Capítulo 16: Te encontré

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—Tengo malas noticias —expreso la morena con desanimo— Boron dice que no tiene ninguna compañera con piercing.

—¡Eso no puede ser! —se enfado la albina.

—Tranquilas, su piercing estaba en la esquina de su cena, podría fácilmente cubrirlo con su cabello, de esa manera es que Boron no lo a visto —teorice.

—Le preguntare a otro de los amigos de mi hermano, quizás el pueda ayudarnos mas.

La campana resonó, dando el fin del descanso. Me despedí de ambas para subir a mi aula.

Mi cabeza estaba tan centrada en buscar una solución que no me percate al caminar, termine chocando con una persona a quien te tire su bolso con su almuerzo dentro.

—¡Perdón! —me apresure a decir— iba distraída, no mire por donde caminaba.

—No te preocupes, yo también estaba distraída.

Alzó la mirada y por un momento creí que estaba viendo a Hanabishi, sin embargo, la confusión duro muy poco pues al mirarla con detenimiento, a pesar de tener los mismos ojos azules, cabello rubio y flequillo, tenía el cabello largo a la altura del pecho, suelto pero sujetando dos mechones en coletas a los lados. En verdad tenía mucho parecido con Hanabishi.

Por supuesto le ayude a recoger sus pertenencias. A pesar de parecerse tanto a Hanabishi, sentía que le conocía de algún lado.

—Muchas gracias por ayudarme —habló con voz tímida.

—Descuida, igual fue mi culpa así que.

Alzó la mirada con cautela. Fue entonces que llego a mi el recuerdo de la lista de exparejas de Hanabishi, ella había sido la mas reciente a quien había descartado apenas la vi.

—¿Pasa algo? —pregunto con inquietud.

—No es nada, disculpa.

Me dedico una sonrisa agradable, le devolví el gesto. De pronto, una voz externa nos interrumpió.

—Ya va a iniciar la clase, ¿qué estas haciendo?.

Abrí ambos ojos al reconocer esa voz, me congele unos instantes e inmediatamente vino a mi el flashback de aquella pelea con Hanabishi por la cual inicio todo esto. Aquella persona se acerco a nosotras para hablar con la rubia.

—Te estuve buscando.

—Perdón, me distraje un poco —se disculpo tímida.

—Como sea, vámonos.

La tomo de la mano, se giro para mirarme con desdén, reconocí esos ojos color miel, aunque casi ocultos por su fleco desordenado, su cabello era de un color rosado vibrante, su cabello, al igual que su flequillo, desalineado. Si bien no llevaba el piercing, pude notar claramente los orificios de su perforación en su ceja derecha.

—Hasta luego, y gracias por ayudarme —se despidió la rubia.

Me limite a despedirme con un movimiento de mano.

Aquella chica de cabello rosa me miro de reojo con desdén antes de marcharse. La encontré, finalmente la encontré.

Llegue a mi salón, tome asiento sin prestar atención a mi entorno, no tarde en mandarle mensaje a mis amigas para escribirles que debía hablar con ellas, al final de clases.

—¡Hey! —me grito el rubio para llamar mi atención— ¿qué te pasa?, estas distraída —me preguntó desconcertado.

—No es nada —fingí una sonrisa que por supuesto no se creyó.

Napolitano, Sabores de Amor ||PopeextuxMarifa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora