Capitulo 20

736 85 8
                                    




En mi cabeza no podía procesar todo lo que estaba pasando en este momento era como un mezcla entre confusión, entusiasmo y miedo. Todo fue tan rápido que apenas pude procesar todo, estaba en un lugar tan desconocido para mí pero a la misma vez tan conocido. Todos me miraban diferente, como si supieran lo que yo no sabía. Mis hermanos y Ansel a mi lado era algo completamente confuso, ¿cómo pasó todo tan rápido?. Ahora estábamos aquí reunidos con personas que hablan y ni siquiera yo sabía de qué hablaban.

-lo único que debemos hacer ahora es luchar..—dijo uno.

Lleve mis manos a mi cabeza rápidamente en cuanto sentí un enorme dolor proveniente de todo lo que estaba dando vuelta en mi cabeza. Unas extrañas imágenes se venían a mi mente. Una fogata, un riachuelo. Yo caminando dentro del agua, unos dibujos en la piel. Dios esto era demasiado. Sentí unas manos y cuando logré visualizar mi hermano estaba sujetándome para no caer

-Laia..—la chica de cabello blanco se acercó suavemente a mi.—se que esto es confundido y nuevo para ti otra vez pero solo quiero decirte que has estado ya aquí, todos somos tus amigos.

-no te apresures..—pidió la otra chica.—poco a poco irás recuperando la memoria, cada vez que te choques con cosas que has visto anteriormente. Será frustrante pero poco a poco irás recordando, no te cierres.

-esto...—intenté decir pero intentaba recuperarme.

-respira..—pidió la otra chica acercándose a mi.—respira suavemente, relájate. No te esfuerces mucho.

-¿cómo sabes?.—pregunté apenas en un hilo apoyándome en el pecho de mi hermano.

-yo pasé por eso cariño..—dijo ella.—a mi me borraron completamente mi memoria, no me acordaba ni siquiera quien era mi madre.

-la charla está muy buena pero debemos movernos.—dijo un chico llegando rápidamente.—se están acercando.

-¿qué hacemos?.—preguntó mi hermano como siempre, autoritario. Es que es a lo que estábamos acostumbrados, a las órdenes.

-si los atacan, defiéndanse. Los nuestros saben quiénes son ustedes así que no los atacarán.—dijo el chico que estaba cerca de Kaia.—Ustedes serán un punto bastante fácil por su aroma pero defiéndanse a cómo de lugar.

-lo mejor que podremos hacer es separarnos.—dijo el otro chico.—tengan mucho cuidado.

-por favor..—pidió Kaia.—tengan mucho cuidado, el es una persona muy peligrosa.

-yo iré con Laia..—dijo mi hermano.—ustedes ayuden a los demás.

-yo estaré con ellos.—dijo el chico de cabello blanco para acto seguido convertirse en un enorme animal blanco lo cual todos retrocedimos un poco del impacto. El se nos colocó delante de mi hermano y de mi haciéndonos una pequeña seña a lo cual mi hermano tomó el caballo.

El gran animal se me colocó adelante acostándose como seña de que me subiera sobre el, tenía miedo no lo negaré, miré a mi hermano y el asintió dándome un poco de confianza. Subí sobre el lomo de aquel enorme animal y me balanceé en cuando se levantó. Sujeté fuertemente su cabello intentado no lastimarlo pero más miedo me daba caerme de él.
Los aullidos eran más y más fuertes a nuestro alrededor, el enorme animal blanco comenzó a correr entre los árboles y mi hermano sin dejarnos atrás comenzó a correr también.

Comenzamos a correr y correr notando que alado nuestro comenzaron a correr unos enormes animales también pero estos eran diferentes, sus colmillos estaban fuera como si estuvieran listos para atacarnos. Uno de ellos empezó a acercarse a nosotros siguiéndonos de cerca intentando tumbarme de encima del blanco. Intenté darle patada para que se alejara pero fue en vano el seguía intentando golpear al blanco para que yo cayera. Si soltaba mi mano podía tomar la espada pero mi hermano se me adelantó y logró darle antes que yo haciendo que el enorme animal soltara un chillido y cayera al suelo.

LAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora