Love In Contract

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Termine mi servicio estaba cambiando mi ropa, no me sentía cansado el dia de hoy todavia tenia muchisima energia desde hace semanas que no dormia muy bien pero no se por que tal vez fue por que firme ese contrato de Slime él se había asegurado de que pagará todas mis deudas me sentía mal por que nunca había necesitado de alguien pero era como si el peso que tendría en mis hombros se hubiera ido.

Aldo también estaba cambiando, hoy nuestros horarios habían coincidido. — ¿Hoy qué harás? — Le pregunté mientras guardaba todas mis cosas.

— No sé, creo que me quedaré en la mansa a descansar hoy la cocina estuvo muy complicada.

— Y por qué no vienes a mi casa, estaba pensando en preparar alguna pasta con nuggets en forma de dinosaurio. — Escuché su risa cuando dije lo último.

— No entiendo por qué le encantan tanto los dinosaurios a tu hija.

— Ni yo, es que está a punto de llenar todo el departamento de dinosaurios pero es una etapa y tal vez mañana de repente le guste otra cosa. —

— Acepto la invitación y ya que tu me invitas a tu casa yo puedo hacer la pasta. — Tome mi mochila para salir junto a Aldo.

— No, yo te estoy invitando así que me toca cocinar a mi ya que llevas todo el día cocinando. — Aldo abrió la puerta dejándome pasar a mi primero.

— Está bien pero a mi me toca comprar algo de postre, podría ir por un helado o... — Los dos nos detuvimos al encontrarnos con Slime que estaba esperando afuera. — Buenas tardes señor Miller. — Hablo de manera educada en el restaurante ya todos lo conocían. — Se le ofrece algo, si tiene alguna reunión con el Chef puedo ir a avisar.

— No tengo ninguna reunión pero gracias por preguntar, venía a hablar con Mariana. — Aldo me miró esperando a que dijera algo, yo lo tomé del brazo para alejarnos un poco.

— Lo siento, no recordaba que tenía que hablar con él, me tardaré muy poco pero creo que sería mejor lo de la comida para otro día. —

— Por mi no hay problema, puedo esperar. — Insistió.

— No enserio, debes de estar agotado te mando mensaje después. —

— Está bien que nos vemos mañana. — Él se alejó dándonos una mirada a Slime y luego a mi.

Cuando estuvo lo suficientemente lejos comencé a hablar. — ¿Por qué llegas sin avisar? —

— Te mando un mensaje, como la otra vez te molestaste por que no te avise ahora si lo hice pero no recibí ninguna respuesta. — Entonces recordé que no había revisado en ningún momento mis mensajes.

— Apenas estaba saliendo así que no pude tampoco revisar. ¿Y qué haces aquí? —

—Venía por ti, quiero llevarte a comer, bueno sería más una cena porque cuando lleguemos ya será noche. —

— Tengo que ir por mi hija y hablando de eso ya voy tarde por ella. —

Slime me tomó de la mano borrando qué caminara. — Ahora vamos por tu hija, sube a la camioneta. —

— No necesito que me lleves... — Él se acercó más a mi tomándome de la cintura.

— Creo que tienes mala memoria pero es que tan solo ayer firmaste un contrato y si te estoy diciendo que vamos juntos tú aceptas. — Su voz había sonado muy intimidante, nunca lo había escuchado así a excepción de la vez que lo escuché molesto en el baño. Él estaba apretando fuerte mi cintura si seguía así dejaría una marca, solté un quejido tratando de ver si así se detenía pero no. — Te quedo claro. —