Capítulo XV.

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—"Tranquila, Becky. Tú puedes hacerlo" —se decía a sí misma respirando profundo y dejando que el aire salga lentamente teniendo los ojos cerrados.

—Becky, solo necesitas relajarte y concentrarte —la voz de Heng se escabullía en su intento de enfocar toda su atención a la rutina que en teoría ya estaba memorizada.

La inglesa abrió los ojos y procuró mantener la vista en el hielo, pero poco duró todo ese intento pues de manera automática sus ojos se dirigieron a su entrenadora la cual le provocaba una enorme sonrisa.

—Vaya, si que te perdimos —murmuró Heng poniendo una mano sobre el hombro de su compañera.

—No puedo evitarlo —su voz salía entre suspiros.

—¡Armstrong, concéntrate ya! —Billy gritó desde el centro de la pista —Tu novia no ha logrado hacer la rutina completa y estoy seguro de que tu eres la causa de ello —Freen no pudo evitar sonreír al escucharlo porque sabía que así era.

Ella tampoco podía concentrarse en el bar o en el entrenamiento. Solo tenía ojos para la patinadora más hermosa de todas.

Solo dos días habían pasado desde que la tailandesa le pidió a Becky ser su novia y parecía que ambas estaban siempre en una nube. Incluso Nun se había dado cuenta de que algo sucedía con su hija cuando hablaron el día anterior.

—Hablaré con ella —Billy asintió y patinó hasta los chicos.

Becky se acercó a Freen mientras el entrenador le daba indicaciones a Heng.

—Creo que Billy está a punto de ahorcarme —Freen se rio y negó con la cabeza.

—Princesa, solo necesitas enfocarte en la técnica para que tus saltos sean más definidos —la tailandesa puso sus manos en la cintura de su novia y la acercó a si misma —A la que Billy quiere ahorcar es a mi —Becky dejó que se le escapara una risa —De verdad, si no logras hacerlo me pedirá que no venga hasta que hayan pasado la próxima prueba y quizás me pida no venir hasta que hayan pasado los juegos.

La inglesa hizo un puchero —No, si no vienes yo tampoco querré venir pensando en que quiero verte —la voz de Becky se tornó infantil.

—Y estando yo aquí, ¿en qué piensas? —los hoyuelos de la patinadora se formaron cuando sonrió.

—En que quiero un beso —le susurró tímida —Bueno, muchos besos —Freen se sonrojó.

—Me gustaría besarte ahora, pero hay un puñado de niñas viéndonos y no creo que a sus madres les dé gusto que nos vean —le dijo cerca de su oído lo cual ocasionó una extraña sensación por toda la piel de Becky.

—¿Podrían terminar con esto? —interrumpió Billy acercándose a ellas —Esto es un entrenamiento no una cita —ambas rieron y se separaron.

—Lo siento —la patinadora iba a retomar su lugar, pero Freen la detuvo y la atrajo tomando su mano.

—Te daré los besos que quieras después del entrenamiento si logras concentrarte —Becky sintió que perdía el equilibrio al sentir el aliento de su novia sobre su piel y solo pudo mover la cabeza de arriba abajo antes de regresar con Heng.

—Mas vale que eso la ayude y no lo haga peor —la realidad es que Freen esperaba lo mismo.

Aunque el entrenamiento no fue lo mas satisfactorio para Billy, aceptó que mejoró después de que las chicas tuviesen aquella platica.

—Creo que será peor si dejo de venir —Becky alcanzó a escuchar a su novia cuando estaba saliendo de los vestidores.

—Freen, si continua con ese nivel de distracción te aseguro que no pasaran esta segunda prueba. Estamos a pocos días y no ha logrado hacer la rutina completa con la técnica correcta —la patinadora se asomó un poco intentando estar oculta ante los entrenadores, pero quería ver cual era la reacción de la tailandesa.

Patinando sobre el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora