-6-

423 101 9
                                    


Estaba recargado en la pared de la escuela de mi hija, todavía no abrían la puerta para indicar la salida de los niños así que me encontraba esperándola.

Venía cargando una bolsa con ropa del trabajo, hoy a sido un caos en la cocina lo que provocó que uno de mis compañeros por accidente tirara un plato con comida sobre mi haciendo que mi ropa se ensucia, lo bueno es que siempre tenía una camisa extra en las taquillas por cualquier inconveniente por lo que tuve que traerme la camisa sucia junto con el pantalón. El pantalon tambien se habia ensuciado pero como era color negro no se notaba tanto, todo ese caos provoco que nos retrasamos y los platillos tardaran mas en ser entregados asi que no tuve tiempo de descansar.

Mire a los lados y muchos papás también esperaban junto a mi, no conocía a muchos de ellos, ya que me dedicaba al trabajo muy pocas veces estuve en las juntas que hacian en la escuela o los festivales que organizaban. Me dirigí a la entrada cuando escuche que abrían la puerta, tenia que hacer una fila así que pasaron diez minutos cuando por fin me tocó acercarme y salude a la maestra que estaba en la entrada.

— Buenas tardes señor, puede entrar un momento para que hablemos. —

— Está bien. — Entré a la escuela y la maestra se detuvo cuando estuvimos lo suficientemente lejos, sabía de lo que íbamos a hablar.

— Señor lo siento mucho pero llevamos días esperando el pago de la colegiatura y le dimos un plazo más largo para que saldará lo que se debe pero no ha pasado a parte se están aumentando los intereses y tenemos claro que usted no liquidará la colegiatura. Lo siento mucho pero ya no podemos dar más tiempo lo que significa que su hija tendrá que dejar la escuela, el día de mañana será su último día. — Sentí una presión en el pecho, de nuevo tuve esa sensación de no poder respirar. — Ahora tendremos que pasar a dirección por los papeles de la escuela, su hija se quedará aquí al cuidado de otras maestras. — Me quede parado no podía moverme, estaba tratando de alargar lo más posible hasta que llegara el día de mi pago que era en tres días. — Sígame señor. —

— Si vamos. — Estaba resignado, camino a dentro del edificio pero en ese momento pensaba en tantas cosas para evitar que a mi hija no la sacaran de la escuela hasta que se me vino una idea a la mente.

Llegamos hasta la oficina de la directora que ya me esperaba con una carpeta que contenía los papeles de mi hija. — Buenas tardes señor, siento mucho que nos tengamos que encontrar de nuevo en estas circunstancias pero ya no podíamos seguir esperando. — Extendió la carpeta para que la tomara.

— Buenas tarde yo también lamento que haya tenido que llegar a este extremo porque me siento avergonzado. — Me sentía tan mal en este momento podría vomitar. — Pero quería hablar con usted sé que he pedido que me den mucho tiempo pero quería pedirles que solo me dejaran hacer una pequeña llamada. Ahora mismo pagaré todo lo que falta contando con los intereses ya lo tenía planeado pero la maestra se adelantó y prefería hablar con usted para solucionar el problema.

— Bueno, si usted asegura que ahora mismo pagará podemos hacer una excepción pero será la última. — Aseguró la directora.

— Si lo haré ahora, solo me deja hacer una llamada, no tardaré nada. —

— Está bien por lo mientras la maestra traerá a su hija para que no esté sola. —

Yo salí de la oficina y caminé alejándome saque mi celular y busqué entre mis contactos el nombre de "hijo de señor Miller" así era como había registrado a Slime ya no le di mas vueltas y marque el número.

— Buenas tardes, con quien tengo el gusto. — Reconocí su voz y es que Slime se la había pasado yendo al restaurante todos los días sin falta haciéndome la misma propuesta que yo ignoraba, aunque ahora sonaba mucho más formal, no sabia como comenzar la conversacion asi que no conteste nada. — ¿Hola?

— Hola, soy Mariana. —

— ¿Mariana no conozco a nadie con ese nombre? — Lleve mi mano a mi frente tal vez esto había sido un error.

— Soy el mesero del restaurante Ai Fiori hace semanas dejó su número con uno de mis compañeros... — Iba a seguir explicando pero escuché una risa del otro lado de la línea.

— Ya se quien eres solo quería molestarte un poco más. — Volví a escuchar su risa, como me caía tan mal este sujeto. — A qué se debe el gusto de tu llamada. — Se oían algunas voces de fondo hasta que él dijo algo que era casi inaudible y paro de escuchar los murmullos.

— ¿Quería pedirte un favor? —

— Y qué clase de favor necesitas de mí, recuerdo que tu me dijiste que no quería nada que viniera de mi. —

— No puedo tardar tanto asi que ire al grano, necesito dinero y queria saber si tu podrías prestarme. — No escuché una respuesta inmediata así que seguí hablando. — Te puedo asegurar que no tienes que dudar que te pagaré, podemos reunirnos y aclarar los plazos del pago pero lo necesito urgentemente. — De nuevo hubo silencio, tal vez había cometido un error al llamarlo estaba a punto de retractarme hasta que hablo.

— ¿Cuánto necesitas? Haré la transferencia inmediatamente. —

— Podría mandarte el costo total de lo que debo y junto al número de cuenta a donde tienes que depositarlo. —

— Esta bien, hare el pago diles que la transferencia tal vez tarde un poco por que ya es demasiado tarde y sabes como son los bancos. —

— Si yo les digo eso, muchas gracias. —

— No tienes nada que agradecerme ahora, pasaré por ti después de tu trabajo mañana para que estés listo. —

— No puedo después del trabajo, si quieres podemos vernos por la noche. —

— Te veré mañana a las seis. — Iba a preguntar el lugar a donde nos veriamos pero él colgó sin dejarme decir nada, tal vez mañana iría al restaurante y podría tener una oportunidad para citar en otro lado, bueno eso era un problema que tendría que pensar después, guarde mi celular y regrese a la oficina encontrándome a mi hija que brinco a mi.

— Hola papá, te extraño mucho. — Yo la abrace, ahora más que nunca necesitaba el amor de mi hija para recordarme que lo que había hecho estaba bien.

— Yo también te extrañe mi niña, ahora iremos a comer. — Le di un beso en su mejilla y ella me volvió a abrazar por el cuello, la directora veía con ternura la escena. — Ya tengo solucionado lo del dinero, podrian mandarme el monto al celular y ahora mismo se hará el pago.

— Deme un momento y le enviaré lo que se debe y la cuenta de banco. — La directora se sentó en la silla que estaba frente a su escritorio por lo mientras yo me dedique a hablar con mi hija preguntando cómo le fue en su escuela y que era lo que había aprendido.

Recibí el mensaje de la directora y lo copie para enviarselo a Slime, pasaron algunos minutos y recibí una respuesta de una captura del recibo donde se afirmaba que se había hecho el pago lo mande de inmediato sin darle ningún vistazo.

La directora lo revisó asegurándose de que estuviera bien, yo tenía tantas ganas de irme ya y estar a solas con mi hija tenía todavía las ganas de vomitar y no se regulaba aun mi respiración.

— ¿Está seguro de que pagará toda esta cantidad? — Preguntó la directora, se le veía sorprendida.

— Estoy seguro, si algo está mal en la cantidad y falta... —

— No falta nada, solo me sorprende que haya liquidado todo el curso escolar de su hija. — Yo me sorprendí por lo que dijo tal vez se había equivocado.

— Puede repetir lo que dijo. —

— Que ya está pagado la colegiatura de todo este ciclo escolar. — Ahora si quería desmayarme

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora