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Se sentía una tensión en el aire yo no me movía, Foolish también estaba en la sala pero se encontraba parado algo lejos pero atento a lo que pasaba. No sabía muy bien que tenía que hacer y si decía algo que no era debido podría arruinar todo.

Mire a Slime buscando respuesta pero el desvío su mirada, él parecía molesto y triste a la vez, sostuve de la mano con más fuerza a mi hija, esperaba que no hayan escuchado que Juana le llamó "Papá" a Slime.

—¿Quienes son ellos papá? — Yo miré a mi hija que también no entendía nada, todos la vieron e inmediatamente escondí a mi hija detrás de mí.

— Buenas noches caballeros. — Les dije, tratando de llamar la atención a mi. — Se les ofrece alguna bebida podría traerles lo que necesiten. — Lo que quería conseguir era irme y dejarlos hablar a ellos.

— Buenas noches Mariana, perdón por mi falta de educación no me esperaba encontrarte en este lugar. —

— No tienes de qué disculparse, yo los interrumpí y me retiro y si necesitan algo pueden pedirlo. — Antes de poder dar un paso, el señor Miller siguió hablando.

— No es necesario que te retires, de hecho necesito que te quedes, mi hijo estaba a punto de contarme sobre su relación. — Sabía que algo había pasado, la única persona que estaba feliz y con una sonrisa de oreja a oreja era Foolish.

— Iré a dejar a mi hija a otra habitación, creo que no es apropiado qué ella escuche la conversación. — Me gire y cargue a mi hija le tape los oídos porque no quería qué pudiera escuchar algún comentario malo. Y de repente escuche como dieron un golpe fuerte a la mesa de centro haciendo que el ambiente se volviera más pesado.

— ¿Quién te dijo que podías irte? ¡Siéntate! — Yo me giré de nuevo y pude ver el rostro del padre de Slime, su rostro estaba rojo su puño seguía en la mesa. Tomé asiento lo más lejos que pude en los sillones, no quería estar cerca de nadie.

— Mami cierra tus ojitos, es hora de dormir. — Le hable al oído en un susurro a mi hija, ella solo me miró unos segundo son decir nada y después asintió para esconder su rostro en mi cuello, pasaron algunos minutos donde ninguno hablaba sentía que la respiración de mi hija se calmaba indicando que estaba quedando dormida.

— Ahora ya qué estamos todos juntos podrías seguir explicándole esto, hijo. — El señor Miller me señaló a mi y a mi hija.

— Padre, deja que él vaya a dejar a la niña. — Insistió Slime y agradecia a pesar de que mi Juana se estaba quedando dormida no quería que se asustara por algún grito.

— Te estoy pidiendo una explicación así que no desvies el tema. — Su padre le estaba dando una mirada dura, ahora entendía porque Slime le tenía miedo a su padre.

— Ya te lo he explicado, él y yo estamos en una relación desde hace un tiempo. — Se oía cansado, tal vez ya llevaban mucho tiempo hablando de esto y solo me estaban esperando a mi.

— Eso lo entiendo hijo, tu sabes que yo no me meto en tus relaciones a menos de que afecten el negocio pero esto parece más formal de lo que dices. Los tienes viviendo en uno de los departamentos qué yo te compre, también por lo que escuche su hija ya te dice padre no me había enterado que ya era abuelo. — Cada vez subía más su tono de voz, volviéndose más ronca y yo me encogía en mi lugar.

— Y no solo eso, al parecer también los mantiene oír qué el Señor Mariana no trabaja desde que lo despidieron. — Ahora hablo Foolish, su voz era más en tono de burla ahora entendía tal vez él le dijo a el Señor Miller de nuestra relación por que no quise aceptar su estúpido trato. El señor Miller se levantó repentinamente tomándonos a todos por sorpresa y se puso delante de su hijo.

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora