Lazos [TanIno]

8

Salió del consultorio azotando la puerta, apretó la mandíbula y cerro los ojos enfadado. ¿Cómo se atrevía ese viejo? la vida nunca se cansaba de recordarle que Tanjirou no era mas que un amigo,  no su novio. Ah, ¡como odiaba que no fuera así! lo quería tanto y seguía haciéndolo después de tantos años que no entendía como es que no se había muerto de amor o algo así.

El ruido de la puerta había llamado la atención del alfa, sentía su presencia mas cerca al igual que su aroma y el sonido de sus zapatos contra la cerámica. Abrió los ojos, encontrándose con el rostro nervioso y rojo de su compañero de piso. Rodo los ojos y avanzo un par de pasos.

ah, espera, ¿rojo?

Retrocedió y lo miro sorprendido, analizo todo lo que podía en un par de minutos. ¿Estaba nervioso? ¿Por qué tenia sus mejillas rojas?.

- ¿Qué te pasa Gonpanchiro? - inconscientemente se estaba empezando a emocionar, esperando a que pasara como el las películas y el pelirrojo se arrodillara, le confesara que siempre le había amado y que por favor se casara con él - acaso te pegue la fiebre~ - entre cerro los ojos y sonrió le lado. 

Claro, era el grandioso Inosuke Hashibira, cualquiera caía a sus pies.

- ¿ah? no, Ino - tomo al omega por los hombros y el chico sintió su columna temblar ante las manos cálidas del mas alto. Bueno, podría ser que esta vez él fuera el que cayera ante esos ojos cálidos y bonitos... - estaba tan preocupado por ti. Me tomo por sorpresa que lo que dijo el doctor... - 

Ya lo recordaba, aquel viejo de seguro también le había dicho lo de "tiempo de pareja" al pelirrojo. Maldita sea, ahora se sentía avergonzado de nuevo.

- Inosuke...si te sentías tan mal ¿por que nunca me - aparto fastidiado las manos del moreno cruzo los brazos y se fue refunfuñando.

- ¡estoy bien Kentaro! ese viejo solo exagera - se fue sin esperar al alfa. 

Tanjirou lo veía desde detrás, preocupado, olvidando la vergüenza de que los confundieran con una pareja. La enfermera le dijo que iba a ser normal que el omega negara al principio sus síntomas, que podía comportarse erráticamente, podía pasar de feliz a estar enojado de la nada, y al parecer todo era por el desbalance que tenían sus hormonas. 

Solo esperaba que no fuera muy complicado ni dañino

Suspiro y fue detrás del omega.

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- ¡ah! ¡Tengo hambre Santaro! - dejo caer su cuerpo al sofá, desparramándose y abriendo sus extremidades de par en par - tengo hambreee... -

El pelirrojo le miro desde la cocina poniéndose su mandil rosa. Le preocupaba que en cualquier momento su amigo tuviera cambios repentinos en su ánimo, en parte no quería lidiar con ellos, pues sabia como era Inosuke y probablemente haría uno de sus berrinches, pero en parte no quería que sufriera ninguno, porque el omega siempre terminaba llorando desconsolado.

Y eso le partía el corazón.

Se metió a la cocina a preparar algo para comer, ya pasaban mas de las doce y entendía que el pelinegro tuviera hambre, después de todo llevaba un par de días sin comer ni beber algo. Abrió la alacena y saco una bolsa de papas, dirigiéndose al sofá donde el omega estaba mirando el techo sin expresión.

- toma Inosuke, solo por esta vez dejare que te comas una bolsa completa - el paquete era grande. Los ojos del omega brillaron y se sentó de una, le arrebato el paquete y lo abrazo, mirando sin creerse lo que estaba pasando - estaré en la cocina por si me necesitas y no, no te voy a dar mas papitas -

El omega hizo un puchero y suspiro enojado por la nariz, odiaba que Tanjirou lo conociera tan bien.

Ah, per que mas daba. ¡Tenia que disfrutar rápido sus papas!

Se arrodillo en el sofá para alcanzar la ventana y abrirla, saco su cabeza por esta y se apoyo en el espaldar para estar mas cómodo. Comía sus papas mientras el viento movía su cabello, aun sentía calor, pero era mas soportable. ¿Tanjirou estaría dispuesto a ayudarlo en su celo? pensó. ¿Si le pidiera que...no, ers obvio que se negaría. Oh, pero le gustaría tanto que al menos le acariciara un poco.

Comenzó a dar saltitos enojado, odiaba sentirse triste y caliente al mismo tiempo, le hacia pensar mucho más en el pelirrojo y en lo solo que estaba durante su celo.
Cerro los ojos saboreando la sal que se había pegado en sus dedos, ¿Realmente tenía depresión? Pero el no se sentía triste...

Oh bueno, eso creía.

Tal vez solo, pero eso cualquiera lo sentía, ¿Cuál era la diferencia en él? Ah, tal vez el la excesiva inestabilidad que había en sus hormonas, ¿¡Pero que culpa tenia!? Su madre se lo había heredado, solo que para ella era mas fácil al ser una beta.

Ah, no tenia sentido, nada en su vida tenis sentido.

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- Inosuke... -

Como odiaba sus sueños, ni en ellos podía dejar de pensar en Tanjirou. Maldito frentudo ese...

- Inosuke... -

Veía lentamente como el pelirrojo se le acercaba. Iba a burlarse de su estúpida cara, no pudo, todos sus vellos se erizaron. 

- ¿Q-Qué mierda estas haciendo Kentaro? - Sentía todo su cuerpo dormido, a tal punto en que casi no podía mover sus extremidades. Normalmente disfrutaría estos sueños, pero por alguna razón, esta vez solo se sentía muy nervioso.

El pelirrojo agacho su torso, cubriendo aun mas el cuerpo pequeño bajo el suyo.

- Inosuke~ -

Sintió un brinco en su corazón y en el resto de su cuerpo. ¡Se sentía demasiado real! Rojo hasta las orejas, comenzó a temblar al sentir el aliento caliente del alfa en su oreja. Aquellas manos grandes y fuertes se deslizaron hasta tomar su cintura y apretarla entre ellas; dio otro brinco, esta vez abrazando por inercia el cuello con los brazos y la cintura con las piernas. Tal vez fue mala idea hacerlo, ahora sentía que rozaba con sus posaderas lo que no debía...

De repente sintió un lametón en la sensible piel de su oreja. 

¡¿ah, que clase de sueño tan oscuro era este?!

Mordió el cuello del moreno y apretó el agarre que tenia en el cuerpo contrario. No dejaba de temblar y odiaba eso, pero él, Tanjirou...

- Inosuke... - su voz le estaba causando estragos en todo el cuerpo - Vamos...Ino - gimió ahogado al sentir el empujón que le dio el pelirrojo con la cadera.

Bueno, que mas daba ya, disfrutaría este sueño mientr-

- ¡Inosuke la comida! -

- ¡AAAH! - abrió los ojos espantado. El grito lo despertó y se levanto como un resorte, golpeando su frente con la del pelirrojo. Volvió a caer sobre el sofá de espaldas, recordando lo dura que era la frente del Tanjirou.

- ¡Dios mío, Inosuke! ¿estas bien? - sus ojos verdes no dejaban de ver el rostro preocupado del alfa. Estaba encima de él, con las manos apoyadas a su costado. Entrecerraba los ojos por el dolor, parpadeo lentamente, mirando bien su alrededor. 

Sus piernas, estaban abrazando a Tanjirou, y su cuello...tenia una mordida. En eso, sintió como su mente se desvanecía ante el dolor en su frente, escuchando de fondo al pelirrojo volviendo a gritar su nombre.

Tal vez, no fue del todo un sueño.

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No se porque, pero me siento en la necesidad de aclarar las edades de los muchachos. 

Inosuke tiene 29 y Tanjirou 24.

Solo es un datico u.u

Hasta la proximaaa...