-13-

452 85 13
                                    

Desperté al escuchar la alarma, pero no quería abrir mis ojos desde hace años que no dormía tan bien como esta noche, mi cuerpo estaba perfectamente relajado no sentia ningun musculo contracturado como ya estaba acostumbrado, asi que deje sonar un poco más la alarma sabía que era fin de semana y no tenia porque preocuparme por llevar a la escuela a mi hija asi que volvi a cerrar mis ojos, sentí la mano de Slime en mi cintura, el se quedo hasta tarde entendía que el estaria mucho mas cansado que yo. Después de mostrarle la habitación a mi hija y jugar un rato con ella se volvió a encerrar en su oficina donde no lo volví a ver mas hasta que sentí cuando se acostó pero no quise molestarlo.

Estaba a punto de cerrar mis ojos pero se me vino a mi mente que no tenía a nadie con quien dejar a mi hija, tenía que regresar a mi casa también a tratar de acomodar todo por que se supone que hoy nos mudaremos aquí después de que regresara del trabajo. Me levanté a mi pesar quería seguir aun acostado, me dirigí al cuarto de baño que como toda la casa era una locura, no podría acostumbrarme a este lugar nunca.

No tenía ropa aquí pero Slime me había dicho que podía tomar cualquiera de sus prendas para que no utilizar la misma de ayer y se lo agradecía en este momento.

Cuando termine de bañarme fui al armario tratando de buscar algo que me quedara, casi toda la ropa eran trajes no tenia nada mas comodo, seguí buscando entre los cajones hasta que encontró un chándal que estaba con más ropa deportiva y tome una sudadera a juego me quedaba grande porque Slime era más alto y era más fornido que yo. Peine mi cabello y salí de la habitación para ir por mi hija, trate de recordar en donde era su habitación cuando di con ella abrí la puerta con cuidado encontrando con mi hija que seguía dormida le hable para despertarla sin tener mucho éxito se veía exhausta.

— Buenos días. — Solté un brinco cuando escuche la voz de Slime atrás de mí llevé mis manos al corazón.

— Casi me matas del susto por que no haces ruido. — Le di un golpe en el hombro y el se quejo seguía con los ojos un poco cerrados se notaba que se acababa de despertar y el cabello despeinado.

— Auch... escuche que te levantaste, ¿A donde vas a ir? — Su voz se escuchó más grave de lo normal tal vez por que apenas se había levantado.

— Tengo que ir a trabajar — Le expliqué.

— Por qué no te quedas, ya no es necesario que trabajes. — Slime me abrazó y yo me quedé estático. — Vamos a la cama, quiero dormir un rato más.

— Tengo que trabajar, se que tu me pagaras lo que yo quiera pero no me gusta depender tanto de ti. — El ojiverde me ignoró por completo y me siguió abrazando mientras sentía su respiración en mi cuello.

— Regresa a la cama, anda. — Volvió a insistir.

— No, puedo me despedirán si falto, además tengo que llevar a mi hija con una amiga para que la cuide mientras yo trabajo. —

— ¿Por qué no la dejas aquí? Contrataré a una niñera o las que quieras para que la cuiden. —

— No sé, tendría que conocerlas primero y asegurarme que de verdad la cuidaran. Y tengo que ir a preparar todo para la mudanza. —

— Está bien, te dejaré ir pero regresa pronto, quiero pasar la tarde contigo y con Juana. — Levantó su cabeza y me dio un beso. — Ire a dormir, estoy demasiado cansado. — Me dio un último beso.

— Adiós. —

Mire a mi hija seguía dormida, la volví a levantar y ahora si me hizo caso la ayude a levantarse con cuidado para guiarla a su nuevo baño dejando que se bañara, guarde uno de los peluches que le habían gustado para que jugara cuando se quedara con Rivers.

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora