Una Freen de veintiún años podía escuchar el vitoreo de las personas en el enorme recinto que tenía como sede los juegos olímpicos de invierno de 2018 en Pyeongchang en Corea del Sur. El esfuerzo de una década se resumía a ese momento. Tantas caídas, tantas lágrimas, tanto dolor y cansancio, pero siempre siguiendo adelante por el placer del triunfo y el reconocimiento. Aunque siempre contó con el apoyo de su madre, no era fácil para una niña de once años entrenar y estudiar porque, aunque su meta era ser una patinadora profesional, no se le permitía abandonar la escuela. Entre horarios extenuantes su espíritu nunca se vio quebrantado. Siempre que caía se levantaba con la frente en alto porque sentía que era la manera de honrar el esfuerzo que su mamá ponía a su cafetería para poder solventar los gastos de ese sueño en el que la mujer puso toda su fe.Para Freen había sido difícil ver a aquella mujer cansada y a veces llorando al final del día. Por ello su esfuerzo era siempre superior al día siguiente. Desde esa corta edad se determinó a tener disciplina e incluso se prohibía a sí misma el enfermar. No podía tener ni un solo día de descanso.
—Sarocha Chankimha y su compañero Patchanon Ounsa-ard son los favoritos de estos juegos olímpicos 2018 y sobre todo los favoritos de esta final que cada vez en mas complicada ya que la diferencia de puntos con Canadá y Francia es estrecha —los narradores estaban atentos a los patinadores que lucían tan elegantes con su brillante traje morado y patines negros. Freen y Billy apenas entraban a la pista de patinaje con los nervios a flor de piel.
—Todo saldrá bien, Freen —Billy le sonrió a su compañera que sonreía enormemente a los asientes y al jurado.
—Así será, amigo —se sujetaron de la mano y se deslizaron hasta su posición de inicio.
—La técnica y la rutina serán la clave para obtener el puntaje que los podría hacer llevar el oro a casa o al menos quedar en alguno de los tres primeros lugares —mencionó una voz femenina para los espectadores que seguían el evento por televisión.
El silencio se hizo presente cuando Freen y Billy estaban a punto de comenzar.
El chico abrazaba a su compañera por la espalda y ambos miraban de lado hacia el piso, las piernas de Freen se encontraban cruzadas y las de Billy se podían ver al costado de las de ella. La música sonó por todo el lugar, la selección había sido por parte de Billy ya que Green Light de Lorde representaba una etapa de su vida amorosa que le ayudaba a tener mejores resultados a la hora de patinar.
La primera estrofa sonó y ambos se desplazaron hacia adelante y a la izquierda con el chico tomando las manos de Freen mientras sus brazos se estiraban. Pie izquierdo, pie derecho. La patinadora giró su cuerpo para quedar frente a su compañero e imitó empujarlo del pecho, el patinador fingía querer tomar sus manos de vuelta y como si fueran a comenzar una rogante persecución. Freen y él comenzaron una dinámica de saltos al lanzar una patada con el pie derecho para así realizar un perfecto flip al mismo tiempo. La rutina continuaba con Billy siguiendo a Freen, sus habilidades teatrales eran otro punto a favor para la coreografía que tanto habían practicado.
Él se había posicionado a la misma altura que la chica y estaban preparando su siguiente salto el cual serían un lutz de libro el cual fue apreciado por la audiencia cuando lo ejecutaron sin problema alguno ya que la complejidad de la variante del movimiento recaía en el pie que daría el impulso pues si el filo llegaba a atascarse en el hielo o el pie tobillo se doblaba de mas podría provocar una lesión.
Billy tomó a Freen de la cintura y la lanzó hacia arriba casi en cámara lenta, ella abrió sus piernas y de inmediato su cuerpo casi en un sentido horizontal realizó dos giros antes de volver a caer en las manos del chico. De nuevo los presentes aplaudieron emocionados y ambos patinadores sonrieron.
Una vez en el hielo, los dos siguieron patinando, pero lo hacían de espaldas. Billy tomó la mano de Freen que se encontraba frente a él y la acercó a su cuerpo, ella se inclinó hacia adelante y a la par de que él tomó su cintura de nuevo, la pierna derecha de Freen fue flexionada hacia atrás quedando entre las de Billy y en un rápido movimiento él giro con ella lanzándola por el aire, Freen cruzó sus brazos en su pecho e hizo un triple flip cayendo impecable. Los dos quedaron a la par en cuestión de segundos y realizaron un águila que no era mas que saltar de un pie a otro con un medio giro.
La rutina estaba llegando a un punto de éxtasis cuando el patinador tomó a Freen por uno de sus patines para darle impulso el cual también era para él ya que a continuación la chica tomaría el filo de su patín al estirar el brazo por su espalda haciendo una especie de aro donde Billy pasaría su brazo izquierdo y su cabeza mientras su mano sujetaba el muslo que estaba elevado, con esa posición él la alzaría hasta que el otro patín tampoco tocara la pista, por su parte Freen sujetó una pierna de Billy al quedar de cabeza, en un simple movimiento el patinador levantó la pierna que Freen sujetaba y su posición era como T al quedar solamente la pierna derecha de Billy sobre el hielo. La gente aplaudió aún con más euforia ante tan imagen.
El chico bajó a Freen en un hábil movimiento y siguieron patinando de espaldas, alzaron su brazo izquierdo hacia adelante y levantaron la pierna derecha hacia atrás. Eso les dio unos segundos para respirar. Freen sabía que el siguiente salto podía darles la victoria o la derrota, sus oídos retumbaban y en ese momento todo iba como en cámara lenta, miró los ojos confiados de su compañero que quería transmitirle toda la confianza posible. Su patinar era mas rápido, Billy una vez mas tomó la cintura de Freen, ella abrió los brazos para tomar impulso, ambos flexionaron las rodillas y entonces él la lanzó girando a la dirección en que sus espaldas habían estado. La patinadora cruzó sus brazos en el pecho y sintió su cuerpo girar una vez, dos veces, tres veces y con el esfuerzo de un cuarto y casi imposible giro su cuerpo cayó y un agonizante dolor le indicaría que no lo lograron.
—Freen, Freen —escuchaba a su amigo y compañero agachado a su lado intentando llamarla, intentando que ella saliera del estado de shock que el dolor le provocaba. No podía escuchar nada más, veía borroso y sentía su quijada trabada de lo fuerte me apretaba los dientes.
Billy la tomó entre sus brazos y la llevó afuera de la pista.
—Creo que su tobillo recibió la caída —su entrenadora mencionó a uno de los paramédicos que ya la esperaba con una camilla.
Los presentes estaban en completo silencio, solo los ahogados quejidos de dolor de la patinadora se podían escuchar.
—¿Qué pasó? ¿está bien? Freen —su madre tenía miedo. La chica no respondía a nada mas que el dolor. Pero no solo era un dolor físico, era un dolor interno que crecía a medida que una voz le decía que había fracasado.
Freen no pudo evitar llorar internamente.
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Patinando sobre el destino
FanfictionLos accidentes pasan, las ganas de ser la mejor en lo que te gusta existen, pero ¿qué pasa cuando ambas cosas se unen? Freen, una ex patinadora artística de alto rendimiento sobre hielo y Becky, una chica que sueña en grande estarán envueltas en un...