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Inosuke pellizcaba su nariz con asco, el aroma de ambos alfas era horrible para su nariz, mucho mas el aroma picante de la canela del pelirrojo. Eran exageradamente fuertes, su nariz ardía. Sintió una vena hinchársele en cuanto el pelirrojo dio un paso hacia Yuu, con ese aura amenazante y escalofriante.

- ¡Ya deja de ser tan imbécil y entra a la casa! - con todas sus fuerzas lo empujó, e Inosuke no era para nada débil, lo había lanzado al suelo. Se paro contra la puerta y la cerro un poco para que el alfa dentro del apartamento no pudiera seguir viendo al chico - es mejor que te vayas, no quiero que comiences a comportarte también como perro rabioso. Ah y también, gracias por traerme a casa... -

Yuu estaba sorprendido.

- Que fuerte... - susurro. Y aun viendo lo fuerte que parecía ser ese pequeño omega, con ese aroma tan horrible que emanaba el alfa desde detrás, no podía sentirse confiado de irse y dejarlo solo - cuando llegue a casa a te escribo, cuídate - se acerco y le acaricio la cabeza.

Inosuke asintió contento, le vio alejarse hasta desparecer por una esquina y corrió hasta ventana que daba a la calle, ignorando la mirada roja que le veía dolido,  asomo la cabeza y una vez vio a Yuu, levanto la mano y le saludo eufórico.

- hasta luego!! ¡ten cuidado!  - el ojigris alzo la mano como despedida hasta darle por completo la espalda.

- quien...¿Quién es ese? - 

Le miro de reojo, no tenia ganas de hablar con ese tonto. Se bajo del sillón y camino por su lado hasta llegar a su habitación con celular en mano esperando a que alguna notificación saltara, era difícil ignorarlo, pero nada que el gran Inosuke no pudiera. Estuvo por cerrar la puerta, pero una mano se interpuso.

Solo se miraban, uno enojado y el otro incomodo hasta que el pelirrojo entro en razón, bajando la cabeza.

- Inosuke...yo - no tenia ni idea de que decir, se golpeaba mentalmente por haber abierto la boca sin pensar - perdóname - era patético, pero trataba de ser sincero. 

No tenia nada que decir, sus cejas temblaron, apretó los labios y sus ojos verdes parecieron mojarse un poco de mas. Levanto su mano, solo para apartar la mano que estorbaba en el marco de la puerta para poder cerrarla, con la ultima imagen del alfa que aun no era capaz de levantar la cabeza.

Se quedo un rato ahí, mirando el suelo, no quería sentirse triste, no quería sentirse preocupado por alguien tan malo. 

Sentía que iba a llora, hasta que el tono de su celular sonó y sin mirar quien era simplemente contesto. 

- ¿hola...? - dijo bajito, intentando que la voz le saliera lo mas normal posible.

- no vayas a llorar, mejor habla conmigo - 

Sonrió como tonto, sintiéndose aliviado al escuchar la voz de Yuu al otro lado.

- tonto... -

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Ahora el que no podía dormir por las risas y susurros era Tanjiro. Eran mas de las dos de la mañana e Inosuke seguía hablando por llamada con ese tipo de ojos grises, no entendía nada de lo que decían, pero el omega se escuchaba tan feliz que le dolía y le enojaba al mismo tiempo. Llevo sus manos hasta sus orejas e intento cubrirlas para que el ruido dejara de llegar a ellas, tenia que ir a trabajar en pocas horas y no había podido pegar el ojo.

Se sentía horrible, tener esa horrible presión en el pecho y bajo vientre por aspirar casa segundo el delicioso aroma s frutas de Inosuke. Como odiaba ese aroma, era tan adictivo que le daban ganas de vomitar, era tan irónico, sentía tantas ganas de salir corriendo de ahí para dejar de sentirse como una mierda, pero también quería correr a la habitación del mayor para lanzársele encima.

Lazos [TanIno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora