Capítulo 3

1K 91 4
                                    



No sabía si había contestado todas mis preguntas oh simplemente ahora habían más en mi cabeza. ¿Por qué?, simplemente no tenía respuesta y ellas no querían involucrarme en algo que ni siquiera sabía.
Que consecuencias podría tener si deseo seguir viniendo, que problema podía pasar. Simplemente no habían respuestas.

-estás tan pensativa desde que volviste.—dijo Leuma.

-es que hay cosas que no entiendo.—dije mientras me lanzaba cabeza arriba.—como algo tan hermoso como ese lugar puede ser prohibido.

-hablas de ese lugar como si nunca hubieras visto algo hermoso.—soltó una risita y yo la miré.

-créeme que no.—respondí.—era algo simplemente hermoso, el agua era tan fresca. La luna iluminando tan.—solté un suspiro.—simplemente es hermoso y nunca había visto algo así.

-¿no tienes miedo?.—pregunto y yo negué.

-no tengo miedo y la verdad quisiera volver a ir.—ella sonrió suavemente.

-y porque no vas.

-ni yo se que responderte para eso.—dije.—lo único que entendí de todo lo que hablaron ella fue que algo malo pasaría si los arcángeles se enteraban.

-¿qué tiene de malo si ellos nos envían allá?.

-exactamente pero al parecer hay algo más Leuma.—morí mi labio.—simplemente me da mucha curiosidad.

-¿piensas volver?.—asentí rápidamente.

-¿quieres ir conmigo?.—ella negó rápidamente.—¿por que?.

-yo mejor en eso no me meto, no solo eso. Si mis padres se enteran me matan incluso los tuyos a ti.

-ellos no tienen porque enterarse de eso.—dije rápidamente y ella negó.

-mejor no gracias.

Preguntas tras pregunta es lo único que había en mi cabeza. ¿Porque?, más porque que tampoco tenían respuestas. De lo único que estaba segura era de que volvería, ahora no sabía cuándo porque tendría que volver con la ayuda de Myles.

-Laia.—una voz fuerte hizo que me volteara rápidamente.

-¿Miguel?.—dije suavemente.

-¿como estás?.—preguntó colocándose a mi lado y yo asentí suavemente.—ya desapareció tú curiosidad por Kaia.

-no..—dije suavemente.—¿por qué?.

-acompañane te contare una historia.—lo miré un poco confundida pero lo seguí. Camino hasta el gran salón sin ni siquiera mirar atrás. Al entrar ambos nos sentamos en unos pequeños aposentos que habían y el tomo mi mano.—Kaia lastimosamente prefirió renunciar a su vida aquí y debido a eso se convirtió en un ángel caído.

-¿ángel caído?.—dije un poco haciéndome la boba y el asintió.

-un ángel caído significa un ángel que se desterrado de nuestro mundo, ángeles que rompen las reglas.

-lo que no entiendo es que si ustedes nos mandan al mundo humano a cuidarlos porque nos destierran por eso.—el me miró suavemente.

-hay cosas que son prohibidas Laia.

-¿por ejemplo?.—pregunté.

-en el mundo humano no solo existen humanos Laia.—dijo y yo simplemente no entendí.

-¿perdón?.—dije y el miro de un lado a otro.

-en el mundo humano existen animales también Laia.—asentí suavemente.—mascotas que los humanos deciden tener para sentirse que tienen algún tipo de poder dominante.

LAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora