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Estuve tranquilizando el humor de Slimer, me daba cuenta que el era una persona que no podía controlar sus emociones a tal punto de ser agresivo ahora tendría que cuidar todo lo que decía, pero logré que se relajara y que dejara de apretar al punto de pensar que me rompería en cualquier momento. Así que le di algunos besos o dándole algunas caricias en su cuello y cabello, estuvo a nada de quedarse dormido pero de repente se levantó y comenzó a mostrarme todo el departamento comenzando por las habitaciones.

Él le mandó hacer una habitación que ya era más grande que la sala de mi departamento que era especialmente para mi hija donde tenía muchos peluches de todo tipo de animales y juguetes por todos lados los colores de las paredes estaban pintadas con verde y blanco con algunas pegatinas de dinosaurios era un lindo lugar, tenía un escritorio donde podría hacer sus tareas y un closet que llegaba desde el piso hasta el techo, no podría llegar todos este armario ni juntando mi ropa y la de mi hija era enorme.

— ¿Te gusta? — Colocó su brazo en mis hombros, yo solo me quedé mirando todo el lugar, había algunos libros de cuentos en unas pequeñas estanterías de madera blanca y algunas decoraciones como macetas pequeñas. — Si no te gusta puedo hacer que lo cambien todo, podrían ponerle otro color a las paredes o otro tipo de decoración, está Juana podría elegirlo si así lo quiere. —

— Esto es demasiado, es que esta habitación es muy linda me gusta demasiado y... es que no se que decir. —

— Estoy feliz de que te haya gustado, tuve a todos mis decoradores trabajando en esta habitación quería que fuera perfecta. ¿Crees que a ella le guste? —

— Le va a encantar, será difícil sacarla de la habitación después, me gusta mucho. — Gire mi rostro encontrándome con el de el que ya tenía una sonrisa por lo que le dije me dio un beso corto.

— Vamos ahora te enseñaré nuestra habitación. — Lo miré algo impactado, tomó mi mano y me sacó de la habitación guiándome por el pasillo que pasamos a unas escaleras que hay al lado de la sala, subimos con cuidado y le di una mirada a mi hija que seguía dormida.

—¿Los dos compartiremos cuarto? —

— Si, ya lo hicimos una vez en tu casa no veo por qué ahora habría un problema. — Me dio una sonrisa y se paró frente a una puerta en la que suponía que sería nuestra habitación. — Se que quieres disfrutar de tu soledad junto a tu hija yo solo pasare un par de días a esta casa o te pediré que vayas a algún restaurante de los que hay cerca, se que piensas que es para ti pero esto es mas para mi comodidad.—

Abrió la puerta y la habitación era mucho más grande que la anterior que vimos, tenía en medio una cama king size al lado había una lámpara de pie, casi todo el piso estaba tapado por una alfombra color gris, con solo ver la cama tenía muchas gana...

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Abrió la puerta y la habitación era mucho más grande que la anterior que vimos, tenía en medio una cama king size al lado había una lámpara de pie, casi todo el piso estaba tapado por una alfombra color gris, con solo ver la cama tenía muchas ganas de dormir nunca en mi vida había vistoalgo asi, coloque mis manos en la colcha recargando un poco mi peso.

— Ven aún tienes que ver más antes de querer acostarte. —

— No quiero ver mas creo que me acabo de enamorar de la cama. — El me jalo para seguirlo la habitacion tambien tenia muy buenas vistas tenia ventanas igual de grandes que las de la sala y me llevó a otra puerta que estaba al lado de una cómoda, la abrió mostrando un gran armario que era una habitación más en el lugar, es que no podía llegar a imaginar cómo sería el baño, en el armario ya habían algunas cosas que suponía que eran de él, tenía muchos cajones y lugares en donde podías colgar camisas y pantalones. Por lo que suponía el lado izquierdo sería de Slime y el mio el derecho, en medio había otro mueble donde habían corbatas y todo tipo de accesorios y en la parte inferior estaba la zona donde colocar los zapatos.

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora