-25-

385 85 7
                                    

Habíamos quedado en ir a la casa del lago de la familia de Slime pero se canceló de último momento por que el clima no era el adecuado, este fin de semana estaría lloviendo así que nos invitaron a su gran mansión.
Toda la semana me estuve comunicando con la madre de Slime, siempre me preguntaba cómo estaba yo y mi hija, a veces hacíamos llamadas, me gustaba poder hablar con ella.

El coche había parado frente a la casa, ya había estado aquí pero por fin podía ver con más detalle el lugar era muy precioso.

— Este lugar es muy bonito papá Slime. — Mi niña estaba en los brazos de su padre que bajó del auto, los tres veníamos abrigados por que ya por la tarde estaba bajando la temperatura.

— Aquí es donde yo crecí princesa, ahora que recuerdo tenía una casa del árbol podríamos jugar si aun esta. —

— Si podríamos jugar a la comidita o con alguna pelota. — Habló emocionada mientras lo agarraba de la cara.

— Creo qué mi madre dejó en algún baúl algunos de mis juguetes podría mostrarlos y jugar con ellos pero si no te gustan podríamos ir a comprar juguetes. — Para este viaje no pudimos traer muchos juguetes, solo traía un dinosaurio y algunos coches con los que le gusta jugar.

— Tiene en la casa muchos juguetes no tiene por qué comprarle más. — Los tres ingresamos a la casa y de nuestras maletas se encargó el mayordomo junto con otras dos personas.

— Déjame consentir a mi princesa lo que yo quiera. — Yo rodeé los ojos y lo ignoré sabía que haría lo que quisiera.

— Hola, ya los esperaba desde hace horas. — Habló la señora Miller acercándose a nosotros recibiendonos con los brazos abiertos, hoy tenía puesto algo mucho más cómodo qué la última vez que nos vimos pero eso no le quitaba lo elegante.

— Lo siento pero teníamos que ordenar las cosas porque la princesa necesita muchas cosas por cualquier incidente. — Abrazo a su madre y después mi hija la abrazo.

— Lo importante es que ya llegaron. — Me dio un abrazo y después nos guió a su sala. — Estaba preparando algunas galletas con chispas de chocolate para todos. —

Juana se bajó de los brazos de Slime y tomó la mano de la señora. — A mi me encantan las galletas, mi papá hace cada que le pido y me enseñó. —

Slime se acercó a mí para entrelazar nuestros dedos, seguimos por detrás.

— ¿Quieres ayudarme? —

—¡¡Si!! Yo quiero poner las chispas. — Brinca de la emoción sin soltar la mano.

— ¿Y mi padre dónde está? — Dijo Slime porque no lo veía por ningún lado.

— Debe de estar en la oficina tenía visitas pero no se preocupen que ahora nos acompañará. —

Nos dirigimos a la cocina y ayudamos a preparar las galletas qué eran de diferentes formas, cuando las metieron al horno nos sentamos en la pequeña mesa que había en la cocina a platicar. Slime pasó su mano por mi hombro dejando de vez en cuando algunas caricias en mi nuca.

Me gustaban estos momentos, sentía que poco a poco me iban tratando de unir a la familia contándome anécdotas del pasado de cuando Slime era un niño. Hace años que no tenía algo parecido a una familia, mis padre me habían dejado a un lado y tener a alguien como la madre de Slime tan dulce me hacía recordar el pasado.
El celular de Slime sonó indicando una llamada.

— Creo que es urgente, ahora vuelvo cariño. — Se levantó dejando un beso en mi cabello, hace un par de días Slime comenzó a decirme todo tipo de apodos cariñosos.

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora