Hoy era mi último día aquí, por lo menos eso era lo que tenía en mi mente. No sabría que tan complicada estarían las cosas allá arriba pero sabía que tomaría mucho tiempo. Obviamente no deseaba irme pero debía hacerlo por el bien de todos aquí.
-¿estás lista?.—me preguntó Kaia y yo asentí.
-te extrañaremos por aquí.—dijo Zarek mientras sonreía.
-y yo a ustedes.—respondí.
-iras a ver a Axel antes de irte.—preguntó de repente Mikael y yo negué suavemente.—discúlpalo, el es un poco malhumorado.
-les deseo suerte para la próxima luna llena.—dije.
-suerte a ti allá.—respondió Kaia.—espero que podamos volver a verte con vida.
-eso intentaré.—sonreí suavemente.
-es hora Kaia.—mi hermana me sonrió y yo asentí para después despedirme suavemente de todos con un pequeño abrazo.
-Gracias por todo.—sonreí y me despedí suavemente con mis manos.
Bernice me hizo seña para acompañarla y afuera había un enorme caballo espejándonos ya obviamente no podíamos abrir nuestras alas y marcharnos. Teníamos que alejarnos hasta cierta localización y ahí podíamos macharnos. Ella se subió primero y después logré subirme yo para sujetarla fuertemente.
-¿lista?.—preguntó y yo negué un poco.
Ella empezó a cabalgar dentro del bosque a máxima velocidad entonces de repente empecé a pensar en el. No pude despedirme, aunque estuviéramos molestos y no quisiéramos saber el uno del otro al menos quería desearle buena suerte en la próxima luna llena porque sabía que sería difícil para el. El viento golpeaba bastante fuerte contra mi haciendo que la capucha se saliera de mi y dejara mi cabello al aire.
-sujétate porque ahora tenemos que ir mucho más rápido por los lobos.—dijo mi hermana y yo asentí.—ellos están deseando que seamos su cena. Ya no estamos en el terrero de tus amigos.
-está bien.—dije gritando para que ella pudiera escucharme.
El bosque se volvió frió, muy frío pero ella continuó cabalgando de manera bastante rápida y efectivamente hubo un gran maullido y detrás de él habían varios. No se porque eligieron un lugar de encuentro lejos del terreno del padre de Zarek pero confiaba en mi hermana.
-si pasa algo no dudes en atacar.—dijo Bernice gritando nuevamente al notar como unos lobos comenzaron a correr a nuestro lado.
-volemos.—dije y ella negó.
-no podemos, no podemos dejar que ellos nos vean.—dijo.—ellos no tienen compasión por nadie y ya Myles nos está esperando al otro lado.
-está bien, estoy lista.—ella asintió.
Los lobos no se separaron de nuestro lado ni un segundo y los maullidos solo hacían que más y más lobos aparecieran. Obviamente los entendia estábamos en su territorio y éramos unas presa para ellos.
-ya falta poco.—grito nuevamente Bernice y yo asentí pero aún estaba lista para sea lo que pasará.
A lo lejos pero no muy lejos pude notar una gran nube de neblina y eso solo quería decir una cosa, nuestro territorio. Bernice sucio cabalgando de manera rápido pero desgraciadamente no fue suficiente para ellos. Unas enormes garras me tumbaron al suelo de manera brusca y junto a mi Bernice también fue lanzada. Me levante con un poco de dificultad ya que el golpe había sido bien fuerte y tenía raspón por todos lados. Miré al frente de mi y un enorme lobo negro estaba deseoso de comerme, sus colmillos estaban totalmente al descubierto y sus garras estaban enterradas en el suelo listas para venir hacia mi. Recordé lo que dijo Bernice y tome acción.
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LAIA
Fantasy-¿acaso realmente existes?.-pregunté al ver aquel enorme animal frente a mi. El enorme lobo no hizo nada más que acercarse a mi para olfatearme. Giré mi rostro del miedo pero de la nada sentí el tacto de unos gruesos y raspados dedos. Mi mirada se d...
