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Ese día me la pase bien con mi hija, descubrí que el departamento tenía muchas más habitaciones en una de ellas había una gimnasio qué tenía todo tipo de máquinas para ejercitarte esto se encontraba en el primer piso y lo que más me había sorprendido es que en el segundo piso había una gran piscina qué estaba en el interior pero habían dos puertas qué las recorridas y te llevaban a una terraza qué tenía una linda vista.

También había otra oficina donde no quise entrar, otro cuarto qué se podría ocupar como una sala de cine orí qué estaba equipada con todo tipo de cosas pero mi hija y yo nos quedamos un rato en la terraza no teníamos trajes de baño para nadar además mi Juana no sabía nadar, nunca había tenido la oportunidad de llevarla a alguna piscina o a la playa.

La terraza era linda tenía un poco de pasto y tomamos un baño para comenzar a jugar con el.
Cuando cayó la noche fuimos a cenar preparamos algo sencillo, le mande mensaje a Slime quería hablar con él de lo ocurrido pero me dijo que estaba ocupado y que no podría llegar a dormir.

Eso era mucho mejor lleve a mi hija a mi cuarto y me quedé dormida con ella hace tiempo que no hacía eso, necesitaba todo el amor de mi niña para no volverme loco en este momento.

Mañana ya regresaba a la escuela, lo mejor sería que dejara de salir tan tarde de la escuela como antes lo hacía cuando trabajaba ahora ya podía ir temprano por mi hija.

Se supone que Slime nos llevaría de compras no sabía muy bien a qué hora, deje de pensar y me quede dormido.

Al día siguiente llevé a mi hija a la escuela, llegó uno de los chóferes de Slime pero me negué a que me llevara porque quería irme caminando.

Cuando regresé al departamento me encontré el departamento lleno de gente que no conocía, todos estaban hablando, busqué con la mirada a Slime que se encontraba en medio de un grupo de personas.
Me hice un huevo hasta poder llegar y estar frente a él, llame su atención carraspeando.

— Hola. — Lo saludé con timidez, había mucha gente y no sabía qué pasaba.

— Entonces pueden comprobar que todo esté correctamente por favor, ahora vengo a hablar con ustedes. — Se alejó de las personas y me tomó de la mano guiándome a la parte de arriba qué estaba vacía. — Hola, perdón por no llegar ayer, tenía mucho trabajo. — Sus dos manos fueron a mis mejillas y me dio un beso.

— Lo entiendo, mi hija te quería ver pero le aseguré qué hoy estaría con nosotros. — Slime sonrió al escuchar el nombre de mi hija.

— Yo también la extraño, me hubiera encantado estar con ella. —

— Oye y quien es toda esa gente que está abajo. —

— Son trabajadores, lo siento si te puede molestar no quería que vinieran hasta el departamento pero tengo una mercancía que en este momento está retenida en otra ciudad y no la puedo mover no puedo así que tengo que hacer unas llamadas importantes. — Se veía muy acelerado, también tenía unas ojeras enormes lo más seguro es que no había dormido. Lleve mis manos a sus hombros dándole un masaje. — Gracias, lo necesito ahora, solo terminaré esto y todos se irán. — Bajo sus manos a mi cintura yo seguí dándole el masaje.

—Ayer pasó algo de lo que quiero hablarte tienes cinco minutos para mi. —

— Qué sean solo cinco quiero acabar lo antes posible pero mejor vamos a otro lado — caminamos a su oficina y él se sentó en un pequeño sillón qué había en el lugar jalando me para yo quedar sobre él. — Sigue dándome el masaje mientras me cuentas. — Me gustaba cuando Slime estaba en de esta forma tan comprensiva.

— Ayer estaba con Juana en su cuarto ayudándole a su tarea y de repente escuche unos gritos venir de la sala, yo bajé y me encontré con un chico llamado Foolish. —

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora