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Ayer estuvimos todo el dia de compras junto a mi hija y Slime nunca había comprado tanto en mi vida, ya no sabia que mas escoger tambien me compro algunos trajes muy elegantes asegurando que servirá cuando vayamos a comer a algún restaurante o alguna cita que tengamos.

Estaba sacando de las bolsas todo lo que traje, ya había acabado de acomodar la ropa de mi hija, le compro todo tipo de vestidos, moños y ligas para combinar, incluyendo algunos juguetes que le habían gustado después de eso nos fuimos a comer y regresamos cansados. Así que hasta hoy me había dado tiempo de acomodar toda la ropa, por la mañana les hice el desayuno y Slime me acompañó a la escuela para dejar a mi hija para después irse a su trabajo.

Mire la hora y tenía tiempo para hacer algo de comer, hoy Slime me dijo que quería pasar por mi hija así que yo estaba tranquilo, Slime le tenía mucho cariño a Juana el día de ayer estuvo todo el dia consintiendo cualquiera de los caprichos que tuviera la llevo a los juegos en donde los dos terminaron exhaustos.

Busqué en el refrigerador preparar una ensalada, haría rollitos de carne con espárragos y estaba pensando en hacer una crema.

Comencé a cocinar para tener todo listo, coloque una serie en la televisión me sentía solo en esta enorme casa así que siempre trataba de tener música o algo, saque todo los traste que ocuparía para la comida y tener todo listo trataba de mantenerme distraído para no pensar mas en mi trabajo que perdi todavia me sentia mal por eso.

Había tratado de buscar un nuevo trabajo de medio tiempo y tal vez si le explicaba bien las cosas a Slime lo entendería para dejarme trabajar de nuevo sabía que eso no era tan posible sabia cual seria la respuesta que me daría.

Cuando termine la comida me propuse a limpiar todo lo que ocupe, vi la hora ya casi era la hora de su salida asi que saque los platos y los coloque en la mesa para estar listo, escuche que el ascensor se abría indicando que alguien había entrado, escuche las voces y pasos que se acercaban.

— ¡¡Papá, ¿dónde estás? !! — Escuche el grito de mi hija y sonreí cuando la escuche.

— ¡¡Estoy en la cocina!!— Lleve la comida a la mesa, encontrándome ya con Slime que venía cargando a mi niña.

— Hola papá, mira lo que me compro Slime. — Slime venía cargando a Juana, ella extendió sus brazos hacia mí para que la cargara y me mostró una barra de chocolate.

— Se ve muy rico pero tendrás que esperar a comer primero. —

— Si papá y hoy me fue muy bien en la escuela, hoy estuvimos cantando una canción. — Comenzó a contarme, se veía muy feliz, mire a Slime que se quitó el saco y dejó su maletín y la mochila de mi hija en un perchero que había cerca de la sala. — Mañana también puede ir él por mi a la escuela. — Señaló a Slime que sonrió al escuchar lo dicho.

— Por mí estaría bien ir por ti todos los días a la escuela pero a veces no podré por trabajo. — El ojiverde se acercó por detrás pasando sus brazos por mi cintura creando un abrazo. — Hola, perdón por no saludarte. — Me dio un beso en la mejilla, ya se estaba haciendo cada vez más común estas muestras de cariño frente a mi hija que aunque trataba de evitarles a él no le importaba. — Huele muy rico, preparaste tu solo la comida.

— Si, busque en el refrigerador y tenemos muchas cosas asi que decidi hacer algo nutritivo para todos. Hoy es dia de comer verduras. — Ahora estaba hablándole a mi hija

— Yo no quiero verduras papá, saben feas. — Saco la lengua en muestra de asco.

— Haz caso a papá, después de comer podrás comer tu chocolate y tal vez podría enseñarte a nadar en la piscina. —

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora