Mis párpados pesaban lo suficiente como para no poder abrir mis ojos, tampoco ayudaba mucho la luz que tenía enfrente de mi y la enorme claridad que había a mi alrededor. Mi cabeza dolía un montón, tanto que llevé mis manos hacia ella para intentar alivianar el dolor. ¿Por qué me dolía tanto la cabeza?, ¿donde estaba en estos momentos?. Intenté nuevamente abrir los ojos con un poco de incomodidad pero lo logré a duras penas.Intenté lograr descifrar dónde estaba pero la verdad el sitio no se me hacía nada conocido, miré a mi alrededor y lo único que podía notar a primeras es que estaba en una habitación de la clínica. Habían aparatos conectados a mi, tenía una enorme bata blanca cubriendo todo mi cuerpo y todo mi cuerpo me dolía un montón. Intenté recordar cómo había llegado aquí pero nada me venía a la mente, no recordaba que podía haber pasado que estaba aquí en estos momentos.
-buenas noches señorita..—dijo una voz un poco gruesa mientras entraba a la habitación.—menos mal has despertado.
-¿qué ha pasado?.—pregunte inmediatamente y el se acercó para observar las máquinas que estaban a mi lado.
-¿te duele algo?.—preguntó ignorando mi pregunta y yo asentí.—¿qué te duele?.
-me duele el cuerpo, la cabeza y no recuerdo nada.—respondí.
-es normal que te duele un poco la cabeza y el cuerpo debido a el medicamento que estábamos tratándote, que no recuerdes también es normal debido al golpe que te diste pero poco a poco todo se irá sanando.—lo miré un poco confundida.
-¿golpe que me di?.—pregunté y el asintió mientras anotaba dios sabe que en un papel.
-en unos minutos vendrán a verte para ver qué más necesitas.—dijo el a duras penas.—si necesitas algo no dudes en llámanos.
-espera..—lo detuve un segundo.—¿cuántos días llevo dormida?, ¿qué pasó que estoy aquí?.
-llevas diez días durmiendo, llegastes a que debido a un golpe que te diste en la cabeza en un ataque que tuvimos hace un tiempo.—respondió el secamente.
-¿diez días?.—dije impactada y sentí como la cabeza me dio un latigazo.
-deberías descansar un poco ahora que has despertado para que puedas sentirte mejor.—dijo el.—diré que te traigan algo para comer.
El se marchó así sin más, sin una palabra más, sin decirme absolutamente nada más. ¿Qué pasó?, es lo único que tenía en mi mente ahora mismo. Lo último que recordaba era estar con mi hermano hablando acerca de alguien que por cierto no recordaba el nombre tampoco. ¿Qué pasa?, he estado diez días durmiendo y por desgracia no puedo saber qué es lo que pasó, lo único que siento es que algo esta mal.
-hola pequeña..—la voz de Miguel hizo que diera un pequeño brinco del susto pero sonreí al verlo.
-hola..—dije suavemente y el se acercó cuidadosamente hacia mi.
-¿cómo te sientes?, el doctor notificó que te dolía la cabeza y el cuerpo..—dijo el suavemente y yo asentí.
-me duele un montón la cabeza, como si quisiera explotar..—comencé a decir.—mi cuerpo duele también no entiendo porque no veo ningún golpe en el y no hablar de mi pecho, me duele mucho el pecho.
-pequeña tuvisteis un pequeño accidente en un enfrentamiento que tuvimos hace unos días, ¿no recuerdas?.—negué suavemente y el asintió.—hace unos días nos atacaron por la espalda y lastimosamente fuiste herida y uno de los golpes que tuvisteis estaba en tu cabeza. Pensamos que no sería serio pero el doctor nos notificó que podías tener un poco de pérdida de memoria.
ESTÁS LEYENDO
LAIA
Fantasy-¿acaso realmente existes?.-pregunté al ver aquel enorme animal frente a mi. El enorme lobo no hizo nada más que acercarse a mi para olfatearme. Giré mi rostro del miedo pero de la nada sentí el tacto de unos gruesos y raspados dedos. Mi mirada se d...