Doncel [KM]

02✨

Jimin

-¡Ya llegué!- Abrí la puerta de aquel apartamento viejo que apenas podía pagar, escuché la contagiosa risa de mi pequeño bebé y la de Hobi jugando en la pequeña sala, asi que camine hacia ellos.- Aquí están.

- ¡Jiminie!- Hobi me sonrió con Jungsoo en sus brazos, mi pequeño y gordito bebé que casi cumple un año.- Vaya amigo te ves muy cansado.

-Lo estoy, estoy muy cansado pero... Esto duele más.- Señale mis pechos un poco hinchados.- Llevo sin darle de comer a Jungsoo todo el día y duele mucho.- Un puchero salió de mis labios, Hobi se levantó del suelo de madera con mi pequeño en sus brazos y lo extendió hacia mi, lo tome en mis brazos y le di muchos besos en su linda carita.

- Bien entonces te dejare para que lo alimentes y te des un baño, tengo turno nocturno pero vendré en la mañana para cuidarlo ¿Bien?- Asenti con un puchero, Hobi hacia demasiado por mi y Jungsoo.- Adiós bebé nos veremos mañana.- Le dió un beso en su cabellito negro y lueg uno a mi en mi frente.- Cuídate mucho Jiminie.

- Adiós Hobi, nos vemos mañana.

- ¡Adiós los quiero!- Grito desde la puerta antes de irse.

- Y nosotros a ti tío Hobi.- La puerta se cerró y yo quedé solo con mi pequeño bebé, lo levanté un poco para observar su linda carita.

Jungsoo era un bebé adorable, su piel era bastante clara y sus mejillas tenían un color rosado precioso, su nariz era respingada y su cabello bastante negro.

¿Cómo puedes parecerte tanto a él? Suspire y me fui al sofá viejo, tomando asiento en el y  encendiendo el viejo televisor mientras alimentaba a Jungsoo.

" Otro niño de solo 15 años fue conseguido sin vida en un basurero cerca de la universidad central"

Cerré mis ojos y apague aquel televisor mirando a mi pequeño bebé entre mis brazos succionando mi pecho tranquilamente.

- Espero puedas perdonarme algún día por haberte traído a este mundo tan cruel.- Le susurre besando su cabecita.

Incluso si la vida me daba golpes fuertes, yo seguiría escondiendote en mi espalda, recibiría golpes por tí.

Porque tengas un vida digna.

Porque nadie te haga daño, niño mío.

🌺

Jungkook

La mano de Jennie acariciaba mi pecho de arriba a abajo, mire el reloj en la pequeña mesa de noche y me levanté de la cama, debía volver a la casa azul para cenar con mis padres.

Todos los días eran iguales, monotonos y aburridos.

- ¿Ya te vas?- Preguntó tapando su cuerpo con las sábanas blancas, mientras yo me ponía la ropa que antes estaba en el suelo.

- Y tu tambien, Nina vendrá a limpiar y yo tengo que cenar con mis padres, levántate y vistete.

- Pensé que dormiríamos juntos.

- No Jennie sabes que eso no va a pasar, yo no duermo con nadie.

Bufo y se levantó enojada, sin importar su desnudez empezó a vestirse con furia dando zancadas por toda la habitación mientras recogía sus prendas.

- Es por el... Aún no puedes Superarlo ¡Ya pasó un año!- La furia me invade y no puedo permitir que nadie hable de el.

No cuando me ha costado demasiado entender la realidad.

No cuando sigue hasta lo más profundo de mis huesos.

- ¡Cállate! ¿Quién te dió el puto derecho de hablar de eso? ¿Eh?- Me acerque a ella lentamente haciéndola retroceder.

- Jungkook es injusto el te dejo y yo...

- Y tu solo te acuestas conmigo y nada más, no tendré contigo lo que tuve con el, no tendré con nadie lo que tuve con el ¿Te quedó claro?

Sus ojos se cristalizan y aún que se que estoy siendo cruel, no puedo solo permitir que eso me afecte.

- Nunca aceptarás que el te dejo ¿No es así?

No conteste y salí de la habitación cuando estuve completamente vestido, ignorando a Jennie en la habitación, ví a Nina la empleada que había contratado entrando al gran apartamento que hace mucho compré, completamente necesario cuando tienes una madre demasiado intensa que no te deja vivir en paz

- Señor.- Hizo una reverencia hacia mi.

- Nina, iré a cenar con mis padres, por favor asegurate de que Jennie se vaya y limpia mi habitación, no quiero ni rastros de su olor en ella, tira las sábanas.

- Si señor.- Tome mis llaves y salí del edificio hacia la casa azul, la casa presidencial donde mis padres vivían su matrimonio de mentiras, lleno de apariencias. Cuando claramente ya ni siquiera se veían con amor, se trataban como si nada mientras afuera todo parecía un caos y ellos no parecían hacer nada por aquellos hombres que morían.

Algo totalmente ilógico, cuando todo depende de ellos o mejor dicho de mi padre.