-4-

445 91 8
                                    

Estaba dejando a mi hija en la escuela y veníamos platicando, el fin de semana lo dediqué para estar con ella lo más que pueda trabajaba también los fines pero salía un poco más temprano lo que me dejaba tiempo de llevar a algún lado a mi hija.
Al llegar la directora se acercó a mí. — Buenos días. —

— Buenos días directora. — Mi hija también la saludo.

— Juana es mejor que entres tu profesora te está esperando. — Me despedí de mi hija y la bajé de mis brazos cuando se alejó la directora comenzó a hablar — Tiene algo de tiempo para hablar es muy importante. — Me quería negar para no llegar tarde al trabajo pero la directora insistió en lo importante que era.

— Si directora dígame que se le ofrece. — Esperaba que la plática fuera rápida, no quería llegar tarde de nuevo.

— Quería informarle que de nuevo esta atrasado con el pago de la colegiatura, la semana pasada fueron los últimos días y no nos llegó ningún pago suyo. — La semana pasada también había tenido que pagar la renta del departamento porque ya debía algunos meses así que cubrí algo de esa deuda lo que provocó que no estuviera completo el pago de la colegiatura además que me llegó la factura de cada mes del hospital..

— Si, soy consciente de ello pero tuve algunos pagos que hacer pero no se tiene de qué preocuparse el día de mañana le daré el dinero se lo aseguro. — Hoy pediría un adelanto al chef para pagar lo que debía.

— Nosotros también somos conscientes de su situación económica pero sí sigue esto así tendremos que prohibir el paso a la institución a su hija, de hecho muchos de la junta directiva estaban a favor de que su hija dejara ya de asistir a clases pero yo le di un voto de confianza asegurando que lo pagaría. Así que tiene tres dias no le puedo dar mas o lo mejor es que empiece a buscar —

— Le aseguró que mañana tendría el dinero y muchas. — Me despedí y caminé hacia el autobús dirección a mi trabajo me lleve las manos a la cara tenía tantas cosas que pagar que me sentía asfixiado. Traté de tranquilizarme antes de que me diera un ataque de ansiedad.

Llegué a mi trabajo encontrándome con el chef que ya me esperaba con una mirada molesta. — De nuevo llegas tarde. — Dijo señalando su reloj. — Estoy esperándote porque hoy tenemos muchas reservaciones y necesitaba que estuvieras puntual. — Comenzó a regañar alzando la voz cada vez más. — Soy consciente de lo bueno que eres pero no puedo seguir aguantando tu impuntualidad, estás retrasando mi trabajo y el de tus compañeros. — Todos en la cocina estaban en silencio mirando.

— No se volverá a repetir chef. —

— Cómo que no se volverá a repetir, si cada semana es lo mismo. — Dijo pegándole un fuerte golpe a la mesa que tenía frente a él. — Se te quitara un día de sueldo más a parte que tendré que bajarte de rango y dejaré a alguien más como capitán, se te han dado muchos privilegios como salir antes de turno pero eso se acabó. —

— No por favor usted sabe que mi trabajo siempre ha sido perfecto, no volverá a ocurrir una situación así . —

— Está bien, solo se te rebajará este día de sueldo pero seguirás con tu puesto. Ahora ve a cambiarte que ya es casi hora de abrir. —

Asentí con la cabeza y me cambié rápido, este día estaba yendo de mal en peor ahora era imposible que yo le pudiera un adelanto al jefe, me dolía la cabeza y me sentía mal.

El día no mejoró mucho llego demasiada gente al restaurante que llegó un punto que pensé que moriría del estrés, también no faltó que llegara Slime se le había hecho ya costumbre venir por lo menos una vez a la semana en donde se insinuaba a mi cuando tenía oportunidad así que de inmediato ponía a alguien más a cargo de su mesa.

Se le había metido en la cabeza la idea de querer verme después del trabajo pero yo nunca le decía ni a qué hora salía.
Cuando llegó la hora de mi salida me despedí de todos, hoy no había podido hablar con Aldo por que no tenía tiempo ni de descansar un segundo. Me quite el uniforme poniéndome una playera negra junto con un pantalón de mezclilla.

Tomé mis cosas y salí por la parte trasera del local que daba a un callejón, mire la hora había salido unos minutos antes tenía mucho tiempo para llegar por Juana así que me recargue en la pared y descanse un poco.

No se que haría con el dinero que me faltaba para pagar la colegiatura además de que el casero ya me estaba pidiendo liquidar la deuda que tenía ya que debía tres meses y solo había podido pagar uno junto con el pago del hospital. Del pago del hospital ya faltaba poco para terminar la deuda así que eso no me preocupaba tanto. Volví a perderme en mis pensamientos tratando de buscar una solución para pagar todo, la mejor solución sería buscar otro trabajo en la noche o los fines de semana pero tendría que buscar a alguien que se ocupara de mi hija.
Estaba tan distraído que no me di cuenta que alguien estaba caminando hacia mí, había estacionado su coche en la entrada del callejón.

Yo me iba a dar cuenta de quién era pero Slime me habló.

— Hola, por fin podemos encontrarnos fuera de tu hora de trabajo. — Él se acercó más a mi, le di una mirada dura y seguí caminando tratando de ignorarlo no quería que mi día se fuera más a la mierda. — En serio me ignorarlas solo quiero hablar un poco contigo. — Me tomó del brazo pero yo traté de soltarme.

— Puedes soltarme, tengo cosas que hacer. — Pero su agarre no aflojó si no que se volvió más fuerte.

— No entiendo por qué no quieres aceptar una invitación a salir. — No quería decirle que era de mi conocimientos los negocios sucios que hacía además de que se la pasaba diciendo comentarios fuera de lugar.

— No entiendo por qué quieres salir conmigo, estoy seguro de que debe de tener a muchos chicos y chicas atrás de usted así que por favor ahora suéltame. — Jale mi brazo para intentar soltarme pero de nuevo lo impidió ahora acercándome más a él, mire a los lados en busca de ayuda pero no había nadie cerca de mi solo que en el final del camino había dos personas con traje que lo más seguro es que fueran trabajadores de Slime.

— Sí, tengo a muchas personas interesadas en mí pero ahora mismo solo estoy interesado en ti. Además que estoy necesito un poco de diversión estos días. — dijo dándole una mirada a mi cuerpo que me pareció repulsiva. — Hablemos y ya con el tiempo podrías ver cuántos beneficios tienes al estar con una persona como yo tal vez quieras, no se tal vez ya estás harto de tu trabajo yo podría lograr que ya no tengas que trabajar nunca más.

— No quiero nada de ti y no me importan los beneficios que me puedas ofrecer, solo quiero que me sueltes o creme que comenzaré a gritar y todos saldrán a ver qué es lo que pasa. — Él me soltó de repente provocando que me tambaleara.

— Solo te pido una salida creeme que no te arrepentirás. —

— Eres un pesado. — Comencé a caminar pasando a su lado y empujandolo con el hombro por que no se movía, podía escuchar que él seguía mis pasos estaba a nada de voltear y darle un golpe para que dejara de molestar pero tenía en mente que había dos de sus guardaespaldas asiq eu si le llegaba hacer algo ellos vendrían corriendo. — Puedes parar de seguirme. —

— Está bien ya no te molestare pero piensa en mi propuesta de salir algún día. — Solo gire un poco viendo como él por fin se iba dio unos cuantos pasos y se detuvo. — Adiós y mandale saludos a tu hija de mi parte. — Lo miré extrañado, él se subió al coche junto con sus empleados y se fue. No entendía cómo sabía lo de mi hija, estoy de acuerdo que todos los empleados del restaurante era de su conocimiento esa información pero no platicaba mucho sobre mi niña y muchas veces a algunos se les olvidaba que yo era padre. Los que sabían más del tema eran el Chef y mi amigo Aldo pero no creo que ellos gritarán a los cuatro vientos ese tipo de información. Me llevaba bien con su padre pero tampoco tanto para contarle algo así de importante me parecía extraño que hablara de eso, mire una última vez en la dirección que se fueron todo había sido muy extraño, como sabía Slime que a esta hora salía de trabajar. Tal vez había escuchado mal y ya me estaba creando escenarios que eran imposibles, lo mejor era no ponerle atención.

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora