcrala aún, salí de la habitación dejándola comiendo en su cama con mi amigo, presioné el botón y la voz de Stark con una mirada sorprendida que en un segundo cambio a susto me respondió.

-¿Que pasó?, ¿Donde está mi hija?- me preguntó más preocupado que molesto.

-Todo está en orden Stark, ella está bien- le dije calmado.

-¿Entonces?- preguntó despacio y mirándome confundido.

-Quiero pedirte su mano- le dije directamente, extrañamente me sentía ligeramente nervioso, Yis consideraba a Stark su padre y no contar con su apoyo la lastimaría de verdad.

-No- me dijo serio, no esperaba esa respuesta, lo miré sin saber exactamente qué decir -Sabes que eso es lo que me encantaría contestarte, pero no puedo impedirle nada, sé que la amas y ella a ti pero no puedes culparme por pensar que haz llegado a ser estúpido con ella- puso su mano en su frente mientras me miraba serio -Yisab te seguirá hasta el fin del mundo, y tú le has demostrado que harías lo mismo pero también la has dejado sola, no puedes hacer eso de nuevo, ella es la persona más valiosa para muchas personas, y se ha hecho indispensable para mi, así que necesito que me contestes con verdadera honestidad, ¿Estas seguro?- preguntó muy serio.

-Claro que si- respondí rápido.

-Piénsalo, no solo respondas por hacerlo, debes prometer que no volverás a dejarla sola, ni a lastimarla como la última vez, debes prometer que será hasta que la muerte los aleje, y eso en su caso es demasiado tiempo, estarás con ella incluso cuando yo deje de estarlo- me miraba muy serio, me quedé en silencio pues sin duda Yis y yo envejecíamos mucho más despacio, pero no querría ni un día sin ella a mi lado.

-Jamás la dejaré, ella es y será mi vida entera- le dije despacio y mirándolo tranquilo.

-De acuerdo, dos condiciones zombie- dijo mucho más relajado -La boda será aquí mi hija no se casará sin que esté con ella, y dos, su apellido se queda, sé que para ti es una tontería y seguramente para muchos más, pero cuando ella llegó a mi vida fue todo un cambio y la adopción fue mi modo de decirle gracias, debiste ver su cara cuando le entregamos los papeles sus ojos expresaban demasiada alegría, su sonrisa fue la más linda de todas, se sintió en familia y francamente yo igual anciano, así que no dejaré que esa felicidad cambie, pase lo que pase siempre será mi familia, ¿De acuerdo?- me preguntó directo, nunca había pensado lo que ese trámite se había significado para Yis y mucho menos para Stark.

-De acuerdo, gracias Stark- le dije sincero.

-Si, ah y por favor recuerda que tu amigo siempre estará en su vida así que suerte con eso- me dijo antes de colgar la llamada, recargué la espalda en la pared y empecé a planear como hacer esa pregunta, sabía que Steve estaría en nuestras vidas pero había llegado el momento de unir mi vida a Yis para siempre.

Yis suspiró en su sueño haciéndome salir de mis pensamientos, tenía dos semanas que ella me había aceptado, sus sesiones eran cada vez más sencillas, su cuerpo estaba en perfecto estado y no tenía problemas con el azúcar ni con su sangre gracias a los tratamientos de Shuri, pronto podríamos regresar a la base muy a mi pesar, pero Yis empezaba a extrañar demasiado a los demás, los últimos días no dejaba de apretar con cariño su pulsera con todos esos dijes que traía de su familia, hablaba por horas al teléfono con el niño araña y el hermano de su amiga bruja que seguía sin decir donde estaba, sería hora de partir muy pronto, besé su frente y me puse de pie, tenía que ir a hablar con Shuri.