Capitulo 7: Incidente inesperado

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Aquella mujer afortunada se salvo por muy poco ya que no se podía distinguir casi nada mas que el uniforme, ni siquiera pudimos ver el color en sus zapatos para identificarla mejor, no pudimos verla en absoluto. De todas formas, le pedí a Marifa que no borrara la foto pues conservaba la esperanza de que nos sirviera para algo.

Por otro lado Seito me contó que el problema que había tenido Hanabishi con sus amigos quedo únicamente entre Haruma y él ya que fueron los implicados, sin embargo ahora no se dirigen la palabra, se podía notar inclusive a la distancia el mal genio que le genero esa discusión.

Mientras estábamos en clase de cocina, no hacía mas que observar al rubio quien se posicionaba en la mesa frente a mi. Por las clases anteriores, sabía de sobra que era un gran cocinero, no me sorprendería si me enterara que el mismo prepara su almuerzo.

En esta ocasión, usaríamos ollas a presión para acelerar el proceso de cocción. Sin embargo, pude ver a Hanabishi teniendo problemas para abrir su olla, le veía batallar demasiado para abrirla, no era una buena señal, la presión interna se acumula de manera incontrolable y entonces. 

— ¡Hanabishi! —le grite pero fue en vano.

Sin previo aviso, la olla de presión explotó violentamente, liberando una enorme cantidad de vapor y escombros ardientes en todas direcciones. El ruido ensordecedor del estallido el humo espeso generaron confusión, el calor abrasador, el caos inmediato causaron pánico entre todos los presentes.

El humo denso y las llamas amenazantes dificultan la visibilidad y la movilidad, convirtiendo la cocina en un sitio inhóspito para todos. Nuestro docente en turno se apresuro a abrir las puertas con prontitud exigiendo a los alumnos que abandonaran el lugar de manera inmediata.

— Hanabishi —volví a llamarle, no obtuve respuesta.

Como pude, me acerque a donde se encontraría hasta poder visualizarle. Le vi en el suelo recargado del mueble, inconsciente y con un poco de sangre, no iba a dejarle ahí. Volví a llamarle un par de veces, para mi alivio reacciono al poco rato.

— ¿Puedes levantarte? —le pregunté.

Sin decir una sola palabra intentó ponerse en pie, le ayude a sostenerse, pase su brazo por mis hombros, le sujete de la cintura con mi otra mano y poco a poco caminamos hacía la puerta trasera.

Al salir decidí ignorar por completo tanto al resto de nuestros compañeros como al profesor, pasando de largo concentrándome exclusivamente en llevar a Hanabishi lo mas rápido posible a la enfermería. Una vez llegar le pedí a la enfermera que lo atendiera con urgencia.

Afortunadamente el rubio no sufrió daño alguno, tan solo fue el shock debido al impacto pero igualmente tuvo una herida en su mejilla derecha debido al roce de un cuchillo. Me sentí mas tranquila al saberlo. La enfermera igualmente me reviso sin embargo yo me encontraba perfectamente bien, únicamente preocupada por el chico de ojos azules.

Hanabishi y yo nos quedamos solos mientras la enfermera se dirigía a la zona del incidente para ver si alguien mas necesitaba ayuda.

— Me diste un susto horrible —le dije ya con mas calma.

— Voy a meterme en problemas —fue lo primero que pensó.

— Hey —le sujete de las manos en búsqueda de su atención— lo importante es que no te paso nada grabe, quizás te quede uno que otro moretón pero estas bien —sonreí.

— No fue mi culpa —me dijo mirándome a los ojos.

— Ya se que no, los accidentes pasan.

— La válvula se atoro, esa olla a presión estaba defectuosa —se quejo.

Napolitano, Sabores de Amor ||PopeextuxMarifa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora