JAMÁS NOVATO, THUNDER {25}

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{Capítulo 25}

SIGH

¿Que qué sentí al escuchar el solo mejor ejecutado, de mayor dificultad y tan deleitoso y sumamente satisfactorio de escuchar?

No lo sé, preguntádmelo a mí. Aunque ni siquiera podría describirlo bien.

Toda palabra que intenté emitir pareció quedarse atascada en mi garganta. Y cada frase que formulé en mi mente para expresar aquello que me había hecho sentir su solo..., se quedaba corto. Muy corto.

Indescriptible incluso me parecía demasiado simple para hablar sobre lo previo.

Noté la pesada mirada de Xander sobre mí. Intuí que él se sentía igual de anonadado que yo. Quise pensar que el resto se había emocionado también, y que no era la única que tenía la piel de gallina.

Comprobé lo anterior cuando Richard, mi abuelo, se levantó de su silla y se encaminó hacia Thunder. Cosa que jamás había hecho con ninguno de los participantes que habían pasado por aquí. Y para matizar, habían sido miles y miles...

Paso tras paso, y con una desbordante lentitud, subió las escaleras y llegó hasta el escenario. El sonido de sus botas entrechocando con la madera, me hizo estremecerme. Se encontraba cabizbajo, hasta que alcanzó a Thunder, quien estaba en una quietud envidiable. A pesar de ello, pude vislumbrar los nervios que estaría sintiendo bajo esa coraza que proyectaba al exterior.

Desconocía si Thunder sabía el procedimiento de las actuaciones de esta escuela. Ya que en estas, jamás se habían hecho muestras de qué les había parecido a los integrantes del jurado lo expuesto en la actuación. Aunque te coronases como el mejor guitarrista que hubiesen escuchado jamás..., jamás aplaudían. Siempre esperaban a comparar resultados con los compañeros de mesa para que, al final del día, ellos mismos comunicasen a los ganadores.

Por ello, que mi abuelo se levantase y se acercase hacia Thunder... era algo que no sabía muy bien cómo tomarme. Y en cuanto a Thunder, su notoria seguridad parecía haberse esfumado en cuanto el escenario había sido inundado de nuevo por un silencio abismal y la reacción de Richard había dejado también muchas bocas abiertas y todos los focos y miradas clavadas sobre el rubio, un perfecto dios de la guitarra.

Un perfecto dios de la guitarra...

Cuando mi abuelo se paró frente a él, alzó su mirada y clavó esta sobre Thunder. Acto seguido, tomó su característico sombrero vaquero ocre, y se lo quitó hacia él. En muestra de sumo respeto y admiración. Un gran orgullo residía sobre aquella acción

Tras aquello, Richard asintió y dijo lo siguiente con su voz ronca y pausada.

— Estás dentro, chico.

Tal emoción causaron aquellas palabras que el resto del jurado y los participantes tras bambalinas comenzaron a aplaudir y silbar a Thunder. Muchos de ellos salieron a felicitarlo, excluyendo que aquello se salía de las normas establecidas. La euforia de aquel momento superaba cualquier barrera legal existente.

— ¡¿De verdad está dentro?! —le dije a Xander, mirándole con los ojos muy abiertos y dando palmaditas en su brazo una y otra vez.

— S-sí, sí... Es oficial, ha entrado, Sigh. ¡Nuestro Thunder lo ha logrado! —me contestó él con un brillo peculiar en sus ojos, este tiró de mi brazo con insistencia hasta que me levantó del suelo y no pudimos resistir el impulso de correr hasta el escenario.

Mi abuelo, con ambas manos en los bolsillos y con una media sonrisa en su rostro, se encontraba en una esquina del escenario, dado que este había sido inundado por la marabunta de gente que parecía adorar a Thunder. La competitividad parecía haber quedado en segundo plano, verdaderamente estaban orgullosos por él. Muchos de ellos sabrían parte de su historia, supuse. Y muchos otros, habrían entablado conversación Thunder y este habría dejado huella sobre ellos.

Eléctricos suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora