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Incomodidad. Eso era lo que sentían las cinco personas sentadas al rededor de la sala. Por alguna razón, ese día todos habían pensado lo mismo y habían decidido ir a visitar el hogar de Kamado Y Hashibira.

Yuu era el que peor se sentía, no se llevaba bien con el pelirrojo a pesar de que no lo conocía casi nada. Se sentía un poco celoso de que Inosuke estuviera tan pegado al otro y además, tenia a dos caras nuevas que no dejaban de mirarlo de reojo.

- no quiero sonar grosera pero... - los ojos rosas de Nezuko analizaban al alfa mas joven - ¿Quién eres? -

- es un amigo - contesto con sueño el ojiverde, restregando uno de sus ojos mientras se apoyaba en el hombro de Tanjiro - se llama Yuu - saludo al chico con la mano y sonrió.

Oh, ¿Ese chico lindo le había sonreído? Era su día de suerte, incluso la incomodidad que antes lo tenia quieto se había disipado un poco. Esas sonrisas eran mágicas.

Zenitsu miro de arriba a abajo al chico. El no era tonto, sus años como mujeriego le decian que ese rostro era el de un hombre desesperado por amor. Se cruzo de brazos, no le gustaba mucho lo que veía. Y del otro lado teníamos a Nezuko, a quien le parecía que era solo un muchachito tierno.

¿Tal vez era de genética que los Kamados fueran tan tontos?

- uuh, ¿Y de que se conocen? -

- un día estaba aburrido. Y blah blah. No tengo ganas de hablar, quiero seguir durmiendo - el ojiverde se cubrió el rostro hecho bolita, tenia planeado dormir todo el día junto a Tanjiro y aunque quería mucho a sus amigos, el sueño era mucho mas fuerte.

La única chica no dejaba de mirar al ojigris. Había visto a ese chico en algún lado, lo sabia, estaba segurísima. El foco se le encendió, recordando al hombre de cabello flameado que iba a la panadería y pedía cantidades insanas de comida.

- ¡ya te recuerdo! - grito, asustando a todos en el sitio - eres el repartido de Rengoku san -

- en realidad...olvídalo, si soy su repartidor - 

- lo conoces? - Inosuke se levanto y presto atención a la chica ojirosa

- si, somos buenos amigos del señor Rengoku, ¿no es así hermano? -

El pelirrojo asintió. Entonces ¿era ese el muchacho nuevo del que tanto hablaba el alfa rubio? wow, que pequeño era el mundo. 

- sabes - le dijo el oliverde al mas joven del lugar - él fue nuestro profesor por un largo tiempo, nunca entendí sus clases, pero era divertido verlo gritar - 

- ¿¡Qué?! ¡pero si hace años que no trabaja como profesor! - casi se cae del asiento de lo mucho que se inclino hacia adelante. ¡eso quería decir que Inosuke...! - ¿c-cuantos años tienes? -

- uuh, como 28 - 29, no me acuerdo - 

- ¿Cómo no te vas a acordar de tu cumpleaños? - Zenitsu empezó a discutir con Inosuke sobre su incompetencia. Mientras Yuu apenas y podía procesar lo que aun rondaba en su cerebro. 

¿Cómo iba a ser tan viejo? parecía menor que él, en todos los sentidos. Inconscientemente miro al pelirrojo, por primera vez no se miraban feo, parecía estarse compadeciendo de él.

- no hay que buscarle lógica. Inosuke es Inosuke y listo - palmeo su hombro y se burlo un poco de él por su rostro.

La ojirosa entre tanta conversación termino convenciendo a todos de salir a pasear. Inosuke llevaba como...años encerrado, según palabras de la Kamado. Nezuko era la mas contenta entre todos esos hombres amargados, no paraba de hablar con Inosuke robándoselo al pelirrojo y al azabache por un largo tiempo en que Zenitsu aprovecho para meterse entre ambos y sacarles chisme pues estaba aburrido.

Lazos [TanIno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora