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- ¿Por qué estamos corriendo?- Yejin preguntaba mientras corríamos a la avioneta que esperaba ser abordada por nosotras.

- Porque tu madre y yo estamos en problemas, para mañana se empezará a aplicar la ley de protección a Donceles y eso nos afecta, podremos seguir con nuestros planes un poco lejos del peligro.

- Pero ¿Yo que tengo que ver? ¡Me dijiste que me casaría con Jungkook! ¿Dónde está el?

- Y lo harás, pero por ahora tenemos algo más importante por hacer, cuando tenga a ese bebé nos iremos con el y así tendremos a Jungkook de nuestro lado ¿Entiendes?

- Si..

- Yuna ¿Qué hay de tu esposo?

- El nos esperara en Estados Unidos, desde allá podremos coordinar nuestra jugada no te preocupes, ahora debemos irnos.

- Bien, esperaremos aquí al bebé y después nos subiremos.- Tome mi teléfono para llamar a mis hombres, necesitaba irme cuánto antes con ese bebé, huir era lo único que podía hacer por ahora, esperaba que el pueblo se levantará en contra de aquella ley y solo así podré seguir con mis planes. Ya que los ministros y embajadores de nada sirvieron, después de todo habían aprobado aquella ley.

Por lo menos me iria victoriosa, aquel Doncel se había ido y Jimin muerto, nadie será un rival para mí.

Los inútiles no contestaban el teléfono, era desesperante esperar por ellos, pero necesitaba a ese bebé, de esa manera podría seguir manejando a Jungkook y quizás hacer a Hyun Bin desistir de su estúpida Ley, no era un plan concreto, pero estaba segura de que funcionaria.

Las camionetas blindadas empezaron a llegar y rodear la pista de aterrizaje, seguramente mis otros hombres habían llegado con el bebé, con una sonrisa victoriosa camine hacia ellos con elegancia y la victoria satisfactoria en mi rostro, pero mis pasos pararon al ver aquellas caras.

Esos que no pertenecían a mi gente, nisiquiera eran coreanos, pare en seco y mire detrás de mi como los pocos hombres que estaban junto a mi apuntaban a aquellos que nos ganaban en cantidad.

Maldita sea.

Una camioneta se abrió y de ella salió la persona que más he odiado en mi vida, con una sonrisa burlona y alteza en su mirada, junto a otro hombre que no conocía en lo absoluto.

- Vaya vaya señora Somi, creo que sus hombres la dejaron plantada.- Dijo con aquella sonrisa que aborrecía con mi vida.

- Volviste...- Rei irónica.- ¿Qué te hace pensar que ahora sí saldrás vivo de todo esto? ¿No te cansas de ser un juguete?

-  No lo sé... ¿Cómo sabe que no será usted la que no salga muerta de todo esto?- Rio, aquella sonrisa me dió escalofrío y retrocedi.

Me ganaba por mucho en cuanto la cantidad de seguridad.

- Bonita avión ¿Piensas escapar?

- No es muy diferente a lo que tú hiciste hace años ¿O si?

- Tienes razón fue muy cobarde de mi parte hacerlo, pero sin embargo aquí estoy y no pienso irme jamás.

- ¿Piensas ocupar mi lugar ahora? - Rei con gracia.- Nunca lo harás.

- ¿Cómo lo sabes? Si hay una diferencia entre tu y yo, es que tú seguiste siendo quién eras por ser la madre de Jungkook, porqué jugaste sucio y lo amenazaste con quitárselo, mientras a mí me amaba con todo su ser ¿Crees que estuvo alejado de mi todo este tiempo? Vi a sus hombres detrás de mi todos estos años, le envío regalos que costaban una fortuna a mi hijo en cada cumpleaños y navidad, me mantuvo viviendo como un millonario durante todos estos años ¿Sabes por qué? Porqué yo le di mi corazón y mi alma, nunca fui cruel, nunca lo amenace, yo le di algo sincero mientras tú...

- ¡Cállate! El nunca va a amarte a ti o a tu hijo bastardo como ama a mi hijo y ese siempre será tu karma.

- Mi hijo bastardo... Mi hijo bastardo se llama Jeon Kim Taehyung.- Abrí los ojos con sorpresa - Así es, mi hijo es un hijo legítimo de Hyun Bin, mi hijo bastardo que tiene una fortuna por ser su hijo y los mismos privilegios que tiene tu hijo, el ama a Jungkook, si... Pero también ama a Taehyung así que no quieras envenenar mi mente, Taehyung ama de igual manera a su padre y a Jungkook, no hay odio en nuestros corazones, no puedes crear enemistad donde no la hay.

- No te creo absolutamente nada, ese bastardo no puede tener el apellido de Hyun Bin solo lo dices para molestar.

- No solo tiene su apellido, si no también.- Sacó su teléfono mostrando una foto de aquel hombre junto a un bebé.- Tiene a su pequeño sobrino, ese que mandaste a secuestrar sin importar que sea tu nieto, el único hijo de Jungkook, estás tan podrida por dentro que no te importa lo que tú hijo sienta, mandaste a matar a su Doncel y también le quitaste a su hijo, eres muy cruel Somi ¿Por qué no te largas de una vez y nos dejas en paz?

Lo mire con odio y camine hacia el avión abordando junto a Yejin y Yuna, mire a mis hombres, sabía que la posibilidad de que ellos ganarán eran nulas pero aún así...

- Matenlos...- Les dije antes de subir.

Escuché como empezaban disparos mientras yo me consumía en odio al saber que ese imbécil había vuelto y yo no podía hacer nada por ahora.

Pero no te preocupes vas a pagarmelas maldito Doncel.

- ¿Dónde está Jungkook? ¿Dónde está el bebé?

- ¡Ya cállate Yejin!- Le grité y ella solo asintio y se encogió en su asiento.- Por ahora perdimos, pero no será para siempre, todos me las van a pagar muy caro.

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Sonreí al ver aquella avión despegar, mire a Jin en medio de aquella balacera que empezaba a cesar ya que mis hombres eran más y en cuestión de nada habían matado a los hombres de Somi.

- ¿Te gustan los fuegos artificiales hermano?- Me preguntó Jin con una sonrisa.

- Me encantan

- ¡Entonces que empiece la función!

El botón fue apretado y con el la explosión en el aire de aquella Avión que no iba muy lejos se hizo presente

-¡Adiós malditas perras!- Jin grito al aire, sonreí viendo como los pedazos caían, era el fin de Somi, ya vasta con todo el daño que hizo, asi que subí al auto.

- Vamos Jin.- Le dije.- Aún hay cosas por hacer.-  El asintió con una sonrisa y subió al auto también.

Tomé mi teléfono y llame a Taehyung.

- Cariño ya está hecho, puedes llevar al bebé, nos veremos allá.

- Está bien papá.

Era hora de recuperar lo que hace mucho nos arrebataron.



Doncel [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora