Lazos [TanIno]

36

Inosuke se odiaba a si mismo, a si mismo a su gran bocota egocéntrica.

No estaba siendo para nada facil. Se sentia solo, abandonado, no tenía ganas ni de levantarse para ir a comer o si quiera ver la ventana. Era un desastre completo, iba por el tercer día y no paraba de llorar.

La cicatriz de la mordedura que lo unia a Kaigaku empeoraba las cosas, picaba, ardia un montón. Durante esos dias, se hundio en sus recuerdos y solo podia pensar en que mierda le habia pasado durante las ultimas semanas en la panaderia. Porque se le hacia extraño que algunos de sus recuerdos pareciar...recortados.

Como si de la nada se hubiera desmayado y hubiera perdido horas de vida, o algo asi.

Cansado de sentirse asi, busco a alguien que pudiera serle de ayuda. Alguien de confianza.

Pero tenia tan pocos amigos, el unico era...¿Yuu?

No estaba muy seguro, las cosas con él habian terminado...un poco mal. Se sentia mal consigo mismo por haberle dejado de habla.

Bueno, pues no perdia nada intentando otra vez.

Le mando un mensaje, intentando no verse desesperado. E increíblemente, le respondio a los segundos.

Al parecer, el chico también se sentia mal por haber cortado asi su pequeña amistad.

Solo necesitaban eso para arreglar las cosas y seguir hablando como siempre lo hicieron, Inosuke empezo a sentirse feliz de volver a tener a alguien con quien perder el tiempo. De cierto modo le recordaba al principio cuando Tanjiro salia con Kanao y lo ignoraba...

Tan metido estaba en su celular, que no vio la presencia de Kaigaku en el apartamento. ¿Muy tonto no?

Pero, ¿Que hacia él ahi? Sus ojos brillaban llenos de intenciones desconocidas, entrando sigiloso, extaciado por el suave y debil aroma del omega. Su omega, si era suyo, podia hacer lo que quisiera cuando quisiera con él, ¿Verdad?

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En el tren, Tanjiro miraba por la ventana, viendo el paisaje oscuro que le regalaba la noche. Se sentia solo sin Inosuke, ironico sabiendo que el tren estaba a explotar de personas. Pero es que Inosuke llenaba sus dias de emocion, era tan lindo. Le gustaba tanto que se sentia derretir cuando estaba frente a él, se sentia muy idiota al recordar esos dias en los que lo encerro y trato como si fuera un animal.

Siempre habia sido tachado de bueno, amable y casi que le decian que era el hombre perfecto. Pero claro que no lo era, estaba lleno de defectos que odiaba, y uno de ellos era su libido y su orgullo. Porque si, era un maldito orgulloso, le habia costado años aceptar que le gustaba otro chico, aunque era normal, para él era...extraño por alguna razón.

Por eso y mas razones, no creia ser el indicado para alguien tan lindo como Inosuke, o eso pensaba.

Al salir de la estación de trenes, decidió comprar algo delicioso para cenar. Para aliviar un poco el sentimiento de culpa que sentia por dejar a Inosuke tanto tiempo solo.

Pero al entrar a su apartamento, sintio de inmediato que algo iba mal, muy mal.

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Fue desesperante, tan agobiante cuando supo que Inosuke no estaba por ningún lado.

Fue mucho peor saber que no se fue por cuenta propia, sino que se habia metido por la fuerza al edificio y se lo habian llevado. Por suerte habian camaras, sino quien sabe cuantos dias habrian tardado en saber mas.

No habia que ser muy inteligente para saber quien era el culpable, por eso le irritaba que aun sabiendo y teniendo todos sus antecedentes, los oficiales no hicieran nada por "falta de pruebas". ¿Esperar a una maldita orden para buscar directamente en casa de Kaigaku? Parecían que todos eran unos imbeciles, Tanjiro se queria arrancar las uñas de la desesperación