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- ¿Jungkook? - La voz de mi madre desde el comedor me llama, había llegado a tiempo a la cena pero por quedarme en el auto sacando todo los sentimientos que llevaba por dentro, me tarde un poco en entrar y ahora un sermón  me esperaba de parte de mi madre seguramente, suspiré y caminé hacia aquel comedor.

- Buenas noches.- Hice una leve reverencia ante mi padre y mi madre notando también a aquellas dos mujeres que estaban en la mesa.- Disculpen la tardanza.

- Adelante hijo, ven sientate.- Mi padre como siempre era amable y amoroso conmigo, me dedico una sonrisa, aún que la incomodidad estaba latente en su rostro. Caminé hacia mi asiento en aquella mesa y tomé asiento.

- Cariño ¿Recuerdas a Yejin y su madre? Las conociste cuando eras pequeño.- Claro, aquella niña caprichosa y fastidiosa que siempre quería que la abrazara o si no lloraba, como olvidarla.

- Si las recuerdo.- Ambas me sonrieron, les devolví el gesto y miré a mi padre.

- ¿Aún nada papá?

- No hijo, aún nada.

- ¡Jungkook! Estamos en una cena familiar ¿Cómo te atreves a hablar de esos asuntos incluso frente a nuestras invitadas?

- ¿Acaso ellas saben de qué estamos hablando madre?- Voltee a verla de manera desafíante, porque era bastante molesta su actitud.

- No me importa, no lo hagas, no en esta mesa.

Bufé y miré la mesa llena de comida innecesaria, porqué obviamente no nos comeríamos todo esto y botarían el resto de la comida sin pensar en quienes de verdad la necesitan.

- Jungkook, te prometo que lo encontraremos dame un poco más de tiempo.- Mi padre me susurro para que solo yo pudiera oírlo, asenti con una sonrisa triste, sinceramente ya no tenia esperanzas.

No cuando mi papá tenía más posibilidades de encontraro y aun así, no haya ni una señal de el en un año.

- Jungkook Yejin y su madre se quedarán un tiempo con nosotros al igual que tú, quiero que le hagas compañía a Yejin mientras esté aquí.- Mi madre habló con una sonrisa manipuladora mientras aquellas mujeres parecían felices por lo que mi madre acaba de decir, miré a mi padre buscando respuestas pero no lo hizo, el solo estaba comiendo en silencio ¿Cómo podía permitirle a mi madre hacer lo que quisiera? ¿A qué le tenía tanto miedo?

Era inaudito.

- De ninguna manera.- Hablé mirando a mi madre.- Tengo los exámenes finales de la universidad y también quiero conseguir un buen trabajo con mi profesión , quiero estar en mi apartamento necesito concentrarme.

- Lo harás en tu habitación, además Yejin también entrara en exámenes finales pueden ayudarse.

- ¡Es cierto Jungkookie! Estudio la misma carrera que tú puedo ayudarte.

Oh...

...

Mis besos bajaban por su cuello mientras escuchaba los gemidos de Jimin en mi oído, estaba dentro de el, llevábamos más de dos horas haciendo el amor, pero no estábamos cansados al contrario no dejaba de ser satisfactorio sentirlo, tan caliente y apretado.

- Te amo mi vida.- Le dije en un susurro sobre sus hermosos labios mientras empezaba a moverme lentamente dentro de el.

- Ahg..Te amo.. Jungkookie...mi Jungkookie.

Sonreí al escuchar aquel mote, aquel que me prendía y a la vez me mataba de amor, solo el me llamaba de aquella manera, solo me gustaba oírlo se sus labios. Aumenté la velocidad sintiendo como se aferraba a mi cuerpo y cerraba sus ojos con fuerza, mientras gemia alto y fuerte como a mi me gustaba, porque amaba que escucharán que solo yo podía hacerlo gritar de esa manera, amaba hacerlo mío, lo amaba a él.

Y era tan mío.

...

- No me llames asi.- Murmuré y empecé a comer, la sonrisa de aquella mujer chillona se borró al igual que la de mi madre.

- No seas grosero ella solo inten..

- ¡No me interesa, que no me llame así, nadie puede llamarme así, solo Jimin lo hará y punto!- Me levanté de la mesa.- Si quieres que me quedé aquí sera bajo mis condiciones, ya no soy un niño y puedo largarme cuando quiera.- Le dije a mi madre antes de salir de aquel comedor, no sin antes ver la mirada de mi padre cristalizarse ante mi actitud.

No lo entiendo.

Subí las escaleras hacia mi antigua habitación, aquella donde hice mío a Jimin por primera vez a escondidas de mis padres, la razón por la cual me había ido de aquella casa presidencial era porque en esta habitación aún estaban impregnados su recuerdos y yo ya no podía vivir con la tristeza de tenerlo solo de aquella manera, como un recuerdo, me sentía solo sin el y más en esa casa tan grande y vacía de algún modo, no necesito todo los lujos que había en ella ni el espacio exagerado, necesitaba a mi Jimin, es todo lo que quería.

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Jimin

Salí del baño directamente a mi habitación donde mi pequeño Jungsoo dormía, seque mi cuerpo para tomar una pijama, pero los quejidos de Jungsoo llamaron mi atención, me acerque con cuidado parecía dormido pero algo le molestaba.

Conozco muy bien a mi bebé.

Encendí la pequeña lámpara y miré sus mejillas bastante rojas mientras quejidos salían de su boquita, pase mi mano por su frente y note que estaba demasiado caliente, mi cuerpo entro en alarma y corrí a tomar mi teléfono para llamar a Hobi.

- ¿Jimin? Pensé que ya estabas dormi..

- Jungsoo está hirviendo en fiebre ¿Qué debo hacer? ¿Estará bien? Hobi Hyung ayúdame no quiero que nada le pase a mi bebé por favor.- Las lágrimas de desesperación salían de mis ojos y mi voz temblaba.

- Tranquilo Jimin ahora no puedo salir del hospital pero tendremos que hacerle un chequeo a Jungsoo, lo vas a arropar muy bien y vendrás con el al hospital urgente ¿Entendiste Jimin?

- Si...

- Estará bien Jimin seguramente no es nada grave.

Asentí con nervios olvidando que Hobi no podía verme y colgué el teléfono.

Caminé a mi habitación y me puse ropa, tome una de las mantas de Jungsoo más gruesas y lo envolví, en un pequeño bolso lleve las cosas necesarias, un cambio de pañal, ropa, algún juguete para morder, sus cremitas, agua y eso era suficiente.

Salí del apartamento con Jungsoo en mis brazos arropado, rápidamente baje a la salida del edificio viejo y deteriorado, era muy tarde por lo que tuve que esperar un taxi algunos minutos,  estaba tan asustado y más cuando un auto bastante moderno se paró frente a mi del lado contrario de la carretera, quizás estaba más afectado de lo creía, pero sentí que me miraban.

Por eso.

Cuando un taxi aparecío en mi campo de visión desesperado metí la mano para que parará y subí rápidamente directo al hospital.

Había algo que no me gustaba en todo esto.

🌺

-¿Señor?

- Los escucho

- Lo encontramos, después de tanto tiempo, pero eso no es todo, no está solo.

- ¿De qué hablas?

- Lleva un bebé en sus brazos.

- ¿Un bebé?

- Así es, ahora lo seguimos, le informaremos más adelante lo que consigamos.

- Muy bien, no lo pierdan de vista, quiero los detalles y el lugar ¿Entendido?

- Si señor.

Doncel [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora