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1 semana después

- ¡Te extraño mucho Hobi! Ya no puedo vivir sin ti...- le dije con un puchero atraves de la pantalla del celular- Jungsoo cumplirá 11 meses mañana y dentro de nada su primer año

- Lo se Jiminie lo sé, también los extraño mucho, las cosas han estado muy difíciles aquí, he atendido muchos heridos, la mayorías son donceles, las protestas parecen no ceder y sigue la violencia en las calles pero... Se abrio el primer centro de protección para Donceles aquí en Busan, es increíble.

- Lo se, las cosas han salido un poco mal, sin embargo mi suegro no dará a torcer su brazo y espera que la gente lo entienda algún día... ¿Sabes? yo también espero lo mismo, es triste ver cómo pelean unos con otros.

- Es lo peor Jiminie, pero por lo menos tu y Jungsoo están a salvó en Canadá, además están con Jungkook, no todo fue muy malo para ti.

- Lo dices porque no eres tú quien ahora tiene una cicatriz en su cabeza.

- Debí estar ahí...

- No te castigues Hobi, estamos bien ahora, gracias por siempre estar, te quiero mucho.

- Yo también los quiero con toda mi alma.- sonreí.

- Creo que iré a ver qué hacen, están demasiado callados...

- En una casa con niños el silencio es peligroso y tú tienes dos.- Rei ante sus ocurrencias, pero en el fondo era cierto Jungkook contaba como un niño más.

- Adiós Hobi.

- Adiós Jiminie.

Colgué

Camine sigilosamente a la cocina donde Jungsoo y Jungkook estaban hace rato antes de yo empezar la llamada.

- ¡AJA! - Ambos voltearon asustados con sus bocas llenas de chocolate mientras Jungsoo tenía una galleta en su mano.- ¿Comiendo dulces? ¡Jungkook!

- ¿Qué? El quería y yo también.

- Apenas tiene dos dientes y ya le das galletas Jungkook.

- Déjalo amor, es que míralo ¿Cómo negarle algo?

- Ni siquiera habla Jungkook.- El rodo los ojos, mientras la voz de Taehyung empezaba a oírse próxima a dónde estábamos, volteamos esperando que ingresara a la cocina.

- Ohhhh aquí está mi pequeña bola de arroz.- Se acerco a Jungsoo sacándolo de su silla para comer, Taehyung era muy cariñoso con Jungsoo siempre lo buscaba o le daba regalos, como si lo conociera de toda la vida.- Hable con papá, me dijo que las cosas estaban difíciles.

- Si Hobi también me dijo lo mismo, es muy triste todo lo que está pasando.

- No estuviera pasando nada de eso si las personas dejarán sus prejuicios a un lado y aceptará a los Donceles como hombres normales.- Jungkook se acercó y me abrazó por la espalda.

- ¿Dónde están Nam y Yoongi?

- Nam está con mi tío en la piscina y Yoongi durmiendo como siempre, y yo me voy a la piscina con esa cosita preciosa, adiós papis.

Taehyung se alejo con Jungsoo mientras Jungkook me abrazaba dándome besos en el cuello

- Jiminie.

- ¿Hmm?

- ¿Quieres? Eh... ¿Descansar un poco?- Sabía lo que quería, lo conocía tan bien.

- Si está bien... Estoy un poco cansado, podemos dormir un poco.

- Dormir, claro dormir.

Tome su mano para llevarlo conmigo hasta la que era nuestra amplia habitación.

Al entrar cerré la puerta con seguro y lo lleve a la cama.

- Jimin...- No deje que hablara cuando ataque sus labios en un beso profundo y lleno de amor, era la primera vez que lo besaba después de un año de volvernos a encontrar, estuvimos tan concentrados en cuidar a Jungsoo, mi herida, lo mal que estaba la situación en Corea, que nos olvidamos de detalles como estos, de darnos un beso, o una caricia simplemente nos dedicamos a otras cosas en vez de nosotros. Nos separamos por falta de aire.

- Te amo mi Jungkookie, te amo tanto.- Murmuré en sus labios.

- Yo te amo mucho más mi vida.- Tomó mi nuca y la llevo hacia el para juntar nuestros labios una vez más, me senté sobre su regazo mientras el se recostaba lentamente en la cama sosteniendo mi cintura con fuerza, mis manos recorrían sus brazos trabajados dónde adornaban tatuajes que después preguntaria que significaban, los chasquidos y gemidos no faltaron menos cuando me movía lentamente encima de el, causando un roce de nuestros cuerpos necesitados.

Todo era maravilloso ahora, desde sus besos en mi cuello como la manera en la que tocaba todo mi cuerpo con desespero y pasión, sus gemidos bajos y la manera en la que abría su boca cuando tuve toda su extensión en la mía, succionando y lamiendo como una paleta, como me aprisiono en la cama dejando marcas en mi blanca piel por su fuerte toque o las mordidas que me daba por todos lados mientras mis uñas dejaban sus propias marcas en su ancha espalda musculosa, la manera en la que succionaba mis pezones aún que le dije que no lo hiciera porque sabría a leche y al parecer el sabor dulce que salía de ellos fue algo que le excito al máximo, pues parecía no querer dejar de chupar y lamer mientras sus dedos salían de mi.

Todo fue perfecto, tenerlo una vez mas en mi interior desgarrando con fuerza mientras me nalgueaba y gruñía, mi voz era un hilo gracias alas emociones fuertes que ahora sentía, sin embargo nunca deje de pedirle más y de decirle lo maravilloso que era, porque lo era Jungkook era el hombre más maravilloso del mundo para mí.

Doncel [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora