Lazos [TanIno]

18

En lo que salió de bañarse, Inosuke había secado en el aparato sus sabanas, las había doblado y se había ido a encerrar a su habitación. Se pregunto si había cenado, pero no era capaz de ir a hacerle la pregunta directamente al omega, por lo que apretó las sabanas entre las manos y también fue a encerrarse. En toda la noche se maldijo a si mismo, de todos los aromas, ¿Por que uno frutal? Tan parecido al del omega que no dejaba de pensar en este, es su lindo rostro enojón de todos los días. Al final se quedo dormido, no supo en que momento, pero por primera vez tuvo un sueño lindo después de días.

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Despertó despeinado, con saliva en la cara y apenas abría los ojos. Eran seis, eso marcaba la hora en su celular, quería seguir durmiendo pero el tener que alimentar a su hijo (mascota) le motivaba a levantarse temprano. Después de todo podía volver a dormir si eso quería.Se levanto con pereza, amarro su cabello en un moño despeinado y tomo la bolsa de comida que tenia encima de una mesa cerca de la puerta de su habitación. Camino hasta la jaula, restregando su ojo molesto por el sueño que sentía, sintiendo al mismo tiempo vergüenza cuando a s cabeza llegó el recuerdo de lo de anoche. Hizo todo el Proceso de alimentar a Chizuu mientras por su cerebro solo pasaba todo lo diferente que pudo haber hecho para evitar ver "eso".

Podría gustarle mucho, pero jamás se le paso por la cabeza algo así.En eso recibió un mensaje, escucho su característico pou comiendo que tenia como sonido de notificación. ¿Quién escribía a esa hora? Abrió el chat medio sufriendo por el brillo que por alguna razón tenia alto.

Yuum: Hola, Ino 

Yuum: quiero hablar contigo por lo de ayer, disculparme. Pero no se si sea lo mas apropiado por aquí o en tu casa...

Yuum: ¿Qué te parece si vamos a la heladería de las Kocho? 

"Helado"

Fue la única palabra que su cabeza proceso, sonrió como tonto y adormilado respondió con un simple sticker de un conejo. Yuu le respondió con la hora y él cansado, fue a dormir de nuevo. No había podido dormir bien por la peste de feromonas que habían dejado ese par anoche.

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Iba de nuevo en el tren, ese día se había levantado contento, incluso se había tomado la molestia de desayunar, dejando el desayuno del ojiverde dentro de microondas. Estar de buen humor le había encendido el foco, recordando a su linda hermanita de ojos rosas, ella también era una alfa con una relación linda y estable. ¡¿Como no se le había ocurrido preguntarle a ella?! tenia suerte de que ese día fuera a ayudar a la panadería para que su padre pudiera descansar. Kie podría hacerlo también, pero ella no era de las que se tomaran descanso, le gustaba siempre estar activa, y si su esposo no fuera tan enfermizo, le obligaría también.

Llego casi que dando brinquitos, aun sentía el dulce aroma a frutas prendado en él. ¡De seguro que su hermanita tenia las palabras correctas par -

- ¡idiota! - la mujercita le había estrellado un cucharon de madera que tenían para revolver a veces las masas - ¿¡como que usas a Kanao?! -

Bueno, tal vez no había usado las mejores palabras. Ni había pensado en lo que iba a decir.

- ¡p-pero voy a cambiar eso! - seguía recibiendo golpes en su dura cabeza - ¡s-solo necesito un poco de tiempo! - 

- no no, hermano. En primer lugar nunca debiste de hacerlo. ¡Nada de tiempo! ¡deberías ir con ella y suplicar porque no te mate de una patada! - con las manos en la cadera, miraba enojada a su hermano, ese hermano mayor que de un momento a otro se había caído del pedestal en el que lo tenia - ¡y con Inosuke igual! ¡sabes lo duro que es para el que lo rechacen! ¡mas si es un alfa! - 

- niños, ¿podrían seguir con los panes mientras pelean? hoy tenemos bastantes clientes... - Kie se asomaba desde la puerta. No iba a defender a su hijo mayor, lo quería mucho, pero se merecía unos buenos golpecitos.