-9-

447 93 6
                                    

Esta escena era muy rara, estaba preparando el espagueti mientras en la sala estaba Slime junto a mi hija sentados en el sofá y los dos estaban concentrados viendo la película ninguno de los dos se movía en ocasiones hablaban pero era para hablar de algo referente a la misma pelicula, parecia que ni parpadeaban de los entretenidos que estaban también el ojiverde se había quitado su saco junto con la bufanda que traía dejándola sobre los sillones.

Deje de mirarlos para terminar todo lo que tenía que hacer ya se estaba haciendo tarde y quería terminar antes paraque Slime se fuera, mire por la ventana y identifique su camioneta viendo a los guaruras que estaban tomando lo que parecía ser un café, no me gustaba la idea de que hubiera gente vigilandonos en todo momento me trate de negar por que no era necesario que nos cuidaran pero Slime no me hizo caso y ordenó que se quedaran afuera, no quería pelear con él y menos frente a mi hija.

Ya estaba por terminar así que fui a la alacena para sacar platos no teníamos muchos todo este tiempo éramos mi hija y yo o algunas veces se unen mis dos amigos, tenía dos platos para mi y tenia otros platos que le compre a mi hija que con alguna figura o dibujo era lo mismo. Comencé a servir la comida cuando sentí la presencia de alguien tras de mí, así que me gire encontrándome con Slime que estaba recargado en la mesa observando.

— Necesitas algo. — Le pregunté.

— Si, venia por un vaso con agua tu niña tiene mucha sed. — Me respondió mientras se acercaba un poco a pasos lentos.

— Ya está todo listo, ahora nos sentamos y les serviré. — Segui enfocado en servir.

— ¿Quieres que te ayude? — escuche su voz más cerca gire un poco encontrándome con la mirada de Slime que ya estaba atrás de mi.

— No, ya está todo listo pero gracias. — Sentí su respiración en mi nuca, me iba a mover pero el coloco sus manos abrazándome desde atrás, yo le tomo las manos tratando de zafarme. — Huele muy bien. —

— Aléjate de mí, sabes que está mi niña no quiero. — Sus labios estaban en mi nuca y le di un codazo tratando alejarlo quería mirar en dirección a mi hija pero él lo impidió pegandome mas a el.

— No quiero alejarme, solo pido un beso y te dejaré. — Me tomo de la mandíbula para tratar de besarme estaba a punto de juntar nuestros labios pero lo volví a empujar con éxito cuando escuche la voz de mi hija en la entrada de la cocina.

— Papá tengo mucha sed. — Camine a mi hija cargándola para sentarla en la mesa tomé una servilleta de papel y se la coloque a mi hija para evitar que se ensucia.

— Ya está todo listo mi niña hermosa ahora te sirvo tu comida. — Fulimne con la mirada a Slime que ahora se estaba sentando al lado de Juana.

Les servi su plato a cada uno para después sentarme y comenzar a comer, mi hija estaba muy feliz viendo los nuggets. — Mira Slime mi dinosaurio. — Levantó el dinosaurio poniéndolo casi cerca de su rostro.

— Me gusta pero está mucho mejor el mío, mira. — Los nuggets tienen diferentes formas de dinosaurio y los dos comenzaron a jugar, mi hija se levantó subiendo a su silla.

— Mami no se subas a la silla te puedes caer. — Ella no me hizo caso porque seguía jugando. — Si no haces caso tendré que quitarte tus nuggets y yo me los comeré. —

— No quiero que te los comas. — Dijo escondiendo su comida.

— Tu papá tiene razón después de comer podemos jugar a algo o si quieres te ayudo a tu tarea. — Mi hija asintió y se sentó correctamente mientras le daba un bocado a su alimento mientras hacía un pequeño baile por el rico sabor.

— Estoy muy feliz de que estés con nosotros. — Comenzó a hablar mi hija con el ojiverde quien la escuchaba atenta. — Podrías comer con nosotros todos los días, papá hace muy rica comida y podríamos estar más tiempo juntos. — Sabía que mi hija estaba encariñada con Slime se notaba desde lejos en la forma en la que jugaba con él o se sentaba a hablar de su caricaturas.

— A mi también me gusta estar contigo, trataré de venir a comer cada vez que pueda si así lo quieres. Además que tienes razón tu papá cocina muy bien. — Colocó su mano en mi pierna tomándome por sorpresa yo puse mi mano sobre la suya tratando de quitarla sin lograrlo en vez de eso él tomó mi mano y la sostuvo así durante toda la comida.

Al terminar me quede limpiando mientras los otros jugaban y mi hija le mostraba su cuarto, paso unos minutos también guardando toda la comida en el refrigerador, apague la televisión ya era muy noche tenía que dormir ya mi hija.

— Y este es mi peluche favorito, me lo compró mi papá en mi cumpleaños. Ya casi es mi cumpleaños y mi papá me hará una fiesta, si quieres estar invitado habrá pastel de chocolate. — Entre al cuarto y los dos me miraron. — Papá ya invitó a Slime a mi fiesta. —

— Mami tienes que irte a dormir ya es tarde, es hora de despedirte. —

— Adios, cuando quieras estas invitado a mi casa. —

Le dio un abrazo y después se fue a guardar sus peluches. — Ahora vendré a darte las buenas noches. —

Slime y yo salimos de la habitación, llegamos a la sala donde le extendí todas sus cosas. — Me estas corriendo de tu casa. —

— Lo siento tal vez quieras quedarte un poco más pero estoy cansado quiero dormir un poco —

— Podría quedarme a dormir si eso es lo que quieres. — Me quito de las manos las cosas y me tomo de la cintura, yo estaba muy cansado para detenerlo.

— Si piensas que puede haber algo ahora que mi hija se va a dormir olvídalo, si quieres quedarte a dormir será a dormir y ya.

— Mantendré mis manos alejadas, lo prometo. — Slime me soltó y tomó su celular. — Le avisaré a mis chicos que se vayan que me quedaré por lo mientras ve con tu hija. —

Y así lo hice le leí un cuento a Juana hasta que se quedó dormida, se veía tan bien cansada le di un beso en la frente y la arrope a mi niña mientras él hablaba.

Salí de mi cuarto encontrándome con Slime que ya me esperaba, lo guié hasta mi cuarto. — Lo siento si no es tan buena como tu habitacion pero como debes suponer es lo que puedo ofrecer, no podrás decirme nada si pasas una mala noche, te lo advierto. —

Le di el paso, mi cuarto no era nada grande era más pequeño que el de mi hija era muy sencillo pero siempre lo mantenía limpio no me gustaba ver el lugar sucio asi lo hacia ver mas acogible, tenia fotos en todos lados con mi hija y mis amigos.

— Es un lindo lugar, se ve que cuidas muy bien este lugar, a pesar de ser una pocilga. — Lo ignoré por completo porque sabía que lo hacía más para molestarme. — Tienes alguna bata para prestarme. —

Asentí y fui a mi cajón dándole una bata que era color roja con líneas que formaban cuadros y yo tomé otra para mi que era muy parecida pero de diferente color. Slime se comenzó a desvestirse y yo me giré para no verlo mientras hacía lo mismo, cuando estuve listo me metí a la cama, apagando las luces y dejando la luz que estaba en un mueble que ilumina la habitación. — Te aviso que tengo alarma puesta porque me levantaré muy temprano. — Avise.

Mis ojos se cerraron casi inmediatamente después de lo que dije hasta que sentí como al lado de mi se hundía la cama indicando que el ojiverde ya estaba acostado. — Buenas noches. — Hablo y se levantó un poco para alcanzar mi cara y darme un delicado beso yo no hice nada por que ya estaba completamente dormido.

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora