-31-

347 76 2
                                    

Después de que Slime se cambiará y limpiara todo rastro de sangre en él se sentó conmigo en la cama qué tenía en la habitación.

— ¿Por qué carajos hiciste eso? —

— Lo hice por ti. —

— Claro que no lo hiciste por mí, yo nunca te pedí que lastimaras a alguien. — Grité con furia. — No quieras justificarte con que fue por una venganza o un tipo de mierda yo no quería eso. — Comencé a llorar al recordar la imagen de Foolish, Slime trató de abrazarme pero me negué.

— Quiero explicarte todo esto, por favor. —

— Espero que tengas una gran justificación para decirme que le quieres quitar la vida a alguien. — Estaba alterando porque él actuaba tan tranquilo con algo tan delicado.

— ¡¡No lo estaría haciendo si por una pura vez en tu vía me hicieras caso!! — Griot ahora él con fuerza, se había exaltado por todo lo que le dije.

— Eres una mierda de persona. — Slime levantó su mano para golpearme y cerré los ojos esperando el golpe que nunca llegó.

— Solo déjame hablar contigo. — Hablo calmado, sin alzar la voz yo lo mire y solo asentí dejando que se explicara.

Explico un poco lo que me pasó, el cómo se sintió cuando me vio lastimado y cómo decidió ir a por Foolish.

Estaba tratando de escuchar sin interrumpirlo en ningún momento tratando de pensar en todo lo que me decía por que nunca había vivido una situación así no sabía que si sentirme bien o mal por que comencé a relajarme mié tras escuchaba mas.

Si tomaba la decisión de irme junto a mi hija sería bueno para los dos por que nos alejamos de este problema pero se que Slime secuestró y golpeó hasta casi la muerte a Foolish por mi, sería muy desagradecido de mi parte dejarlo solo. Además si me iba no sabía si Slime estaría dispuesto a dejarme vivir una vida tranquila.

La otra opción era quedarme junto a él y no criticar las decisiones qué tomo porque esta no será la primera y última vez que pueda ver ese tipo de escenas. Aceptar su amor, quedarme junto a él ya no tener ningún prejuicio a lo que haga por que se que yo no puedo cambiar su forma de ser y tendré que hacerme a la idea de que el es un mafioso sin corazón. Era una decisión difícil porque tenía que pensar en el futuro qué pensaría mi hija o si esto podría traer más problemas que beneficios.

— En qué piensas puedo saber. — Slime había terminado de hablar y yo me quedé en silencio, su manos fue a mi cabello qué quedaba fuera de la venda tratando de peinarlo. Recargue mi cabeza en su mano que seguía acariciando, extrañaba su toque delicado.

— Creo que estoy haciendo algo mal, debería de alejarme de ti... — Lo mire se veía algo decaído por lo que dije. — pero por alguna razón no quiero. —

No me dejo seguir hablando cuando empezó a besarme de forma lenta, yo no me aleje coloque mis brazos alrededor de su cuello atrayendo lo más pero me detuve cuando solté un quejido por la pequeña cortada qué tenía en mis labios.

— Seguro de esto, porque después no podrás cambiar de opinión y serás solo mío, no te dejaré escapar. — Sus labios seguían junto a los míos, nos miramos a los ojos, esta era mi última oportunidad pero ya tenía claro qué hacer.

— Estoy seguro de esto, no cambiaré de decisión. —

— Todavía no me conoces a la perfección y ya me tienes miedo si supieras todo lo que hago odiarías. — Podía hacerme a la idea a qué se refería con lo que decía, me quedé unos segundos pensando, él seguía dando besos por todo mi rostro. — Estás dispuesto a superar eso. —

— Tratas de asustarme por qué lo estás logrando. —

— No trato de asustarte o alejarte pero te digo la verdad para que después no te arrepientas de las decisiones qué tomes. —

— Mi decisión está tomada desde hace semanas. — Le di un beso. — Quiero seguir contigo, no me importa quién seas o hagas, me gustas eso creo la verdad que ni se que siento por ti pero cada vez que te veo mi cuerpo reacciona al igual que mis emociones, no se aun resolver eso pero estoy seguro de que todo es mucho mejor cuando estoy entre tus brazos. —

— No tienes qué aún responder a mi sentimientos, se que tal vez te precio cuando te digo te amo, pero puedo esperar todo el tiempo que necesites. Solo espero ser algún día correspondido. — Su dedo paso alrededor de mis labios tocandolos con cuidado tratando de no lastimarme. — Además te juro que nadie más volverá a tocarte por que creeme que estoy dispuesto a destruir todo por ti. Así que no tengas miedo, confía en mí. —

— Confío en ti. — Volvimos a besarnos pero sin ser algo intenso porque sabía que Slime tenía cuidado de no lastimarme por mis golpes qué tenía en el cuerpo.

— Me encantaría hacer algo más en este momento pero tampoco quiero forzar a tu cuerpo y que se lastime así que me detendré. — Me dejó un beso en la frente. — Podemos bajar a comer, la princesa de la casa está a punto de llegar y mi madre pasó por ella. —

— Ya quiero verla también la extraño mucho, también quiero agradecer a tu madre. —

— Te hacía dibujos todos los días y siempre trataba de escabullirse a tu habitación para verte. No le dejaba porque creí que no era correcto qué te viera en ese estado. —

— Gracias por cuidarla estos días, tomaste la mejor decisión, no me gustaria qué me viera así en este estado. —

— Te ayudaré a cambiarte y podemos esperarla en la sala mientras descansas un poco más. Te gusta esa idea. — Fue por un conjunto de ropa holgada para mi comodidad y comenzó a cambiarme.

— Si, creo que aún me siento cansado después de todo. Espero que tus hombres se hayan ido ya, no quiero que mi hija vea algo así. —

— Ya se fueron desde hace un rato, trate de ser discreto pero tu eres muy curioso. — Coloco unas pantuflas en mis pies.

— No soy nada curioso pero tenía que caminar y solo quería verte. — Hable indignado.

— Prometo que no traeré ese tipo de trabajo a la casa es la última vez. — Me tomó en brazos haciendo que rodeara su cintura con mis piernas y comenzó a caminar. — Ahora que estás bien podrías cambiar de habitación junto a mi, extraño dormir abrazados. —

— Primero debemos escuchar a la enfermera. — Llegamos a la sala donde se sentó conmigo aun sobre él.

— Yo le preguntaré. — Recargue mi frente en su hombro y me quedé en esa posición. — Descansa un poco — No se por que razón me sentía tan seguro en sus brazos cuando sabía que era todo lo contrario

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora